La tragedia aérea de Tenerife, islas Canarias, circunstancia en la que perdió la vida el creador de Cosmito. |
IMÁGENES Y SONIDOS DE COSMITO
Dos fotos de 1945 que ilustran la belleza de Cosmito. |
Cosmito debió ser un hervidero de gente laboriosa que comenzaba a trabajar en la mañana rayando el sol hasta que terminaba el día con los gritos de los camperos separando las vacas de sus crías para el encierro apoyados de los ladridos de los perros de pastoreo. Es de imaginar también cómo serían los días de pago, con cien trabajadores haciendo cola para recibir sus salarios. Así fue, sin duda, la vida en la granja.
¿Y si el predio era el arca, quién era “Noé”? Su creador, de todas maneras, quien desarrolló el proyecto Granja Cosmito, por encargo de la
refinería, y quien lo echó a caminar con los fantásticos resultados que fueron
el orgullo de Penco. Y ese personaje fue el austríaco Walter Zwillinger.
DE VIENA, AUSTRIA A COSMITO
En los inicios de la década de 1940, el directorio de CRAV,
respaldó a su presidente don Jorge Ross Santa María, para desarrollar la idea
de la Granja Cosmito. Seguramente bien informado este último viajó a Viena para
contactar al exitoso ingeniero agrónomo austríaco, Walter Zwillinger, quien
había puesto en marcha ingeniosos y eficientes proyectos agroindustriales en
Europa. Seguramente el señor Ross sostuvo una reunión prepactada con el señor
Zwillinger, tal vez en su hotel de Viena, y en ese encuentro lo persuadió para
que se viniera a Penco a desarrollar el proyecto Granja Cosmito. Al parecer la
idea le agradó al austríaco, una aventura profesional, un desafío en ultramar,
y se vino con su esposa. Acá junto con diseñar las instalaciones que todavía
existen, construyó la casa patronal a la que dotó de un exquisito jardín que
proyectó un paisajista. El señor Zwillinger contó con el pleno respaldo de la
refinería para efectuar las inversiones. Aseguran que él mismo hizo los
trazados para la ubicación de la lechería, las caballerizas, los gallineros, y
dispuso de los espacios donde se producirían las hortalizas. También debió
haber contratado la mano de obra y tomó decisiones para la compra de máquinas y
tractores. Bajo su dirección segura y firme se puso en marcha la Granja
Cosmito. La historia afirma que una vez que el señor Zwillinger se retiró
instaló por cuenta propia cerca de Bulnes una plantación de especies aromáticas,
seguramente para exportar a Europa. Después no se supo más de él hasta fines de
marzo de 1977 en circunstancias muy trágicas…
UN PENCÓN POR ADOPCIÓN, VÍCTIMA DE LA
PEOR TRAGEDIA DE LA
AVIACIÓN COMERCIAL
Segundos previos a la tragedia aérea en Tenerife. |
UNA ANÉCDOTA: EL DILIGENTE JARDINERO
DE LA CASA DEL SEÑOR ZWILLINGER
Estado actual de la casa de los Zwillinger en Cosmito. |
-----
NOTA DE LA EDITORIAL: Parte importante de este relato (con excepción de la anécdota) está inspirado en el discurso que prenunciara el ingeniero Manuel Suárez Braun, integrante de la Sociedad de Historia de Penco, en el acto de lanzamiento de un importante proyecto para recuperar Cosmito. El texto completo de ese documentado mensaje está publicado en este blog.
Gracias por el trabajo de investigación y difusión de una parte de la historia de Penco.Mis abuelos paternos vivieron en el pueblo de Cosmito, lugar donde nació y creció mi padre quienes más tarde se trasladarían a Lirquén por disposición de la compañía Minera.
ResponderBorrarQuisiera conocer más antecedentes del pueblo de Cosmito del cual solo conocí un paredón que hasta hace poco se mantenía en pie y que, según mi padre, era el último vestigio del retén de carabineros que ahí había.
Saludos.
Mario Ramírez Agurto