Parte del cerro Copucho vista desde Penco. |
Excelente la idea de mi amigo el ingeniero forestal Manuel Suárez de dar una
vuelta por Copucho, a modo de exploración. Les advierto, a quienes recuerdan el
monte, que las rutas y los accesos ya no son los mismos. Imposible dar con las
sendas que recorría Rolando Sandoval, por ejemplo, durante sus entrenamientos
de atletismo de resistencia por esos parajes. Y como, pasado ya el tiempo,
nuestro desconocimiento era absoluto, comenzamos a averiguar cuál sería la
ubicación y el acceso de Copucho, dados los tremendos cambios en la geografía
del sector.
Gerardo Gatica nos dio una pista; en cambio Marcos Durán no tenía idea de cómo llegar a Copucho. |
Nuestra primera parada fue la antigua cantera de roca viva
que se explotó por muchos años a golpe de tronaduras y picotas, ubicada en los
altos de Penco Chico y que se orientaba hacia el sur. Hoy el enorme socavón que
dejó de ser rentable no existe, porque fue tapado completamente con los
materiales del movimientos de tierras de la construcción de la ruta del Itata.
La superficie fue recuperada de este modo por su propietario Gerardo Gatica, ex
dirigente sindical de Fanaloza ahora dedicado al emprendimiento. Tiene en ese
lugar una barraca y un negocio de acopio y venta de áridos. Éste nos concedió
sólo un par de minutos para responder a nuestra pregunta principal: ¿cómo
llegamos a Copucho? “Muy fácil, pues, tomen la ruta del Itata y ya están.
Apenas un par de kilómetros al oriente desde el enlace Penco, es el cerro
Copucho. La carretera lo corta prácticamente por la mitad. No tienen cómo
perderse”.
Un avellano sombrío y una rosa nos sorprenden en Copucho. |
Cortésmente Gatica se despidió de nosotros aduciendo otras obligaciones y nos dejó con cara de
interrogación. Lo mejor sería seguir su consejo y así tomamos la ruta del Itata
mirando de reojo si habría alguna entrada hacia el lado suroriente que nos
condujera al mítico cerro…
En el auto de Manuel llagamos hasta la bomba de bencina que hay antes del peaje de Agua Amarilla. Allí le preguntamos al vendedor Marcos Durán que nos ayudara. Antes de responder nos miró con cara de extraño y nos dijo: “Yo soy de aquí de Primeragua y no sé qué cerro es ése.”
El Copucho se
ponía cada vez más esquivo. ¿Cómo llegar? De regreso hacia Penco, Manuel con
años de experiencia como administrador de los fundos Coihueco, Landa,
Trinitarias y Cosmito tomó una decisión: salió de la ruta e ingresó en un
sendero de montaña. Allí detuvo el auto y nos internamos por el bosque hasta
que llegamos a una casa. Las tres mujeres de edad mayor que nos recibieron allí
resultaron ser hijas de un guardabosque de apellido Vergara que Manuel conoció
en su tiempo.
¿Dónde estamos aquí?, les preguntamos. “En Chamizales, al sur de Primeragua Arriba”, las tres nos respondieron al unísono. No andábamos tan perdidos, entonces. Pero, igualmente ellas nos apuntaron: “tienen que volver al kilómetro 70” y de ahí comenzar a subir. Así lo hicimos, luego de despedirnos.
En el auto de Manuel llagamos hasta la bomba de bencina que hay antes del peaje de Agua Amarilla. Allí le preguntamos al vendedor Marcos Durán que nos ayudara. Antes de responder nos miró con cara de extraño y nos dijo: “Yo soy de aquí de Primeragua y no sé qué cerro es ése.”
Manzanas agrias y frutillas en una propiedad de Chamizales, en las faldas de ese cerro pencón. |
¿Dónde estamos aquí?, les preguntamos. “En Chamizales, al sur de Primeragua Arriba”, las tres nos respondieron al unísono. No andábamos tan perdidos, entonces. Pero, igualmente ellas nos apuntaron: “tienen que volver al kilómetro 70” y de ahí comenzar a subir. Así lo hicimos, luego de despedirnos.
El autor de esta nota por los senderos de Copucho. |
Cuando estuvimos allí comenzamos a buscar los
senderos que nos guiaran a la cumbre, la renombrada cumbre del Copucho.
Mientras avanzábamos, Manuel reconoció las sendas de explotación maderera y
de control de incendios forestales. Esos caminos de una trocha estaban atiborrados
de vegetación: corena, zarzamora y pita, símbolo esta última de antiguas casas
cercanas. Cuando la senda se hizo más estrecha y casi impenetrable, Manuel
decidió que no podríamos seguir avanzando en esas condiciones. No pudimos
llegar, es cierto, pero hicimos el esfuerzo de alcanzar la cumbre del
escurridizo macizo del Copucho. Será hasta que podamos intentarlo de nuevo.
Una coqueta hoja rojiza de un eucalipto en Copucho. |
Hola, una consulta ese cerro está por la carretera del Itata para el lado de Penco o el de Concepción?... lo que pasa es que yo salgo siempre a caminar por los cerros de Penco, y hay uno que entrando por Penco chico y caminar, caminar uno se encuentra con el paso nivel "El Retamo" que se aprecia en la carretera del Itata y yo he cruzado esa pasarela como "yendo a Concepción" y el camino forestal sigue y sigue y desde una parte del cerro pude ver las "tetas del Bío-bío". Me gustaría saber mas de esas rutas, pero yo ando siempre a pie.
ResponderBorrar