RESULTADOS DEL SIMCE EN PENCO

Corresponsal.


“El SIMCE es el sistema nacional de medición de resultados de aprendizaje del Ministerio de Educación de Chile. Su propósito principal es contribuir al mejoramiento de la calidad y equidad de la educación, informando sobre el desempeño de los alumnos y alumnas en diferentes áreas del currículum nacional, y relacionándolos con el contexto escolar y social en el que ellos aprenden. Las pruebas SIMCE evalúan el logro de los Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios (OF-CMO) del Marco Curricular en diferentes subsectores de aprendizaje, a través de una medición que se aplica a nivel nacional, una vez al año, a los estudiantes que cursan un determinado nivel educacional”. (http://www.simce.cl/)
En el cuadro siguiente se muestran los resultados, recientemente publicados de esta medición en el año 2008, en establecimientos de la comuna de Penco.

El análisis general para los establecimientos de enseñanza básica permite constatar algunos hechos relevantes:
Los establecimientos particulares subvencionados (34% de los alumnos evaluados) obtuvieron, en promedio, resultados superiores a los establecimientos municipalizados ( 66% de los alumnos evaluados). En Lenguaje 13 puntos más, en Matemáticas 18 puntos más y en Comprensión del Medio 21 puntos más.
En relación al promedio regional, los establecimientos municipalizados de Penco superan en 4 puntos en lenguaje, en 2 puntos en matemáticas y están por debajo en 7 puntos en comprensión del medio.
Al comparar los establecimientos municipalizados con los particulares subvencionados con mejores resultados se observa que en Lenguaje la Escuela Particular el refugio obtuvo 299 puntos y la escuela Ethel Henck de Grant 294 puntos, con una diferencia de 5 puntos. En Matemáticas el Colegio A-Lafken obtuvo 298 puntos y la escuela Ethel Henck de Grant 289 puntos, con una diferencia de 9 puntos. En Comprensión del Medio la Escuela Particular El Refugio obtuvo 301 puntos y la escuela Los Conquistadores 277 puntos con una diferencia de 24 puntos.
Llama la atención los buenos resultados obtenidos por establecimientos con curso formados por un número pequeño de alumnos, como es el caso de la escuela municipalizada Ethel Henck de Grant y el colegio particular subvencionado A-Lafken. Consultamos en uno de ellos por estos resultados, a la directora del colegio A-Lafken Señora Maritza Yáñez (fotos) y sus respuestas fueron las siguientes:
-- ¿A qué atribuye, señora Maritza, los resultados obtenidos en su colegio en la prueba SIMCE por los alumnos de 4º básico?

--Los resultados de este año son para nosotros muy importantes, ya que es el primer SIMCE que rinde nuestro Colegio. Tenemos 3 años de existencia. Y estos resultados nos están indicando que estamos por el buen camino. Creo que estos resultados se deben a tres años de trabajo centrado en el niño y niña y en sus necesidades particulares y en tratar de eliminar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación de todos los alumnos. Estamos convencidos que la gestión escolar, las estrategias de aprendizajes que se utilizan en el aula y las expectativas de los profesores son factores que favorecen el aprendizaje.
--¿Entonces lo que ustedes hacen es educación personalizada?
--En términos generales si, pero no entendida ésta como baja cantidad de alumnos solamente. La verdadera educación personalizada es aquella que considera a cada alumno y alumna en su singularidad, en su autonomía para aprender y favorece el trabajo colaborativo. En el Colegio definimos nuestro trabajo educativo bajo el concepto de EDUCACIÓN INCLUSIVA. Educamos en la diversidad y entendemos ésta como una fuente de enriquecimiento para el aprendizaje y los procesos de enseñanza. Las escuelas inclusivas favorecen la igualdad de oportunidades y la plena participación de toda la comunidad educativa y por supuesto contribuyen a una educación verdaderamente personalizada. “Una educación para todos, con todos y para cada uno”
--¿Cuáles son los desafíos que debe enfrentar la educación en la comuna?

--Es preciso que la comuna avance hacia modelos educativos más inclusivos con liderazgos directivos y educativos realmente efectivos. Se debe dotar a la comuna de profesores y sobre todo de directores proactivos, que salgan de su oficina, que entiendan que los avances en educación pasan por mejorar la gestión educativa dentro y fuera del aula, profesores y equipos directivos con expectativas de logro. Sin lugar a duda que los recursos entregados por el estado y que no son pocos, no están generando mejoras en la calidad, es decir este problema no solo pasa por lo económico, sino más bien por voluntades.

EL PARQUE JURÁSICO DE PENCO

Teatro de la Refinería

Planta de vapor de CRAV.

Caseta de ingreso al recinto de CRAV


Gimnasio de Fanaloza así lucía el 2009. Hoy 2015 está totalmente remozado.

Recorrer las calles de Penco es, en algunos casos, una caminata por un parque jurásico. Uno se encuentra con dinosaurios o restos de ellos, que vivieron y rugieron en el siglo XX.

La metáfora es real, mire usted con detención la esquina de San Vicente con O’Higgins, ahí donde comienza el camino a Concepción. Permanece de pie y con sus puertas herméticamente cerradas, el Teatro de la Refinería. En su sala de proyección de exhibieron miles de películas entre los años cuarenta y sesenta.

En el sector de platea había un hall, con la ventanilla de venta de tickets. Más allá de una pulcra mampara de vidrios biselados, se accedía a un foyer cuyas murallas estaban decoradas con fotos de artistas famosos, material que supongo venía directamente de Hollywood. Y más allá, una cortina oscura que había que cruzar para dirigirse a las butacas de madera.

Esta delicadeza distaba del escenario en el sector de galería, donde había que hacer cola a la intemperie para lograr llegar a la ventanilla. Jóvenes de pueblo, hoy serían pokemones y flaites, manejaban la cola a su pinta, ocupaban los primeros puestos y ofrecían ahorrarse la humillación de la larga fila a cambio de una propina, que les servía para juntar el dinero de la entrada. “Saco entrás. Cinco pa’carro” (cinco pesos), era la cantinela. Los asientos en la galería consistían en unas bancas apestosas desde donde había que alzar la cabeza en un ángulo de 45 grados para ver el telón.

Mientras se esperaba la proyección, llovían las tallas y los proyectiles, mayormente bolas de papel de envoltorios de comida o cáscaras de naranja, de plátano o corontas de manzana. En primavera, muchos ingresaban con nalcas. Ese teatro bullente de público, de bromas, de lágrimas, malos olores, rancheras y balazos (de las películas) se apagó, murió y hoy permanece de pie como un tiranosaurio rex expuesto en un museo.

Cruzando la calle O’Higgins, hay dos dinosaurios de menor envergadura, exhibiendo sus huesos cubiertos de moho y musgo. Son las casetas a ambos lados de la calzada, que eran el gran portón del recinto de la CRAV. En esas dos garitas era posible ver celadores uniformados que vigilaban el acceso. La construcción de estas piezas arquitectónicas es soberbia y responde a las escuelas y tendencias de esa época: la primera mitad del siglo XX.

Avancemos por la calle principal del recinto. A la mano izquierda está el esqueleto de un dinosaurio –un ráptor—encerrado detrás de un murallón lleno de graffitis. Es la otrora planta de vapor de la industria azucarera. Allí se generaba electricidad para la fábrica y para la población refinera. Hoy la estructura está vacía, con su fachada mirando hacia ninguna parte. Junto a este edificio se levantaba una de las chimeneas de metal que tenía un pito de barco, accionado por el vapor. Su silbato o quejido que marcaba las horas, se oía a decenas de kilómetros a la redonda. Era el rugido del ráptor.

Volvamos hacia el centro, ahí nos encontramos con un enorme coloso congelado en el tiempo: el Gimnasio de Fanaloza. Escenario de interesantes veladas de boxeo, pista de baile de quinientos carnavales, sede de un record mundial, probablemente no registrado en el Guiness: un partido de baby fútbol, que duró como tres días, sin parar. ¿Cuántos goles se hicieron? ¿Setecientos es un solo match? ¿Alguien se acuerda?

De todas estas construcciones, que nos hablan de otras épocas del pueblo, sólo una sigue viva y reclamando nuestra atención. Si está viva, no me refiero a un dinosaurio ni a su esqueleto. Se trata de una joya, inspirada en Europa, de orgullo castellano que ha sobrevivido a maremotos, al vandalismo, al descuido y a la falta de cariño: la Planchada de Penco.

NOTA DE LA EDITORIAL: El terremoto del 27 F de 2010 hizo lo suyo, se vino abajo el teatro refinero. A su vez la nueva administración municipal lleva adelante interesantes proyectos urbanos para modificar lo expresado en este post.

ALCALDE CÁCERES DA LUZ VERDE A TERMOELÉCTRICAS

El Diario de Concepción atribuyó hoy al alcalde de Penco Guillermo Cáceres la afirmación que él está a favor de la instalación de industrias en el sector de Cosaf, sin especificar de qué industrias se trata. Sin duda, como una interpretación a esa referencia, el jefe comunal apoya la iniciativa de levantar una o dos termoeléctricas en la desembocadura del río Andalién y una planta de fabricación de cemento.

Esta es la primera vez que el alcalde Cáceres manifiesta públicamente su aprobación a dichos proyectos, lo que da luz verde a la iniciativa privada para avanzar con los trámites de construir esos complejos industriales.

La zona proyectada es de alta fragilidad ecológica y ha generado el rechazo de un sector de la comunidad de Penco. Sin embargo, el alcalde ha respondido que las nuevas industrias contribuirán a bajar los altos niveles de cesantía que registra la comuna.

En su edición de hoy el Diario cita al alcalde señalando que el área elegida para los complejo es Zona de Latencia y que él no ve inconvenientes para los proyectos si los privados cumplen con la normativa. Subrayó, eso sí, que las empresas están obligadas a utilizar la mejor tecnología para mitigar el impacto en el medio ambiente.

Grupos de ambientalistas y vecinos de Penco no aprueban estos planes por considerarlos un daño grave al delicado entorno natural del sector, que incluye la desembocadura del río, sus humedales asociados y parte de isla Rocuant. A este respecto Cáceres dijo a El Diario que allí "no hay nada que proteger". Los vecinos saben que esos humedales son fuente de vida silvestre, donde anidan y se reproducen especies autóctonas y que sirven de fuente a aves migratorias.

Las afirmaciones del alcalde Cáceres Collao sin duda tendrán una pronta respuesta de los sectores que miran con preocupación estas iniciativas.