sábado, agosto 18, 2012

LA PLEGARIA DE NUESTRO VIEJO PUENTE PENCÓN

       ¿Cuántos pencones se habrán detenido a leer el mármol del puente de calle Freire, situado en el pilar sur? Tal vez pocos. El texto dice que lo construyó el vecino don Juan Pérez Flores durante su período como alcalde entre el 50 y el 51. Parecería que los fondos para hacerlo los sacó de su bolsillo según los términos. Si fue así, nuestro mayor reconocimiento. Pero, los otros pergaminos son para el ingeniero señor Bordagorry, quien sin duda se la jugó a concho y construyó el puente más noble de la historia.

Puente Brooklyn, N. York.
        A la fecha, el viaducto cumplió 61 años y el único mantenimiento es la pintura. Se lo ve blanco, por lo menos. Pero, una obra vial que ya pasó las seis décadas de intenso uso necesita que se lo reemplace. Cuantas millones de pasadas han realizado por él en todos estos años miles de camiones cargados con azúcar, con madera, con fosfato, con loza, sanitarios y contenedores de fletes internacionales. Y qué decir del transporte colectivo y del uso particular. Esa es una cuenta que corresponde al empleo que le hemos dado los seres humanos, ¿pero qué decir de la naturaleza? En sesenta años ha resistido tres terremotos violentos y dos tsunamis. Por tanto, ¿habrá llegado la hora de reemplazarlo? Porque estas obras tienen una vida útil y después sólo sobreviven. El puente de Brooklyn en Nueva York tiene más de 140 años, pero los neoyorkinos lo mantienen con devoción

        Volvamos sobre el uso industrial que las empresas le han dado al puente. ¿Habrán pagado alguna vez un sólo peso para reacondicionarlo? Me refiero a las forestales, a Fanaloza,  ex Refinería o la Cosaf ¿y el puerto de Lirquén se ha puesto?
     Si algún vecino generoso quisiera emular a don Juan Pérez Flores sesenta años después, Penco podría tener un nuevo puente. Y su cambio podría dar pie al inicio de un nuevo concepto de viaducto urbano que sea amistoso con el río, por ejemplo, que con más elevación permitiera la navegación de pequeños botes si hubiera una idea para controlar el flujo de las aguas.
      A lo mejor en sus veredas se podrían colocar íconos representativos o pequeños quioscos simpáticos. Así podría ser un nuevo puente. 
          Y esa placa de mármol que nos dice a gritos que hay que hacer algo para embellecer Penco, podría ser parte de las reliquias de la Sociedad de Historia de Penco para su futuro museo.


No hay comentarios.: