viernes, marzo 18, 2016

INVITACIÓN PARA QUIENES NO CONOCEN PENCO: ¿DEMOS UN VISTAZO?



          Esta hermosa panorámica de Penco está tomada desde los altos del sector de Villarrica, por el antiguo camino a Florida, conocido también como el Camino Real. A esta parte antes la llamaban el caolín, porque había un yacimiento de material arcilloso para fabricar loza. La imagen mira al poniente. Es un día de invierno, pero muy soleado. La instantánea fue hecha poco antes de las 12. En primer plano apreciamos todo el sector céntrico de la ciudad. Se divisa con toda claridad el techo de la iglesia ubicada frente a la plaza (actualmente en remodelación), apegado más hacia nosotros, el edificio de la Municipalidad. A la derecha de la plaza, está la escuela Isla de Pascua que hoy en día luce en un costado de su frontis la imagen del toqui Lautaro ¿Por qué Lautaro? Penco recuerda que con el fin de expulsar a los conquistadores el toqui atacó e incendió  la ciudad un par de veces en los inicios de la Colonia.
          El macizo verde del centro de la fotografía es el cerro Bellavista. Antecedentes históricos nos cuentan que el fundador Pedro de Valdivia instaló el primer fuerte en la pendiente derecha del cerro. Allí se verificó la batalla de Penco o el primer intento de los araucanos por expulsar a los españoles con Ainavillo a la cabeza. La calle más notoria en la imagen que sube el cerro es Freire. Hace muchos años, no llegaba hasta tan arriba, porque en la cumbre de la loma había un bosque y personas antiguas nos cuentan también que allí hubo una laguna. Importante es no confundir el Bellavista con el cerro Membrillar, que está más cerca de nosotros, hacia el lado izquierdo. En la perspectiva se ven como uno solo, pero entre ambas lomas hay un pequeño valle --que se divisa bien-- donde hace años funcionó la Refinería de Azúcar CRAV y donde estuvo el estadio de esa industria.  
          Sigamos, a los pies del cerro Bellavista, por la derecha está la fábrica Cosaf, industria especializada en fertilizantes y abonos. Internándose en el mar se ve el inicio del muelle de la empresa, uno de los más largos del continente con alrededor de 1.700 metros de longitud. El muelle es, en realidad, una gran correa transportadora, como las de los supermercados,  que descarga insumos a granel para la fábrica desde los buques. Un poco más hacia nosotros, se observan dos edificios alargados con techo azul, uno es el Liceo Pencopolitano y el segundo es otro establecimiento educacional. Ambos inmuebles son íconos del sector sur oeste de la ciudad.
         El segmento de playa que se muestra a la derecha corresponde al barrio Playa Negra, antiguo sector de pescadores,  que hoy en día está destinado a convertirse en un polo gastronómico, desde ya hay locales con vista al mar donde servirse algún sabroso plato de la cocina pencona.
        Detrás del cerro Bellavista se ve parte de la desembocadura del río Andalién. El cauce marca la separación entre la comuna de Penco y la de Talcahuano. Más allá del río se extiende la soledad de isla Rocuant, un páramo muy interesante para los amantes de la naturaleza por los humedales que sirven de refugios a muchas especies de aves ya sea de la zona o migratorias. La vegetación que crece allí corresponde al tipo que coloniza las dunas y las arenas. La isla Rocuant no tiene defensas naturales ni contrafuertes, así que ese espacio está expuesto siempre a las inclemencias del tiempo, en particular del viento. Se la puede recorrer, basta con conseguir que un botero, de los que remontan el río desde Playa Negra, lo conduzca a la otra orilla por una pequeña propina. El cielo de la isla es parte del corredor aéreo del aeropuerto Carriel Sur, situado un par de kilómetros más allá  fuera de la foto por el lado izquierdo.
Al fondo se divisa la comuna de Hualpén y por detrás de ella el dominio absoluto del horizonte de los dos cerros gemelos llamados las tetas del Biobío que están al lado norte de ese río. Hacia la derecha del plano del fondo se despliega la bahía de San Vicente, donde destacan algunas edificaciones de la ENAP y de CAP, Huachipato.
          De vuelta al primerísimo plano, se ven las casas de Villarrica y las copas de pinos y eucaliptos en plena fase de crecimiento, de modo que cuando esos árboles suban, por un par de años no tendremos la vista que acabamos de narrar. Baste decir que para recorrer Penco en toda su extensión no se necesita automóvil. Esta foto la tengo de fondo de escritorio en mi PC, porque me gusta mucho. En otro post hablaremos de la vista de Penco hacia el norte.


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