Una persona de luto camina por calle Alcázar al llegar a Las Heras. Foto de alrededor de 1961, sin confirmar. |
El luto como expresión de pesar por la partida de un
familiar se evidenciaba en las vestimentas que usaban los deudos. Las mujeres
vestían de negro durante un tiempo por las muertes de sus padres, hermanos o
maridos. Los hombres, en cambio, llevaban trajes oscuros, camisa blanca y
corbata negra.
¿Y qué pasaba con los
niños?
A ellos no se les obligaba a vestir de negro, pero sí a sus ropas se les
cosía una cinta negra ya fuera en la solapa del vestón o alrededor de una de
las mangas. Los que no alcanzaban para vestón lucían la cinta en sus
chalecos de lana tejida. Y las niñas llevaban una cinta más delgada adherida también alrededor
de una de sus mangas. Era violento el contraste cuando se aplicaba la cinta
oscura en un brazo de los delantales blancos de las alumnas.
Esta demostración pública de luto decían que debía durar un
año, dependiendo del nexo con el fallecido. Así los estudiantes retiraban las
cintas ya descoloridas luego de largos doce meses de llevarlas cosidas en sus
ropas cuando de sus padres se trataba.
Las viudas vestían de negro, decíamos, por un período
similar. Después, paulatinamente iban retornando al uso de las prendas de
colores vivos. Nadie hacía comentarios sobre esto. Lo que sí levantaba los
rumores de la gente atenta a estas cosas era si alguna de esas mujeres
abandonaba la tradición antes de tiempo.
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