Un pedacito parecido al "mar de los sargazos" se ubica justo en el límite norte del balneario de Penco. |
Han estado allí por miles de años aferradas a las piedras
del fondo marino, creciendo como un bosque subacuático que expone sus hojas
pardas en la superficie para captar la luz del sol. Son las algas características
que se sitúan en el mar de Penco apenas unos metros más al norte de la zona del
balneario y la playa para turistas. Estos huirales forman un ecosistema que favorece a la
vida marina, a cuya sombra y protección crecen invertebrados y peces herbívoros.
Todo indica que la especie predominante de la flora que se observa allí sería la
Lessonia Trabeculata. Junto con ser alimento predilecto para algunos peces, la
Lessonia también es el sustrato o asentamiento de moluscos y larvas y es refugio para
la crianza de peces que aún no han llegado a su estado de adulto. La rica vida marina
se debe a estos ecosistemas con predominio de la Lessonia.
Si alguien sube a un bote y navega por esa zona, bastará con que
tome una de estas largas hojas que flotan para comprobar que debajo de ellas
puede hallar caracoles, lapas y otros moluscos. El mar “de los sargazos” de
Penco es prolífico, generoso y vivificante. Eso de los “sargazos” es por el parecido nada más.
Mantener la playa limpia y atractiva exige retirar cada día las algas que se varan en la arena. |
Si bien forma ricos ecosistemas con potencial
económico, la Lessonia que se desprende del fondo flota a la
deriva y termina inevitablemente en la playa en compañía de otras especies
vegetales marinas asociadas. Ya en la arena comienza la descomposición generando malos
olores. Por eso, estas algas son un dolor de cabeza para la autoridad local
interesada en impulsar el turismo playero. De allí que la Municipalidad de Penco deba
destinar muchos recursos para pagar por el retiro de las algas muertas
así como por el lugar donde serán depositadas. Afortunadamente parece que son
una buena fuente de abono por lo que no existe tanto recelo de parte de los
predios cercanos para recibir estas cargas constantemente.
Decíamos que las algas se han criado allí por miles o tal vez
por millones de años y debemos añadir que seguirán existiendo. El color parduzco de sus hojas,
sin embargo, no se ve feo en perspectiva y además las colonias de esa especie
no le hacen daño a nadie, salvo tener que retirarlas periódicamente de la
playa.
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