Modelo de ojos zarcos. Foto obtenida de Internet. |
Contaban que vivía en Cerro Verde una mujer de ojos azul claro, casi
celestes, que por esa razón le decían zarca. Incluso más, la identificaban por
su nombre y el adjetivo: doña Tato zarca. Era tema de comentarios cuando se
trataba de reconocer la belleza de su mirada. No la conocí, por lo que no puedo
dar fe. Sólo, sí, reproducir algunos de los juicios que las vecinas emitían
sobre ella en medio de una animada conversación sobre el personaje: «Doña Tato debe tener los ojos más lindos de
Penco», decía una de las mujeres. «Y cuando se ríe parece que le brillan aún
más», replicaba la otra. El comentario era sano, pero se advertía una pizca de
envidia por el atributo que dejaba al resto fuera de competencia.
Niña afgana de ojos glaucos. Foto tomada de la famosa portada de National Geographic Magazine. |
Muchos años después volví a oír acerca de esa mujer y me entraron
las dudas de si ella tenía los ojos celestes o si, en realidad, cada uno
de color distinto. Esta última característica es común en los gatos, por ejemplo un ojo verde y el otro azul. Pero, es poco frecuente entre las personas y su
origen es hereditario o debido a una enfermedad o un golpe. El diccionario dice que zarco se usa en Chile para los ojos de tonalidad distinta. De ahí entonces la confusión.
Otros aclaran que zarco es una palabra derivada del árabe
zarka, que significa azul claro. Y, a alguien le leí un texto que citaba al
Corán identificando a los infieles con ojos azules (zurq), un color sinónimo de los pecadores (los europeos). Otros igualmente citan un verso «se enamoró de sus ojos zarcos, recuerdo
de zarco mar»…
Lo de zarco plantea otro concepto parecido: los ojos
glaucos. En tal caso, la coloración es clara: verde, azul o gris, con el agregado de su intenso brillo, como los ojos de las lechuzas.
Otro ejemplo de ojos zarcos. |
Pues bien, han pasado muchos año ya y el personaje vuelve de
vez en cuando a mi mente planteándome más dudas que respuesta. La mentada Tato zarca de Cerro Verde en realidad ¿tenía los ojos celestes, bicolores o de un tinte verde
brillante? Sólo sé que al decir de quienes la envidiaban, ella tenía
una hermosa mirada zarca como ninguna otra mujer en Penco.
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