martes, abril 02, 2019

TESTIMONIOS DE UN EPISODIO VIOLENTO DEL PASADO SE ASOMAN Y SE ESCONDEN EN PLAYA NEGRA

Arriba, parte de la estructura destrozada del muelle de Duncan Fox; abajo, la vereda de arena que dura menos de 2 horas y que permite, con suerte, acercarse sin mojarse los zapatos. (Fotos captadas a fines de marzo de 2019 por Jaime Roble, presidente de la Sociedad de Historia de Penco).
            De pronto a la naturaleza pareciera que también le gusta la historia. Así, cada cierto tiempo, en las grandes bajas mareas que se producen con poca frecuencia sólo en algunos días del año, al retroceder las aguas varios metros, dejan al descubierto porfiadas huellas del pasado. Tal es el caso de los restos del casco del carguero "Perú" y de algunas estructuras del desaparecido muelle de la empresa Duncan Fox, en Playa Negra. El barco y el terminal de acero colapsaron durante el temporal que azotó a la región una noche de invierno de 1941 por violentos choques del primero contra el segundo luego de romper sus amarras de anclaje debido a las olas furibundas y al fuerte viento arrachado. Aquella noche terrible resultó dañina para la economía de Penco.
           Después, el barco, encallado en la arena, fue desmantelado en su totalidad y los restos del muelle siniestrado retirados también, con el paso del tiempo. Segmentos de este último estuvieron en pie hasta finales de los años 50. Lo que quedó de ambos protagonistas: parte del casco del barco y pedazos del muelle, como un esqueleto, es lo que se puede comprobar con bajas mareas de estas dimensiones. Incluso, hoy en día, las olas caprichosas "construyen" una pasarela de arena que dura menos de 2 horas la que permite acercarse hasta ambas estructuras para tocarlas y fotografiarlas. Algún día lejano el disolvente universal que es el agua borrará todo vestigio. Por ahora este juego del mar deja al aire y expuestas a los ojos no sin celo reliquias de aquel violento episodio del pasado pencón.   

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