El Mercurio del domingo 13 de julio de 2008 entregó una amplia información sobre la falta de cuidados y el abandono de muchos monumentos nacionales. Publicó fotografías del mal estado en que se encuentran.
No mencionó a la Planchada de Penco.
Yo hice ese comentario entre un grupo de personas. Y me dijeron que eso a nadie le importaba. Descorazonador. Porque ese sentimiento también es local. O sea, pareciera que a las autoridades penconas poco o nada le importa el cuidado de La Planchada, a juzgar por el abandono en que se encuentra.
Es una lástima, porque La Planchada tiene 321 años, demostrando que es un reto al paso del tiempo y al olvido. La construyó el gobernador colonial José Garró en 1687. En un frente de piedra muy bien ensamblada, de 64 metros, se emplazan tres cañones de hierro, que apuntan hacia la bahía. En el medio de la edificación está incrustado el escudo de armas de Castilla León, reconstruido hace unos veinte años, durante la administración del alcalde Menéndez.
Pero, de entonces hasta ahora, nada. Falta una idea urbanística creativa que le dé un contexto a La Plancha, que sea complemento de la ciudad y del balneario. Porque hoy parece un moai inerte en medio de la nada.
La Planchada debería ser orgullo de Penco. Es su ícono más característico, más que ninguno. Turistas de todas partes --digo de todas partes, incluyendo al mundo—se hacen fotografiar en sus cañones. Ellos toman fotos, observan y callan la falta de cuidados.
La historia de La Planchada es muy rica. Unos dicen que sus cañones sirvieron a los pencones para repeler ataques de los piratas ingleses. Otros, que no se dispararon nunca. Si los cañones no se usaron, como dicen, por lo menos inspiraron respeto, vistos desde el mar con catalejos.
Versiones que oí en Penco decían es que debajo de La Planchada existiría un enjambre de túneles listos –entonces-- para servir de escape a los castellanos ante un ataque fulminante de los bucaneros o de los araucanos. ¿Adónde desembocaban esos pasadizos subterráneos? Un misterio.
Historia y ficción de entremezclan en torno a la gallarda Planchada de Penco. Lo que no se dice, aunque todos los saben, es que es un lugar especial para los enamorados.
Pencones, ¡hagamos algo por rescatar La Planchada!
1 comentario:
Estimados compatriotas chilenos y pencones:
Felicitaciones por vuestro blog y por el rescate de la defensa de la riqueza histórica de nuestro Penco.
Ese olvido mercurial puede haber sido simple ignorancia.
Desgraciadamente en algunos sectores de la prensa hay más entusiasmo para divulgar la mediocridad y las moditas que la verdadera cultura, con la historia inclusa.
No sería posible conseguir algún patrocinio de empresas para recuperar al fuerte "La Planchada" física, cultural y turísticamente?.
Mucho se habla hoy de "desarrollo sostenible" y de "compromiso social" de las organizaciones públicas y privadas. Podría ser recordado ese compromiso frente a empresarios, autoridades, universidades, ONG's, etc para rescatar al "La Planchada"
Y el apoyo de las Universidades ?
Será que no existe ningún profesor ni autoridad universitaria interesados en estos asuntos?
Principalmente de las áreas de Historia, Arqueología, Antropología,Sociología, Arquitectura Urbana, Turismo, etc.
Cuál es la función amplia de las Universidades? O eso también se perdió?
Abrazos:
Augusto.
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