Mariscadores de Penco y Cerro Verde aprovechan la oportunidad de las bajas mareas. |
Con sus casi mil metros cuadrados, este islote de piedras asoma y se sumerge al ritmo de las mareas. La bajas más importante se producen en el mes de agosto, para entonces es fácil caminar hacia ella sobre el lecho de arena, cuando el mar se ha retirado. A poco de llegar, basta meter los pies en el agua no más arriba de la pantorrilla, dar unos cincuenta pasos y listo.
Del islote de piedras de Penco, nadie regresa con las manos vacías. |
Las creativas dueñas de casa del pueblo preparan deliciosas entradas de caracoles o hacen pinos para la fritanga de jugosas empanadas. La naturaleza es dadivosa con la gente más necesitada de Penco, basta esperar la baja marea, arremangarse un poco los pantalones y caminar hasta la isla, que a pesar de los miles de visitantes, siempre renueva la oferta y nadie que va hasta allí vuelve con las manos vacías.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario