lunes, septiembre 20, 2010

PENCO Y BUENOS AIRES TIENEN SU CALLE TALCAHUANO


No son muchas las ciudades que tienen una calle Talcahuano. En eso Penco y Buenos Aires comparten el parecido. Esa calle (foto) corre paralela a la importante arteria Nueve de Julio, en pleno centro de la capital federal. Hay una buena cantidad de restaurantes y bares. Son algunas cuadras de pizzerías y bohemia. De allí que se diga “irse por Talcahuano” como sinónimo de andar semi curado.

En Penco, calle Talcahuano también tiene su historia. Fue la salida y la entrada de los productos de la Refinería de Azúcar. La esquina de Talcahuano con O’Higgins era una encrucijada de intensa actividad, un hervidero de transporte de la índole más variada. Por aquella puerta ingresaban camiones y el tren. Sí, el tren, porque junto a la vereda había un tendido de línea férrea que conectaba con el ramal de Penco y se prolongaba hacia el muelle proyectando calle Talcahuano al mar. Tres locomotoras livianas a vapor efectuaban el movimiento de carros que traían desde el muelle a la refinería el azúcar a granel procedente de los barcos.

La calle Talcahuano era un rechinar de fierros, pitazos, negros penachos de humo y el silbido duro del vapor escapando de los cilindros calientes de aquellas locomotoras aun recordadas por pencones. El paso de estos convoyes cortaba el tránsito en las calles perpendiculares Freire, Las Heras y O’Higgins y la duración de los cortes dependía de la velocidad que pudieran imprimir los maquinistas, la cantidad de carros que arrastrara el tren y lo despejado del flujo vehicular. Esta operación se repetía a lo largo de la jornada en varias ocasiones.

Debido al tendido de la trocha calle Talcahuano es hoy más ancha que las demás. Cuando se retiraron las vías quedó la huella. La municipalidad aprovechó el bandejón para hacer jardines durante un tiempo. Pero, la costumbre se olvidó y hoy el espacio que dejó el tren sirvió para ampliar la calzada.

Hay otras calles en Penco donde hay bares como para hacer el parangón con la calle Talcahuano Buenos Aires. Sólo uno hubo allí que fue un símbolo de la bohemia pencona. Estaba en la mitad de la cuadra entre Las Heras y Freire y se llamó El Pollo Dorado. Como no era una picada, sus precios estaban fuera del alcance de todos. Por eso sus empingorotados clientes mayormente venían de Concepción. Sin embargo, en Penco nunca oí el dicho bonaerense “éste se fue por Talcahuano”.

(Foto: en parte calle Talcahuano, de Penco, aun conserva las líneas del tren.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

luego de mi viaje y mi hospedaje en alguno de los hoteles baratos en estambul me encantaría ir a visitar Buenos Aires, me recomiendan ir a visitar Penco? Saludos