martes, octubre 21, 2014

ESTIBADOR, UN OFICIO CON TRABA LENGUA

Estibadores en plena faena en la bodega de un barco cargado con azúcar sin refinar. Lirquén (1956, aprox.)
Los estibadores fueron un gremio muy potente en Penco. Pero, su nombre era un trabalenguas, porque también se llamaban desestibadores. (Repítalo usted en forma rápida: estibadores-desestibadores y se dará cuenta). Curioso si pensamos que no hay otro oficio que tenga dos opciones de denominación. Bien, su organización sindical era disciplinada y sus asociados tenían la novedosa facultad de dar trabajo. Sin constituir ellos una empresa, autorizaban el empleo temporal de familiares o amigos en distintas categorías: como personal extra por necesidad del gremio ante una súbita demanda de mano de obra o como medio pollo, esto era para suplir la ausencia de alguno de sus miembros por razones extra laborales.
Los estibadores daban pega. Por eso cuando la actividad portuaria requería el concurso de más gente, el sindicato le daba luz verde a determinados trabajadores cesantes para que pusieran el hombro. El muelle como empresa no pasaba por encima de la decisión de los estibadores. Se compartían responsabilidades. Si el trabajador temporal no funcionaba bien, el muelle se quejaba con el gremio. Así era la cosa.
Así luce hoy la fachada del gremio en la calle Línea Férrea.
El moderno terminal del muelle de Lirquén.
Respecto de los medios pollos, ya lo hemos abordado en un post anterior. Pero, eran trabajadores suplentes que hacían la pega de los titulares cuando éstos no estaban en condiciones de presentarse a trabajar. En este caso el muelle le pagaba la jornada al titular, quien, a su vez, le pasaba la mitad de su paga al medio pollo, de allí el apodo. El medio pollo trabajaba como bestia por la mitad del sueldo. Bien, pero así se empezaba en ese oficio de cargar y descargar buques,  cuando las mercaderías se transportaban a granel o en sacos. La mecanización terminó con estas prácticas.
Pero, había una curiosidad formal en la organización de estos trabajadores de muelles. Como la tarea específica de la actividad era cargar y descargar navíos mercantes, ellos eran, por tanto, no sólo estibadores. Eran también desestibadores. De allí la curiosidad a que hacemos referencia, el nombre de la organización era --escrito en una placa de bronce--: Sindicato de Estibadores y Desestibadores de Penco y Lirquén. Era tarea de cada uno sentirse estibador o desestibador, según el sentido de la carga. Si se trataba de bajar la mercadería de un barco: desestibador; si la cosa era cargar el barco: estibador. No era algo trivial. Para ellos un asunto serio y no opinable. Decían orgullosos: “somos estibadores y desestibadores”, así que ojo… porque usted podría estar hablando con un estibador que al día siguiente se había cambiado a desestibador.

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