domingo, septiembre 11, 2016

PENCO CONSTERNADO POR LA MUERTE DEL RECTOR DEL LICEO

Profesor Samuel Acuña, rector del Liceo de Penco.
           A sólo minutos de haberse iniciado en Penco la investigación científica para la ubicación de construcciones coloniales por parte de tres especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México, se divulgó la lamentable noticia de la muerte de Samuel del Carmen Acuña Reyes, distinguido y querido profesor y rector del Liceo Pencopolitano. El hecho causó de inmediato profunda consternación desde la máxima autoridad local a toda la ciudadanía. Porque el señor Acuña no sólo fue el rector, sino un vecino estrechamente vinculado a importantes roles comunitarios. Era el presidente de la junta de vecinos “Roberto Rossi Gamonal” del barrio Membrillar; se desempeñaba como secretario de la Sociedad de Historia de Penco; y pertenecía a la pastoral de la parroquia pencona. Proveniente de Traiguén se había involucrado con tanto interés por los quehaceres locales que era un pencón de dedicación a tiempo completo. Tan pronto se supo de su repentina muerte, el alcalde Víctor Hugo Figueroa, quien se hallaba en ese momento trabajando con los especialistas mexicanos en la prospección de calle Chacabuco, de acuerdo con el programa de investigaciones arqueológicas, inició acciones para ponerse en contacto con la familia del docente fallecido. 
            El profesor, de 63 años,  era casado con Berlenda Cruz. El matrimonio tenía dos hijos Ariana y Felipe. 
          En su juventud, el señor Acuña se trasladó de  Traiguén a Temuco. En el Colegio Francés de esa ciudad estudió toda la enseñanza media, de allí se ingresó a la Universidad de la Frontera para seguir la carrera de pedagogía en biología y química.
          Integrantes de las organizaciones a las que perteneció Samuel Acuña estaban impactados al conocer lo sucedido, recordaron su personalidad amable y su actitud trabajadora. Fue un gran colaborador en proyectos sociales y de educación; sin embargo, era una persona que prefirió cultivar siempre un bajo perfil. «Su inesperada partida constituye una pérdida enorme, Samuel fue un importante apoyo en la gestión de nuestra organización desde sus inicios», dijo Jaime Robles, presidente de la Sociedad de Historia de Penco.
    «Fue un profesional competente y capaz, estudioso, fue ascendiendo en el liceo desde jefe técnico, subdirector y director. Hizo su carrera de toda una vida en Penco. Él hablaba siempre de la familia pencopolitana, estaba plenamente integrado a nuestra ciudad», recuerda la profesora Lorena Fuentealba. «Él era mi jefe en la Junta de Vecinos N° 5 porque era el presidente y yo el secretario», nos dijo don René Martínez. «Lamento profundamente su partida, yo había estado apenas unos días antes con él hablando asuntos de la Junta», nos agregó el entrevistado.
        Su velatorio se realizará en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, que fuera su casa espiritual. Los funerales se efectuarán mañana en el cementerio Parque del Sendero, camino a Concepción, después de una misa en su memoria que se oficiará a las 15:00 horas.
Aspecto exterior de la parroquia de Penco durante la misa en memoria del rector Samuel Acuña. La gente repletó el templo y muchas personas siguieron la ceremonia desde las afueras. 
(Foto: Jaime Robles).


UN MASIVO ADIÓS RECIBIÓ
EL PROFESOR

           Penco tributó un masivo adiós al profesor fallecido, después de la misa en su memoria celebrada en la parroquia local. Personas que acompañaron dijeron no recordar tanta asistencia y tantas muestras de pesar por su repentina partida. La gente colmó el templo y decenas debieron seguir la ceremonia desde afuera, expuestos incluso a una suave lluvia que se registró en la tarde.
         Ofició la misa el padre Julio Maulén, quien en la víspera, había expresado que «nadie tiene derecho a emitir juicios o cuestionamientos sobre la decisión adoptada por Samuel. Tampoco son válidas las preguntas, son inútiles»...
          El padre Maulén conocía al profesor, porque este último era un activo miembro de la comunidad parroquial.
        También intervino el alcalde Víctor Hugo Figueroa, quien a nombre de la comunidad, resaltó las características personales del profesor y su buena disposición para colaborar en acciones en favor de su liceo.
   Un familiar cercano, proveniente de Temuco, entregó antecedentes de la juventud del difunto diciendo que no importaba qué profesión hubiera estudiado, igualmente habría destacado en esos ámbitos. Sugirió en su discurso bautizar con su nombre al liceo Pencopolitano.
     Terminada la ceremonia, el cortejo se dirigió al cementerio Parque del Sendero, en el camino a Concepción. En ese lugar representantes de juntas de vecinos, del liceo Pencopolitano, de los profesores, de la Sociedad de Historia de Penco hablaron para despedir al maestro. Luis Méndez, en representación de esta última, destacó que dentro de la organización, el rector Acuña, secretario de la misma, centró su quehacer en investigaciones sobre la educación en época de la Colonia. En este campo, Samuel Acuña, fue también un gran estudioso de la vida de Lautaro, semblanza que en más de una ocasión comentó a través del programa que la Sociedad de Historia emite a través de la radio de Penco.
        Alumnos del liceo interpretaron el himno del establecimiento e hicieron sonar la campana en señal de sentido adiós al maestro.
La partida del rector del liceo constituyó una noticia que causó enorme impacto y sus honras fúnebres fueron motivo de profundas expresiones de pesar por tratarse de una persona muy querida y estimada por la comunidad de Penco y Lirquén.

No hay comentarios.: