viernes, marzo 10, 2017

EN EL VIPLA DE LIRQUÉN CELEBRARON CASTIGO IMPUESTO A UN VIALINO, PERO LES DURÓ POCO

          El jugador Hugo Grollmus del club Arturo Fernández Vial fue un hombre muy temperamental. Pero, donde colmó la paciencia fue en un partido con Vipla de Lirquén. Simplemente dejó la escoba en la cancha, en un encuentro válido por el torneo regional de fútbol, en noviembre de 1955. Sin duda ese match fue muy accidentado porque Grollmus se agarró a combos con el jugador Raúl Barraza de Vipla, por lo que fue expulsado por el árbitro Manuel Ortiz. Sin embargo, la medida del juez acentuó la ira del vialino quien prosiguió lanzando duros garabatos contra el árbitro desde fuera de la cancha. O sea, armó un escándalo de marca mayor, de acuerdo con lo que informó la prensa de la época. Por ese motivo la reunión del Tribunal de Penalidades del 18 de noviembre de ese año era tan esperada por los periodistas deportivos de Concepción. El castigo que recibió Grollmus fue todo un acontecimiento. Lo suspendieron por seis meses, una pena pocas veces vista en el ámbito futbolístico de la región.
           Suponemos que en Lirquén los dirigentes deportivos de Vipla recibieron con beneplácito el fallo, pero no estuvieron tan contentos en lo que a ellos correspondía. El tribunal aplicó a Raúl Barraza una suspensión por tres partidos.
              Entre tanto, la dura sentencia contra el vialino Grollmus se fundó en el atículo 170 de la ANFA, dada la gravedad de los hechos. La pena incluía la suspensión absoluta de la práctica del fútbol; incluso quedaba impedido de participar en encuentros amistosos. Lo sorprendente del caso fue que el jugador castigado integró la alineación de Fernández Vial en el partido contra el Lord Cochrane el fin de semana siguiente a la sanción y en que los vialinos se impusieron por la cuenta de 4 a goles a 2. Sin duda hubo rápidas movidas de apelación al fallo del tribunal que resultaron exitosas, pero que no están consignadas en la información que trajo el diario El Sur del 22 de noviembre de 1955. Conocido el levantamiento del castigo algún dirigente del club Vipla con toda razón pudo exclamar: “¡en todas partes de cuecen habas!”.  

No hay comentarios.: