domingo, mayo 07, 2017

UN PINTOR NOS DESCRIBE A PENCO CON TODA LA FUERZA DEL COLOR

Una visión multicolor de Penco, según el artista local José Fernando Castro Reyes.
          Tal vez nunca Penco ha sido representado con tanto derroche de color como se aprecia en las telas pintadas por el profesor José Fernando Castro Reyes, hijo de refinero. Pintor por vocación, este maestro normalista y asistente social, dedica horas a observar, a preparar sus pinceles y lanzarse a combinar matices, contrastes, dibujos y proporciones sobre una superficie horizontal en el taller de su casa de la villa Lomas del Conquistador entre las poblaciones Desiderio Guzmán y el ex recinto de la Refinería. Admirador y cultor del estilo postimpresionista de Vincent Van Gogh, Castro ha logrado un sello interesante fruto de su pasión por este trabajo. Incluso se fabricó una paleta dentada para conseguir el trazo caprichoso de líneas paralelas especialmente en esos cielos arremolinados que distinguieron la obra del artista neerlandés.
Un detalle de una pintura que revela la influencia de Van Gogh en el estilo del pintor de Penco.
Ha vivido en Penco toda una vida. Hoy, a sus 67 años, se declara un agradecido de la ciudad y de tantas personas con las que compartió en el ámbito profesional tanto en Lirquén como en Penco. Ejerció como profesor en varios establecimientos de la comuna, jugó fútbol por Coquimbo CRAV igual como lo hiciera su padre, don Fernando Castro, fallecido en octubre de 2016. También trabajó como administrador municipal en el municipio pencón por años, donde, en virtud del cargo, le correspondió subrogar al alcalde Ramón Fuentealba en varias ocasiones.
El profesor y pintor José Fernando Castro Reyes en su casa de la villa Bahía Azul de Penco.
           Casado con la tomecina Gloria Elgueta, el matrimonio tiene cuatro hijos: Gustavo, audiovisualista; Claudio Sebastián, arquitecto; Valeria, matrona; y Catalina, estudiante de arquitectura en la Universidad Católica. Fernando ha expuesto en forma individual en Yungay, en Ránquil y en dos muestras colectivas en Concepción con motivo del centenario de Nicanor Parra y de Vincent Van Gogh.
La paleta dentada creada por Fernando Castro para
acercarse al estilo de Van Gogh.

       En los muros de su casa cuelgan telas con su impronta que embellecen las distintas habitaciones. No sólo el color abigarrado, sino que su conjugación con el dibujo y los temas paisajísticos donde predominan los álamos estilizados que se inclinan en distintas direcciones generan un todo inspirador. Los cuadros marcan también las distintas etapas que ha vivido su autor que van desde lo figurativo a la abstracción. Un toque especial a este ambiente visual predominante es la música seleccionada por el pintor, un plus al momento de oír las descripciones que él hace de esas obras más significativas expuestas allí para sus moradores y sus visitas.

       El carácter serio y tranquilo del profesor explota en espontaneidad cuando en su taller solitario suelta las riendas de su imaginación. Los pigmentos de acrílico de todos los tonos se aglomeran y resbalan sobre la superficie en la que va a trabajar. La inspiración, la técnica y el buen gusto complementan su inquieta labor artística. Esta inclinación creadora que había permanecido en potencia y casi oculta durante tanto tiempo en el espíritu del profesor ha salido a la luz y lo ha convertido en un potente artista plástico de la ciudad. Sin duda muy pronto conoceremos nuevos trabajos suyos que nos sorprenderán. Enhorabuena. 
El profesor Castro narra el contenido de su obra Penco en una conversación con nuestro blog.

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