Pabellones similares a los que hubo en Penco aun quedan en Chillán, en avenida Palermo cerca de la medialuna. |
La planta de una casa de esos
pabellones incluía un corredor techado con piso de cemento y un poste en el
medio. Sin duda, creado para que los moradores pudieran habilitar una nueva pieza a modo de galería. Presentaban dos ventanas y una puerta con ventana en su fachada, la que se repetía en la parte posterior. Tenían dos piezas grandes
unidas por una puerta para el uso de una cortina divisoria; hacia la parte
posterior había un corredor techado también parecido al de la entrada, pero de
menos superficie pensado para otra habitación que bien podría ser un comedor
del diario. En la segunda mitad, hacia un costado estaban el baño, con ventana
al exterior y una cocina con “poyo”(*) también dotada de ventana. A ella se
accedía por un pequeño pasillo entre la parte posterior del baño y la segunda
pieza grande. Sobre el “pollo” había una enorme campana de latón que extraía los humos por una chimenea hacia el exterior.
Más atrás había un patio
multi propósito, la gente construía ahí más piezas y otros preferían hacer huertas, tener gallineros o disponer de un espacio para tender ropa. Esa superficie debió tener 5 x
7 metros cuadrados. El techo de los pabellones estaba cubierto de planchas de asbesto
cemento fabricadas por Pizarreño. Canaletas conducían las aguas lluvias hasta
el suelo.
Estas casas de Chillán, iguales a las mencionadas en este texto, tienen casi 80 años. |
Los pabellones de emergencia de
Penco –¿por qué no les pusieron un nombre?– fueron dos filas de diez casas
cada una, que estaban dispuestas en paralelo a la calle Freire. En total veinte familias vivían allí. Cuando
llegó el gobierno de la Unidad Popular, se decidió construir un proyecto
inmobiliario para los moradores de los pabellones y para otros grupos de
poblaciones a fin de mejorar los estándares de vida. Fue así como nació la actual
remodelación de Yerbas Buenas, Cochrane, Blanco y línea férrea. El gobierno de
la época llamó a esa población “Ñancahuazú”, evocando en lugar de Bolivia donde
murió el Che Guevara. Cuando llegaron los militares, las nuevas autoridades de
la vivienda le cambiaron el nombre por el actual “Lord Cochrane”.
1 comentario:
Qué interesantes datos. ¿Se aplicó el mismo diseño en los Pabellones Normales de Chillán? Parece que sí, aunque con diferencias leves. Es una calle digna de visitar por su excelente estado de conservación y el exqusito aire anticuado de sus casas de madera. Lamentablemente hace algunos años instalaron rejas en sus dos puntos de acceso y un letrero de "ingreso sólo residentes", lo que volvió difícil el turisteo. Creo que luego el letrero fue quitado por tratarse de una "zona típica", aunque no por ello las rejas se sientan amenazadoras.
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