sábado, marzo 10, 2018

UN DÍA DE JULIO DE 1958 PENCO ENTRÓ EN LA ERA DEL CINEMASCOPE

Tyrone Power y Kim Novak en «Melodía Inmortal», película que marcó el debut del cinemascope en Penco, en julio de 1958.
        
La CRAV dispuso cerrar por diez días su sala de cine que funcionaba en el enorme edificio que había en la esquina de O’Higgins con San Vicente y que se prolongaba a lo largo de unos cien metros por esta última calle en Penco. El cierre temporal y programado del recinto se produjo durante la segunda quincena de julio de 1958 y el propósito fue efectuarle una urgente modernización incorporando la tecnología del cinemascope. Los trabajos consistían en ensanchar la pantalla e instalar nuevas proyectoras para el efecto. El cine era administrado por el Departamento de Bienestar de la Refinería y los cambios y actualizaciones ─para estar acorde con los tiempos─, significaron una inversión de dos millones de pesos (de la época). Junto con los adelantos técnicos para la proyección de material fílmico, se le dio una buena «manito de gato» a toda la sala, que estaba dividida en dos espacios: la galería y la platea.
        El sistema de proyección en cinemascope se había incorporado masivamente en los cines norteamericanos a partir de 1953 y en Santiago ya era una cuestión generalizada. Por tanto, Penco no podía permanecer al margen especialmente por la alta demanda de público por ver cine y porque aumentaba la producción de películas en ese nuevo formato lo que obligaba rápidamente a ponerse al día.
Publicación del desaparecido diario La Patria, de Concepción, en julio de 1958. 
              Mientras se efectuaban los trabajos, los cinéfilos pencones, acostumbrados a la exhibición de una película nueva por día, tuvieron que someterse a la espera que para ellos se prolongó demasiado. Pero, la CRAV quería que todo estuviera en regla para el lanzamiento de su cine renovado. Hasta antes de estos cambios, en la sala se proyectaba material viejo en formato parecido al 4/3 de la televisión antigua. Con el cinemascope las escenas estaban filmadas en fotogramas de 35 milímetros con un buen grado de compresión, lo que exigía usar una óptica adecuada para proyectar y desplegar las imágenes ensanchadas, para lo que se requería de una pantalla apaisada (más ancha que alta) y en algunos casos cóncava.
        Hasta que pasaron los diez día y vino el debut del cinemascope en Penco. Para tan importante ocasión se programó la película «Melodía Inmortal», filme producido en Estados Unidos en 1956 que narraba la vida del popular pianista Eddy Duchin, muerto a la edad de 42 años. Si bien la película fue un éxito de taquilla no consiguió ningún Óscar. Su director fue George Sydney y los protagonistas, Tyrone Power y Kim Novak. La exhibición fue una maravilla visual y sonora para las decenas de personas que acudieron al debut. Desde ese día de finales de julio de 1958, Penco entró en la era del cinemascope.
POST SCRIPTUM. El cinemascope es una tecnología anamórfica, se necesitan dos prismas para permitir que la imagen se comprima horizontalmente y se la utiliza para formatos muy panorámicos. Para mostrar estas imágenes así filmadas se necesita un proyector que haga la tarea inversa: descomprimir y desplegar las proporciones como verdaderamente son.

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