jueves, abril 05, 2018

UN TESTIMONIO DE LA VIDA DE DON JUAN ARROYO EN PENCO, DE SU COLEGA FERNANDO PULGAR ÁVALOS

NOTA DE LA REDACCIÓN: A una solicitud de nuestro blog, don Fernando Pulgar Ávalos ingeniero químico que trabajó en Fanaloza en Penco y que actualmente está radicado en Viña del Mar, nos ha respondido con un mail con algunos interesantes aspectos de la vida de don Juan Arroyo Menke, quien como hemos informado en un post anterior, dejó de existir el 20 de marzo de 2018 en Santiago. El señor Arroyo fue el ex jefe de laboratorio Químico de Fanaloza, circunstancia en la que desarrolló una gran amistad con el señor Pulgar. A continuación publicamos su relato y al mismo tiempo agradecemos su amabilidad: 
Don Juan Arroyo Menke aparece a la derecha de la segunda fila de personas 
en esta foto en Nagoya, Japón, 1970. 


          Corría el año 1927, cuando el ciudadano español  José Díaz Hernández, de una artesanal industria locera, fundaba Fanaloza en Penco, que llegaría a convertirse en una gran fábrica de Loza de Vajillería, Artículos Sanitarios, Azulejos y otros. 
          Tres generaciones desde su fundador aportaron al desarrollo y prestigio de su producción, llegando a niveles nacionales e internacionales.
          Los señores  Facundo y Genaro Díaz Boneu  viajaron a Europa para ampliar sus conocimientos cerámicos y aplicarlos en Chile.
          Sus hijos siguieron sus huellas, pero el avance industrial científico-técnico, requería de profesionales de nivel superior y por ello decidieron contratar ingenieros ad-hoc. En mayo de 1953 llegó el suscrito, Fernando Pulgar Ávalos, recién egresado de la UNIVERSIDAD TÉCNICA DEL ESTADO (U.T.E:) de Santiago a la producción y control de los Colores y Barnices Cerámicos.
Poco después y por sugerencia de su compañero de la UNIVERSIDAD TÉCNICA  FEDERICO SANTA MARÍA (U.T.F.S.M.) de Valparaíso, arribó Juan Arroyo Menke  como Jefe del Laboratorio Químico, quien propuso incorporar nuevos equipos y se mejoró así la calidad de la producción.
Mi encuentro con Juan fue de mutua empatía, tanto en lo laboral y lo social.
         Digno de mencionar, es la amistosa acogida que recibimos de los trabajadores de  FANALOZA (empleados y obreros) y también de los vecinos de la ciudad de Penco.
Fdo. Pulgar Ávalos con Edgardo Salinas
Garcés, jefe, este último de la ex Planta de
Azulejos de Fanaloza.
          La compañía de su joven esposa, le dio calor humano familiar a la vida de Juan, en especial con el nacimiento de  su hija primogénita, Patricia Arroyo Díaz. Juan, dominaba el alemán  y gustaba de la música selecta, por eso cuando adquirí el vinilo Long Play de la 8va. Sinfonía de Beethoven, me tradujo la letra que venía en la carátula.
         Otro recuerdo grato, es el trío de amigos que formamos con Edgardo Salinas Garcés, Juan y yo , para reunirnos algunos fines de mes, después del trabajo, en el Hotel Ritz, frente a la Plaza de Concepción, para «arreglar el mundo», en torno de unos bocados y algunas copas...
          En 1957, tuve la oportunidad de venir a trabajar a la Refinería de Petróleo de ENAP en Concón y la Familia Arroyo Menke tuvo la gentileza de llevarme en su auto al Aeropuerto de Concepción, teniendo allí una emotiva despedida.
          Durante los Años Negros de la Dictadura no tuvimos mayor comunicación, hasta la vuelta a la democracia en que nos reencontramos. Fui a su casa en Recoleta y Juan y Nena estuvieron un Fin de Semana con nosotros en Viña Del Mar.
          Juan Arroyo Menke nos deja el gran legado de una vida ejemplar, que permanecerá siempre en nuestras memorias:
          Saludos a todos, en especial a Nena, su gran compañera: 
Fernando Pulgar 
Don Fernando Pulgar Ávalos.
Ávalos                                                                                
          NOTA: Quiero agradecer a los amigos Nelson Palma y Juan Arroyo, hijo por avisarme de la partida de Juan, padre. Así también a mi hija Ruby, residente en EE.UU. por su preocupación de editar videos con lo publicado en el Blog de Penco.
           Les adjunto material fotográfico junto a mi relato.
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Tarjeta postal enviada por don Juan Arroyo a su colega Fernando Pulgar Ávalos 
desde Japón incluía también la foto del comienzo de este post. 
Transcripción del mensaje de la postal: «Nagoya, 18 de julio de 1970. Mi querido amigo, aquí me tienen en Japón aprendiendo a hacer platos. Nunca pensé que Japón fuera tan caluroso. Cómo se transpira por acá. La ocupación permanente, la extraordinaria gentileza de los japoneses, su alto nivel de civilización hacen más soportable la lejanía del hogar, de los afectos y el enfrentamiento a una cultura completamente distinta a la nuestra. Recuerdo con mucho afecto los momentos vividos con usted hace ya algún tiempo. Le saluda con afecto su amigo de siempre, Juan Arroyo».

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