En Penco, cuando hablábamos del aporte a la cultura local de
personas que llegaron de otros lugares del mundo, saltaban a la palestra
apellidos provenientes de Italia, España, Francia, Alemania, China; gente que se
afincó acá y que con el tiempo se confundió con los habitantes locales. Y
llegaron por distintos motivos: comerciales, profesionales, de trabajo, de
búsqueda de nuevos horizontes. Lo importante fue que esas personas se quedaron
y aportaron. No se trató de «aves de paso».
Foto referencial (Internet). |
Distinto es cuando abordamos el tema hoy en día. En los tiempos actuales somos testigos de la llegada de más
gente, nuevas familias, en un proceso de inmigración internacional sin
precedentes que registra Chile, fruto de la inestabilidad política y
precariedad económica en sus países de origen. Es gente que viene a Penco
esperanzada de poder rehacer su vida. Por este motivo no es raro oír a
personas hablando español con giros no escuchados, con sonoridades y
musicalidades distintas. El tono del color de la piel de mucha gente que
circula por nuestras calles también muestra diferencias.
El Departamento de Extranjería y Migración de la Región del Biobío informó en marzo de 2018 haber cursado documentación a 9.335 migrantes provenientes de 14 países. Si bien la cifra es oficial es probable que el número sea aun mayor considerando a quienes se presentan cada día a formular solicitudes. Estas personas están distribuidas en todas las ciudades y localidades de la provincia.
El Departamento de Extranjería y Migración de la Región del Biobío informó en marzo de 2018 haber cursado documentación a 9.335 migrantes provenientes de 14 países. Si bien la cifra es oficial es probable que el número sea aun mayor considerando a quienes se presentan cada día a formular solicitudes. Estas personas están distribuidas en todas las ciudades y localidades de la provincia.
Un indicador del volumen de la inmigración es la iniciativa,
por ejemplo, de ofrecer en Penco cursos gratuitos de «creole», la lengua que se
habla en Haití. Este sólo hecho constituye también un signo de la acogida
pencona a inmigrantes con la íntima expectativa local, eso sí, que haya un punto de
término. Porque como sea, el espacio no es mucho.
Jeremy Irons (foto El País). |
Y para terminar, se me viene a la mente una cita del actor
británico Jeremy Irons publicada recientemente por un diario español para referirse a
Londres, ciudad cosmopolita por antonomasia. En cualquier caso, presento mis disculpas a mis lectores por lo
que pudiera ser una exageración en lo que se refiere a Penco, pero esto fue lo que dijo Irons: «Lo que me
gusta de Londres es que uno puede caminar horas para encontrarse con un inglés.
Y me parece bien».
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