viernes, febrero 08, 2019

OTRA FACETA DE JOSÉ CHESTA, EL DRAMATURGO DE LOS PESCADORES DE CERRO VERDE

En la foto de la derecha, José Chesta, frente a la antigua municipalidad de Penco.
Texto:            Nelson Palma
Producción:  Manuel Suárez               
          La vida del dramaturgo José Chesta, ex profesor de Cerro Verde, sigue siendo un tema que apasiona a los amantes y los estudiosos de las obras escénicas. Nacido en Temuco en 1936, se graduó de profesor en la escuela Normal de Valdivia en 1954 y al año siguiente llegó a Concepción para ingresar a la escuela N° 54 de Cerro Verde, cuyo fundador y director era Eduardo Campbell. Allí trabó amistad con los otros jóvenes profesores del plantel: Ramón Fuentealba, María Isabel Vergara y colegas de Penco: Servio Leyton, Rosauro Montero y otro profesor penquista Eduardo Espinoza. Chesta también estudiaba derecho y teatro en la Universidad de Concepción. Como dramaturgo logró reconocimiento nacional con su obra «Las Redes del Mar», pieza en tres actos que narra la vida sacrificada de los pescadores artesanales de la caleta. José Chesta murió en 1961 en un accidente de carretera, estaba por cumplir los 26 años. Sin embargo, sólo quienes lo conocieron en persona, quienes fueron sus amigos y colegas e interactuaron con él nos pueden entregar un perfil del personaje, del ser humano.
El profesor Ramón Fuentealba con sus alumnos en la escuela de Cerro Verde, donde también impartían clases José Chesta y María Isabel Vergara.
               El nombre del joven profesor y dramaturgo sale a la conversación, durante un agradable té que la señora María Isabel Vergara, viuda de Ramón Fuentealba (ex alcalde de Penco),  nos ofreciera en su casa a Manuel Suárez de la Sociedad de Historia y a mí. Ella fue profesora de la N°54 en los tiempos de Chesta. «José era un tipo muy divertido, pero también estudioso, viajaba todos los días desde Concepción a hacer clases en la escuela de Cerro Verde. Él se juntaba aquí en Penco con los profesores que éramos de acá y nos íbamos juntos caminando por la línea del tren así lloviera o no. Entre sus bromas, le gustaba ir caminando sobre uno de los rieles, equilibrándose», recuerda la señora Isabel. En el intertanto Chesta escribía su primera obra de teatro, inspirado en la vida de la gente de Cerro Verde. Cuando la pieza teatral estuvo terminada y presentada por su autor al Teatro de la Universidad de Concepción, TUC, su director Pedro de la Barra, decidió su puesta en escena. Transcurría 1959. Para entonces, los actores que representarían a los personajes iban a Cerro Verde para empaparse del ambiente y conversar con los pescadores, los mineros y sus mujeres… Al mismo tiempo, Chesta invitaba a sus compañeros profesores a ver teatro en el recinto de la Universidad. «Recuerdo que en Cerro Verde nos daban ese pan que llaman de mina y durante el desarrollo de la obra comíamos las tortillas, Chesta, también»…
María Isabel Vergara, viuda de Fuentealba, junto al
alcalde de Penco, Víctor Hugo Figueroa,
durante la reciente inauguración
del boulevard «Ramón Fuentealba».
               Para la graduación de la promoción del primer sexto año de Isabel Vergara, hubo una ceremonia en la escuela, en que todos los niños y niñas que egresaban asistieron con sus mejores tenidas. En la oportunidad habló el director, señor Campbell, quien se refirió al curso que salía y a su profesora, la señora Isabel. Después subió al pequeño escenario José Chesta para pronunciar su discurso, el papel lo sacó de su chaqueta. Salieron a relucir su pluma de dramaturgo y sus conocimientos de actuación: «Y comenzó a leer recuerda la señora Isabel–. Dijo unas palabras muy lindas, pero que a mí, en mi nerviosismo me parecían una ironía, porque no creía en todas esas cosas que él decía de mi persona y de mi desempeño. Destacaba mi trabajo y cómo éste se reflejaba en los niños. Yo pensaba, José se sigue burlando. Los demás se deben estar riendo de mi»…
               Al final ella quedó molesta por ese discurso. Ese mismo día, habló este asunto con Ramón Fuentealba, el otro colega, quien posteriormente sería su marido. Le contó este sentimiento negativo que le causaron las palabras de Chesta. Fue entonces que Ramón le dijo: «Estás equivocada Isabel. El discurso dijo lo correcto de ti y fue emocionante.  La otra profesora detrás tuyo estaba llorando, emocionada… Eso de la burla está en tu imaginación»…
               Isabel añade que al primer encuentro con Chesta después del episodio, ella le pidió disculpas por malinterpretar sus palabras. A lo que el dramaturgo, sin perder su sentido de humor y no darle más importancia, le dijo riendo: «Pero, por favor querida Isabel, si todo lo que dije es cierto. Para mi tú eres lo que afirmé en mi discurso y más»…
José Chesta Aránguiz.
               En diciembre de 1961, una amiga muy apreciada de Isabel murió a temprana edad en Penco. Nos contó: «Fuimos a su funeral en el cementerio parroquial.  Ahí estábamos cuando llegó a mi lado Ramón (Fuentealba) y me dijo: ‘Chesta sufrió un accidente’. Lo miré sorprendida y con preocupación. No me digas que murió, le dije. ‘Sí, murió’, me respondió». Esta fue la circunstancia en que ella supo del fallecimiento de su colega.
         Según la información documentada, José Chesta Aránguiz, autor de la simple, profunda y bella obra de teatro sobre Cerro Verde «Las Redes del Mar» y otras, murió el 23 de diciembre de 1961 en un accidente automovilístico  ocurrido cerca de San Fernando, cuando regresaba de Santiago. Era casado con la directora de teatro Berta Quiero.
El director del TUC, Pedro de La Barra, conversa con el dramaturgo José Chesta, sobre la puesta en escena de la obra sobre  la gente de Cerro Verde en 1959.
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Otros post sobre el dramaturgo y su obra publicados en este blog, aparecen en las siguientes direcciones:

https://penco-chile.blogspot.com/2016/11/obra-teatral-inspirada-en-cerro-verde.html

https://penco-chile.blogspot.com/2016/02/las-redes-del-mar-una-obra-emocionante.html

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