Anoche 30 de marzo de 2020, la Sociedad de Historia hizo historia. Por primera vez seis de sus miembros –estaban invitados 22– se integraron en una video llamada desde distintos puntos. Es cierto que las video conferencias son una rutina, pero el recurso no había sido empleado por la Sociedad de Historia de Penco. A las 20 horas, horario prefijado, los seis entramos en sintonía. Las razones para el encuentro eran varias: conocerse, permanecer en casa, intercambiar puntos de vista sobre la pandemia que azota al mundo y analizar los comportamientos de la sociedades en el pasado así como ahora frente a estas emergencias. El encuentro de lo más entrenido duró una hora y 50 minutos.
La idea de juntarnos virtualmente se
gestó entre el presidente de la Sociedad, Jaime Robles y Gustavo
Campos, quien estableció el canal Hangouts para el enlace simultáneo
de los participantes. Además estuvieron el profesor Carlos Ibarra,
Ignacio Riffo, Nelson Lobos y Nelson Palma.
La conversación múltiple osciló, por
ejemplo, entre interesantes datos históricos como la peste del
colera de 1886. El gobierno central de entonces emitió volantes
impresos para información sanitaria de la población. Cuando ese
material llegó a Concepción para ser distribuido entre los
penquistas se dieron cuenta que los contenidos no servirían porque
un alto porcentaje de personas no sabía leer. Entonces se incorporó
la Iglesia y los textos fueron leídos en las capillas. La unión
ciencia y fe sin prejuicios funcionó como es debido. (Dato del profesor Ibarra).
Otro elemento que se conoció en esta
reunión fue que los servicios sanitarios de Penco usaron el río
como vertedero en el siglo XIX. Todos los desechos de la población
se iban al mar arrastrados por el estero. Existía la idea que el
agua disolvía los agentes de enfermedades porque éstos solamente
existían en el aire (dato de Campos). Los temas, por cierto, fueron muchos y todos novedosos; aquí
sólo hemos incluido un par de ellos.
La reunión terminó diez minutos antes
del toque de queda y se acordó realizar nuevos de estos
encuentros virtuales de modo más frecuente y ojalá con mayor
participación. Pero, fue sólo el comienzo.
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