domingo, mayo 03, 2020

LAS SEÑORITAS RODRÍGUEZ: ANFITRIONAS DE GABRIELA MISTRAL

Esta es una foto antigua, de hará unos 12 años aprox. La flecha apunta al lugar de la calle Cochrane donde tenían su residencia las señoritas Rodríguez, la que se ve insertada en el ángulo superior derecho.

            I
maginemos las calles de Penco en los años 40, gente por aquí y por allá haciendo trámites, compras o simplemente paseando. Cuatro hermanas frecuentaban también ir por ahí como todos, eran las profesoras Rodríguez o, como les decían sus vecinos, «las señoritas Rodríguez». Y una día junto con ellas, en amena conversación, caminó por nuestras calles Gabriela Mistral. Si estas fueran las imágenes para un documental de época, un editor de video las apoyaría con la melancolía de tangos, el salero del charleston, o tal vez con la voz del superestar Lucho Gatica. 
Pero, mejor entremos en el documental y enfoquémonos en las imágenes particulares de las señoritas Rodríguez. En lo formal, ellas seguían la moda; y cuando no compensaban presentándose de punta en blanco. 
          Por ejemplo, la señorita Ludomila Rodríguez, a quien cariñosamente le decían la «Lulito», profesora de la escuela N°32 de niñas, vestía impecablemente. Siempre muy bien pintada ella, en especial sus labios. Nada que decir del peinado, prolijo hasta el último detalle. Y las medias de seda, también. Motivo de su preocupación era que la costura estuviera en línea perfecta con su peroné. Nada de medias chuecas y torcidas, menos aún con los puntos idos. No.
LAS SEÑORITAS RODRIGUEZ en una foto del libro de Víctor Hugo Figueroa. Suponemos que tres de ellas son las que aparecen sin delantal blanco.
          La «Lulito» era la segunda de cuatro hermanas, conocidas en Penco como las señoritas Rodríguez. (Rodríguez Poblete). La mayor se llamaba Ana Elvira, de una personalidad muy dulce, según nos cuenta la profesora de inglés de Penco, hoy con residencia en Concepción, Luz Irene Contreras quien las conoció bien porque eran sus vecinas en calle Cochrane. La tercera se llamaba Rosa Elena y la cuarta, Carmen Rosa, inteligente y jovial, de acuerdo con la descripción de la misma fuente.
GABRIELA MISTRAL
          «Yo las visitaba con alguna frecuencia, porque vivíamos al lado», nos dijo Luz Irene. Y nos contó una curiosidad: «En una ocasión, mientras me encontraba en el comedor de su casa conversando con ellas, me dijeron “fíjate que en esa silla se sentó a tomar té con nosotras Gabriela Mistral. Y ésta es la taza que ella usó, la guardamos como reliquia”. Yo debí poner cara de incredulidad o de sorpresa, pero ellas insistieron y estaban muy orgullosas. Eso pudo ocurrir durante alguna visita que la poetisa haya hecho a la escuela N°32 y las señoritas Rodríguez, profesoras del plantel, la invitaron a un té en su casa. ¿Por qué no? Si vivían a cuadra y media. Ellas me contaron este epidosio muy serias. Doy fe de lo que me narraron aunque no poseo otra información».
         
LUZ IRENE CONTRERAS
         El mundo de las señoritas Rodríguez Poblete no era muy ancho. Vivían bien en su hermosa casa con jardín que miraba al mar, en el N° 45 de la calle Cochrane a metros del inicio de Maipú. Asistían a misa regularmente los domingo, cruzaban la plaza juntas, conversando, entreveradas con el resto de la gente. Atendían sus obligaciones docentes en las escuelas N°31 y N°32, algún viaje de compras a Concepción y el resto del tiempo lo pasaban en casa. Con ellas vivían dos sobrinos. A veces se las veía en las calles penconas para algún trámite, ir al correo, visitar a familias conocidas o simplemente realizando compras. Las cuatro hermanas solteronas, queridas y respetadas por la comunidad, vestían correctamente destacando, como decíamos, Ludomila por su maquillaje recargado con énfasis en el rojo de los labios, motivo de algún comidillo inocente. Se relacionaron bien con la sociedad de Penco, donde nadie tuvo para con ellas algún mal comentario.
          El poeta y profesor pencón Enrique Fernández dedicó un par de versos a las señoritas Rodríguez, en un poema que él tituló «Escuelas» escrito a fines de los 80 que reconoce la dedicación por enseñar de estas hermanas. Dicen esos versos:

«Es digna de mención, la destacada labor docente,
que, desempeñaron en esa ocasión las señoritas
Rodríguez Poblete, dispuestas en aulas diferentes.
[…]
La Elemental de Mujeres, similar senda los varones
1920, regidas por señoras: Bauxton, Prosperina
Mora Pineda, Ana Elvira Rodríguez ¡Valores!»
        
          La señoritas Rodríguez tuvieron un final silencioso. Todas permanecieron hasta el último de sus días en la casa de Cochrane frente a la actual escuela Los Conquistadores. La última de las hermanas falleció a comienzos de los 60. La vida profesional de ellas en las escuelas penconas transcurrió entre 1915 y 1950 aproximadamente ₂. Posiblemente aún haya en Penco algún ex alumno o alguna ex alumna que recuerde con nostalgia y cariño a alguna de estas queridas profesoras. Igualmente, nosotros desde este blog decimos: no las hemos olvidado.
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₁  Gabriela Mistral efectivamente visitó Penco tal vez en 1921, según una carta que ella envió a Manuel Magallanes Moure y en cuyo encabezamiento le dice: "Vengo llegando de Penco". El dato documentado confirma lo que las señoritas Rodríguez le dijeron a la profesora Luz Irene Contreras que la poetisa tomó té en su casa de Cochrane 45 o que incluso se hospedó ahí. Esta información la rastreó en internet Jaime Robles, presidente de la Sociedad de Historia de Penco, quien a su vez la entregó a nuestro blog. 


No disponemos información acotada sobre el tiempo que ellas ejercieron en las escuelas de Penco. Nuestra afirmación es un cáculo aproximado.


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