NOTA DE LA EDITORIAL: El abuso con la naturaleza y el despojo de riquezas de la tierra se denuncian con frecuencia en las redes sociales, no así en los medios formales de comunicación, que prefieren abordar vanalidades. El siguiente texto fue elaborado por el profesor pencón Juan Espinoza Pereira con residencia en Copiapó, quien nos hace una advertencia del impacto que tendría para Penco la explotación de elementos biolantánidos. Para ello Espinoza se vale de su experiencia diaria de lo que él ve como resultado de las faenas mineras en el norte de Chile.
HUASCO, contaminación por faenas mineras. |
UN ACTO FALLIDO DE LA SOCIEDAD
OCCIDENTAL EN PENCO
Texto y fotos Juan Espinoza Pereira (Docente), desde Copiapó
Los pueblos originarios en todos los continentes se reconocen como un ser-estar-siendo, en palabras simples un sujeto que está en un medio ambiente que le permite habitar, tener su alimentación; pero al mismo tiempo al estar en relación con otro sujeto puede construir eco-comunidades que le permite darse cuenta de su entorno y construirse a sí mismo cuando entra en relación con el otro. Lo expresado no es una utopía, ni menos aún ha de asociarse con algunas posturas religiosas; por el contrario, las actuales sociedades racionales occidentales, tienen sus orígenes en las eco-comunidades y que aún existen en pleno siglo XXI como el mundo andino, las comunidades de la costa (desde los changos, pasando por lafkenches, huilliches, etc.) o las comunidades mapuches. Hoy, tanto las eco-comunidades como las sociedades occidentales cohabitan de manera desigual ya que hay una supremacía por la racionalidad como la mejor manera de conocer, interpretar y construir realidades artificiales a través de la técnica.
Las
palabras anteriores, son para realzar algo que presencié en Penco en
el mes de febrero de 2022, donde unos jóvenes se encaramaban en unos
postes para desplegar una propaganda relacionada con un plebiscito
medio ambiental, unas maniobras arriesgadas ya que ninguno portaba
elementos de seguridad; las pancartas indicaban la fecha de la
consulta ciudadana.OTRA VISTA de la contaminación por la minería en Huasco.
El
tema me hizo pensar rápidamente mi actual entorno (Atacama) que es
un territorio casi completamente de sacrificio, donde los laboreos
mineros y empresas que colaboran con la pequeña, mediana y gran
industria minera cada día destruyen no sólo el medio ambiente, sino
las comunidades y las micro sociedades que se han levantado. Imaginé
a Penco con una faena minera de Biolantánidos, los pseudo-discursos
en pro del empleo, el progreso de la ciudad, el incremento de
circulante y, en fin una pléyade de falsas promesas que jamás de
cumplen, excepto la destrucción del medio ambiente, imaginé en
Penco los millones de toneladas de relaves que veo en mi transitar
diario (Copiapó), imaginé la bahía de Concepción muerta, sin
peces ni mariscos producto de la contaminación del mar como ocurre
en Chañaral, Caldera y Huasco; imaginé el fundo El Cabrito sin
árboles, con millones de toneladas de estériles formando cerros
artificiales, como ocurre en Capote (Freirina) o Guantemé
(Vallenar).CONSTRUCCIONES ABANDONADAS, herencia de la minería en Guantemé, Vallenar.
Con tristeza por lo que podría venir y mi imposibilidad de votar, debí volver al norte; mi alegría fue inevitable al ver los resultados del referéndum: 99% del universo votante había rechazado la propuesta y tan sólo el 0,9% había caído en los cantos de sirena de empresarios inescrupulosos, ofertando una mejor sociedad para Penco, cuando todos sabemos que las ganancias no se quedarían en la comuna, excepto el gran socavón y la contaminación a perpetuidad. Entonces, vuelvo a pensar en aquellos jóvenes colgando de los postes, bien valía el riesgo, porque ellos estuvieron por sobre los demás, ellos privilegian las eco-comunidades por sobre la sociedad occidental que tiene como bandera la racionalidad.
Un abrazo fraterno desde la distancia para cada una de ellas y ellos, su accionar no fue ni será en vano.
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Sugiero leer hermosos libros como:
“El Cáliz y la Espada,” Eiler, R.
“La Invención de la Naturaleza”, Wulf, A.
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