jueves, abril 04, 2024

EL FIERO ASPECTO DE LOS GUERREROS ARAUCANOS

ESTA POSTPRODUCCIÓN se basa en los elementos con que se cubrían la cabeza tantos los españoles como los mapuches en los combates por el territorio según el estudio realizado por el Museo de Penco.

                    Cuesta enderezarle la nariz a una idea que ha permanecido fija en la gente por tanto tiempo, de que los mapuches luchaban contra los españoles prácticamene vestidos con shorts y desnudo el resto del cuerpo. Así nos lo enseñaron y así aparecían en los dibujos, en los bocetos, en las revistas, en los libros de historia y en las estatuas. Pero, el asunto era muy distinto. Los guerreros mapuches, antes de entrar en combate, se rapaban para evitar que el enemigo los agarrara por el pelo y los arrastrara. También usaban un yelmo de cuero para proteger sus cabezas de recibir heridas. Y, lo más novedoso, el yelmo les cubría la cara con el mismo fin, sólo dejaba un agujero para un ojo y poder reservar el otro. Así se vestían realmente para la guerra.

                    Como hemos informado en otro post en este blog, esta desmistificación de los usos mapuches, la realizó el Museo de la Historia de Penco a través de un estudio de las fuentes tempranas disponibles en la historiografía. Por ejemplo los documentos de Góngora Marmolejo, Gerónimo de Bibar, Ercilla, Valdivia y otros describen estos detalles. Ahí estaba toda la información que un equipo del museo investigó y posteriormente visibilizó. Los créditos son para los expertos Gonzalo Bustos y Nelson Lobos.

                    Este trabajo, de algún modo, dejó en evidencia la poca prolijidad de los historiadores del siglo XX en lo relacionado con la indumentaria mapuche. Esta carencia de rigor provocó el error en la creencia popular de que los guerreros originarios se presentaban sin tomar resguardos al campo de batalla. Por eso, merece destacarse este esfuerzo por hacer las correcciones. Claro que mientras estos logros del conocimiento histórico no se difundan por los grandes medios nacionales no alcanzará al grueso público. Eso significa que permanecerá entre las cuatro paredes del museo, sólo al alcance de quienes lo visiten y se informen.

                    Tengo, sin embargo, una observación a este trabajo investigativo. En las imágenes de los modelos que se nos muestran, los combatientes se ven descalzos. No creo que los mapuches hayan podido caminar sin proteger sus pies de los abrojos, las espinas, los objetos cortantes o punzantes y, en general, las asperezas de los caminos. Tuve la oportunidad de ver en Osorno, allá a fines de los años 50, a personas de la etnia mapuche que usaban mocasines hechos por ellos mismos con cuero de vacuno. Los pies los envolvían literalmente hasta el tobillo y se sujetaban esta protección con largos cordones hechos del mismo material. Esta modalidad, sin duda provenía de los usos de antaño. Porque nadie puede ir descalzo un trecho muy largo, cruzar un bosque, por ejemplo, sin proteger sus pies de alguna manera.

EL JOVEN LAUTARO, fresco de fray Pedro Subercaseaux (1946).
 

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