Con gran inteligencia comercial, la fábrica de Vidrios
Planos de Lirquén, empleó durante un tiempo un teleférico de carros metálicos
para transportar carbón desde la boca de la mina o desde alguna cancha de acopio hasta sus calderas. La
distancia entre ambos puntos pudo ser de unos cuatrocientos metros que se
cubrían con una línea elevada sinfín, sostenida por torres de acero, la que arrastraba pequeños contenedores con forma
de cubo cargados con carbón. Estos cubos metálicos colgaban del cable y
oscilaban en su desplazamiento hasta las calderas de Vipla. Una vez que dejaban
su carga giraban y retornaban al punto de partida. La técnica empleada era de
los modernos teleféricos o, si se quiere, como los andariveles de una cancha de
esquí. La gente disfrutaba de contemplar el espectáculo del cable en movimiento con su oscura y brillante carga.
Esta técnica de transporte limpia, seguramente accionada por
fuerza eléctrica, prestó servicios hasta mediados de la década de 1950. Era un
espectáculo, decíamos, ver avanzar los carros jalados por el cable de acero hacia su
destino: las hogueras que alimentaban las calderas que la fábrica. El sistema
fue un acierto futurista de decisiones y realizaciones. Sin duda, un ejecutivo percibió que estando
el carbón tan cerca era factible llevarlo a la industria en forma sistemática,
sin contaminar ni crear congestión. Del mismo modo, fue un logro de la
ingeniería local que diseñó esta forma de transporte que no causaba ningún
problema: carbón directo del productor al consumidor, sin intermediarios.
Así de parecido era el teleférico de Lirquén. (Foto tomada de National Geographic). |
En las fotografías de época se muestran primero en lugar
donde se cargaban los cubos con carbón: en la boca-mina y el curso que seguía
el trazado del teleférico que pasaba junto al arco norte de la cancha de
Minerales, cruzaba la línea ferroviaria por el aire e ingresaba a Vipla por
arriba de los techos, foto 2. En esta última imagen que data de 1952 es posible ver el cable de arrastre que pasaba sobre el techo de la industria.
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