El mercado en los sesenta (Libro de Oro de Penco). |
El edificio del mercado hoy. |
La puerta del mercado, de hermoso diseño, elaborada en madera, hierro y vidrio. |
Sebastián estaba presto a atender a las "caseritas", siempre con simpatía no
falta de malicia. Con su delantal blanco abrazaba los trozos de vacuno, los
descolgaba haciendo gala de técnica y fuerza, los ponía sobre el mesón de
piedra y seccionaba con cuchillo y serrucho el corte que le solicitaban. Silbando,
cantando o echando la talla envolvía la compra en pliegos de papel de diario.
Así se estilaba entonces. No había plásticos. Y como tampoco había refrigerador
para mantener la carne, Sebastián rogaba que el producto se vendiera rápido. Así y
todo, cuando no había clientes, Sebastián se entretenía comiendo sabrosas
cholguas con limón que se vendían en los puestos del fondo. El hombre no se aburría.
Así era el mercado de Penco. Lleno de gente a media mañana.
Dueñas de casa con bolsones recorrían el recinto fresco y bien iluminado. Había
más carnicerías por todo el contorno del lado izquierdo, más allá del puesto de
Sebastián. Si uno entraba al recinto y avanzaba de frente, existía un pasillo
central flanqueado por puestos de verduras frescas y frutos de país. Mi amigo
Luchito Campos hacía pololitos en el primer puesto de la entrada ofreciendo las
verduras de todo tipo, papas, zapallos y lo demás. Así era la parte central
del mercado.
Al lado izquierdo estaba la carnicería de Sebastián. |
Al fondo, cruzando el pasillo central, atendían las pescaderías. |
Tal era el mercado de Penco, un polo de atracción, de colores, olores e intensa actividad comercial en especial en las mañanas. Hasta que llegó la modernidad. El recinto se deprimió, no se renovó y salió la competencia: la nueva feria que se instaló en calle El Roble. Hoy el mercado local está cerrado, su interior vacío a la espera de nuevos proyectos que se anuncian que más tienen que ver con la actividad cultural de la comuna que con el pequeño y pintoresco comercio de las "caseritas".
1 comentario:
Que hermosas narraciones,que albergan el sentir de un pasado tranquilo y de personas con corazones puros,felices y bondadosos.Añoro,los tiempos idos...Un gran abrazo.
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