Reportera informa del avistamiento de sirenas en la costa de Kiryat Yam, en el norte de Israel. |
Nunca oí a ningún pescador o mariscador de Penco, Cerro
Verde o Lirquén hablar de algún encuentro cercano con una sirena a lo largo de
la costa pencona esto es entre la desembocadura del río Andalién y Punta de
Parra. Jamás. Tampoco recuerdo que haya sido un tema. ¿Nos habrá faltado imaginación? Tal vez. Sí se hablaba de avistamientos de ballenas, de pulpos de gran tamaño e incluso una vez vi el cadáver de un enorme cachalote tendido en la playa. Pero, un cuento de sirenas, nunca.
¿Por qué las sirenas? Porque se están poniendo de moda.
Productores de televisión apasionados y con un entusiasmo excesivo se han propuesto recoger testimonios y han construido historias sorprendentes.
Y he aquí la supuesta sirena de Kiryat Yam, Israel,
grabada por dos jóvenes desde un acantilado.
Véala usted y juzgue.
La televisión «Animal Planet» difundió un documental sobre sirenas con imágenes y afirmaciones de carácter convincente. La primera pregunta es
¿existen las sirenas? Para la mayoría son parte de la mitología universal algo así
como los extraterrestres, o sea, fantasía. Sin
embargo, la historia contenida en estas producciones parece dar un giro. Aparecen algunos científicos que le encuentran sentido a la existencia de semejantes criaturas cuyo mundo era la
literatura fantástica; los circos del siglo XIX; La Odisea, de Homero; y los mitos ancestrales.
¿Cómo comienza la historia moderna de las sirenas? Hay dos argumentos
de interés público: los proyectos de explotación submarina de petróleo en las costas
de Groenlandia, cerca del Ártico y la campaña de ecologistas por impedirlo. Los
yacimientos de crudo están en el fondo oceánico de una zona declarada santuario
de la naturaleza, región marina donde se han registrado supuestos avistamientos, según se dice. El otro argumento son las
pruebas de sonar que realiza la marina de Estados Unidos para mapear el fondo
del océano con resultados trágicos para la vida animal en las profundidades. En
este último caso se culpa a estas pruebas de la varazón de centenares de
grandes cetáceos en la costa del estado de Washington, hecho ocurrido
recientemente. El uso del sonar destruye los oídos de mamíferos acuáticos
provocando su muerte, afirma el documental que estamos comentando. Y agrega que entre las víctimas podría haber sirenas.
Esta hipótesis nos remonta a los
orígenes de la existencia humana y algunos afirman que esa supuesta especie compartiría el mismo tronco primitivo con el hombre moderno. Hasta ahí se ve interesante el cuento. Y continúa: sólo que aquellos al igual que nuestros
antepasados bajaron de los árboles pero que a diferencia de nuestros ancestros buscaron su comida en el mar, lugar donde
permanecieron y se hicieron acuáticos. O sea, las sirenas serían nuestra
versión humana en el océano. Y quienes postulan la hipótesis dicen: «ustedes miren
sus manos y separen los dedos, vean como al llegar a la palma tenemos una
membrana, que ningún primate comparte con nosotros. ¿Estaríamos emparentados con sirenas? Por otro lado, es muy curioso, pero somos la única especie que
puede contener la respiración por un buen rato. Ningún otro mamífero terrestre
tiene esa resistencia bajo el agua».
Dr. Paul Robertson, biólogo marino defensor de la existencia de las sirenas. |
Entonces, la investigación busca evidencias. El doctor Paul Robertson, ex biólogo de NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), afirma haber encontrado en Sudáfrica un cuerpo de una sirena que fue devorada por un tiburón. Del estómago del escualo capturado se rescataron restos, entre ellos la cabeza y parte del tórax de la criatura. El tiburón había sido atacado bajo el mar con dardos fabricados por sirenas. Cuando se disponía a presentar la evidencia, las autoridades le confiscaron todo el material. En Estados Unidos y ante las innumerables afirmaciones de estos hallazgos, el gobierno federal emitió una tajante declaración diciendo que no existe ningún testimonio de la existencia de tales sirenas.
Mano de una sirena apoyándose en la ventana de un sumergible científico en Groelandia el 2013. |
Sin embargo, lo más sorprendente de esta historia ocurrió el 6 de marzo de 2013, cuando un pequeño submarino de exploración científica grabó una imagen de una sirena a 524 metros de profundidad en el mar de Groenlandia. Quien realizaba su trabajo de investigación allí era el geólogo marino Tortsen Schmidt junto a un colega. La aparición en la oscuridad fue súbita y duró dos segundos. La prueba fue tan importante, que el gobierno de Islandia interrumpió la puesta en marcha del proyecto de explotación petrolera. La idea era no poner en riesgo la vida de criaturas marinas entre ellas éstas de aspecto humanoide y evitar una ola de protestas públicas contra esa política.
El año 2009 dos jóvenes israelíes captaron cerca de Kiryat Yam la imagen de un
animal que parecía un humanoide marino o una foca descansando sobre una roca.
Sin embargo, cuando la criatura se dio cuenta se lanzó al mar exhibiendo su
poderosa cola, típica de los dibujos de sirenas. El alcalde de la localidad Shmuel Sisso dijo no sorprenderse por las imágenes. Por el
contrario ofreció una recompensa de un millón de dólares a quien lleve pruebas realmente contundentes,
inequívocas de la existencia de una sirena en las aguas de su comuna. Los
habitantes de allí dicen que las sirenas suelen verse al caer la tarde. De a
poco, entusiastas turistas llegan a Kiryat Yam con sus cámaras a probar suerte.
En un post anterior sugeríamos la idea de instalar una
representación en bronce de una sirenita sobre «la piedra del pato», frente a la
cancha de Gente de Mar, como un atractivo turístico para Penco, emulando a
Copenhague. Hoy, a la luz de los recientes testimonios que rescatan de la
fantasía y del mito a las sirenas para traerlas al mundo de la realidad,
podríamos abrir bien los ojos y preparar nuestras cámaras aquí también… por si
acaso.
Sin embargo, estas investigaciones sobre sirenas todavía están muy lejos de reunir pruebas concluyentes para que la comunidad científica valide su existencia. Por el momento, asumimos que se trata de hechos fantasiosos.
Sin embargo, estas investigaciones sobre sirenas todavía están muy lejos de reunir pruebas concluyentes para que la comunidad científica valide su existencia. Por el momento, asumimos que se trata de hechos fantasiosos.
----
NOTA DE LA EDITORIAL: 1) Las imágenes y la información de esta crónica fueron obtenidas de un reportaje en The Animal Planet HD emitido recientemente por tv cable y disponible en youtube bajo el título «Mermaids, the new evidence». Y 2) Aparte de lo señalado aquí y de los referentes citados en el reportaje, no hay evidencias provenientes de otras fuentes que permitan dar solidez a la existencia de tales seres marinos. Por tanto, el asunto central, esto es la posibilidad que haya sirenas en los océanos es una abducción. Es decir, es una conjetura más que una hipótesis, con escasos elementos que permitan afirmar con seriedad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario