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El cañón recién instalado durante la ceremonia de inauguración del Museo de Penco. |
Imponente luce el cañón del siglo XV montado sobre cureña y que fue instalado a
la entrada del nuevo Museo de Penco. Es muy parecido a aquellos de uno de los patios de La Moneda, en Santiago. La pieza que
estuvo perdida por 253 años fue recuperada recientemente. Perteneció a la
dotación de nueve cañones de La Planchada. La historia recuerda que en 1763 el
fuerte se quedó sin estas armas porque se las llevaron con motivo del traslado de
Concepción al valle de La Mocha; los tres con que cuenta actualmente los
trajeron mucho después. Sin embargo, gracias al firme propósito del alcalde Figueroa de conseguir aquellos que faltan y a la paciente tarea de investigación
del ingeniero Luciano Burgos, ingeniero de proyectos de Secpla del municipio
pencón, el primero de los perdidos está de regreso.
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Luciano Burgos al momento de hallar el cañón en Hualpén. |
«No fue fácil encontrar la hebra y seguirles la pista», dijo
a nuestro blog Luciano Burgos. El primer
cabo de la búsqueda lo obtuvo en el Museo de Hualpén. Luego de recorrer los
espacios y no encontrar ninguna pieza de La Planchada ahí, Burgos usó una
táctica de inteligencia para lograr algún dato. Como que no quería la cosa, le
preguntó a uno de los jardineros del recinto si él sabía de un cañón de tales
características. Y el trabajador le dijo: «allá por el cerro Rocoto hay uno
botado y que se parece al que me pregunta usted». De inmediato Burgos salió en
dirección del mencionado cerro dentro del fundo Hualpén. Para llegar debió
hacerlo en un vehículo 4x4 por lo empinado de la ruta. Sin duda el cerro forma parte de la orografía
de las tetas del Biobío. Y allí en un campo yermo, casi en la cumbre, tal como lo describió el jardinero, encontró
nuestra reliquia abandonada cubierta de una costra de orín fruto de la humedad
y el olvido de decenas de años.
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Un camión pluma se debió emplear para levantar el cañón de su sitio de abandono. |
Si hallarlo fue una odisea, para conseguir su devolución se
tuvo que cumplir con una serie de trámites administrativos. La Municipalidad de
Penco con la firma del alcalde Figueroa formuló la solicitud a la gobernación
provincial. Al documento le añadió un dossier con un contexto histórico de la
propiedad pencona. La autorización se logró además gracias a los buenos oficios interpuestos por la Sociedad de Historia de Penco ante la gobernación. Una vez que se dio la luz verde, el propio Burgos encabezó la operación
rescate. Para ese fin se hizo acompañar por gente del municipio y con el apoyo
de un camión pluma se levantó el cañón, cuyo peso es de tres toneladas.
Más tarde, se lo sometió a un carenado para retirarle el óxido y se le
construyó la cureña siguiendo los patrones originales. Sin embargo, la
ubicación actual frente al Museo pencón dará paso a la idea final que es
llevarlo al futuro centro de interpretación histórica que se contempla
construir a 30 metros de la Planchada.
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Técnicos del municipio de Penco instalan la pieza recuperada. |
El quinto cañón también fue ubicado por Burgos. Está
emplazado bajo el paso nivel del trébol de la autopista a Talcahuano. Éste se
halla en buenas condiciones, pero pertenece a la Municipalidad del puerto
chorero. Recuperarlo exigirá nuevos trámites y voluntades. En tanto, se sigue
averiguando el paradero de los cuatro restantes.
Los cañones del Fuerte La Planchada son de un calibre de 23
libras cada uno y manuales técnicos señalan que en su momento tuvieron un poder
de fuego efectivo de cuatro kilómetros.
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Al momento de ser levantado de Hualpén, los técnicos usaron neumáticos como apoyos para regresar el cañón a Penco.
Nota de la Editorial: La información contenida en este texto y las fotografías fueron proporcionadas por el ingeniero Luciano Burgos Seguel.
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3 comentarios:
Que bello saber de la recuperación. Lindo seria que algun día se pueda recuperar la campana de la primera catedral del Penco. Que hoy se encuentra bajo custodia de una iglesia en Concepción. Saludos
Estimado estamos trabajando arduamente para todo lo que alguna vez nos fue privado!!!
Excelente! Creo haber pasado en bicicleta un par de veces por al lado de ese cañón en Hualpén, sin saber que éramos coterraneos.
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