Motoristas cruzan el túnel de Punta de Parra sin adoptar precauciones. |
Causa preocupación saber que motoristas con poco criterio
cruzan acelerando sus máquinas por el túnel ferroviario de Punta de Parra. Al
hacerlo ponen en peligro la vida de otras personas que hacen el trayecto
caminando a modo de paseo. El pasadizo subterráneo tiene una curva pronunciada,
creando una zona de obscuridad total, sin referente. Una moto que circule en
esas condiciones y a cierta velocidad puede atropellar a cualquiera. La falta
de seguridad en el interior también tiene otras causales como lo subrayó Carlos
Wedell colaborador de este blog en una nota dirigida a nuestra redacción. A
este respecto, las observaciones de Wedell contienen el fundamento de su
actividad: es técnico en prevención de riesgo.
La construcción data de 1914 y su belleza y exotismo atraen a los turistas. |
ADVERTENCIA DEL PELIGRO
Nos dice: “Hay fallas en el túnel que son un peligro para las
personas que lo cruzan”. Y en su nota añade fotografías que muestran fisuras en
las uniones de las piedras. Desde que pasó el último tren un día o una noche
cualquiera de la década de los setenta, terminaron las tareas de mantenimiento.
Por tanto, no hay garantías que el revestimiento de la bóveda pegado con
mortero de hace más de un siglo (data de 1914), siga todavía firme. Tal
condición podría significar desprendimientos y la amenaza que golpeen a los
paseantes del túnel. Debido a la altura un impacto así podría tener
consecuencias lamentables. “Si se produjera un sismo fuerte podrían caer trozos
de material sólido”, nos dice Wedell. Y añade: “Las fisuras más importantes que
pude ver se encuentran en las paredes del lateral izquierdo (lado del mar),
también en el cielo de la estructura se observan grietas, pero creo que las
laterales son las que hacen más inestables a las estructuras y propician
derrumbes.”Estas fotografías testimonian la aparición de fisuras peligrosas en el interior del túnel. |
UN LLAMADO A LOS MOTOCICLISTAS
Prosigue Wedell: “El tema de las vibraciones también contribuye al debilitamiento de este antiguo ‘monumento’. Mientras estuve allí vi pasar dos sujetos en motocicletas acelerando sus máquinas al extremo. El ruido que sus conductores produjeron ahí adentro fue infernal, sin contar la cortina de tierra en suspensión que se genera por la velocidad. Habría que evitar la entrada de esos vehículos”. Y a renglón seguido, en su nota, nuestro colaborador sugiere una solución preventiva: que se instalen rejas en ambas bocas del túnel. Tal vez parecidas a las que emplean los supermercados para impedir el robo de carros. O algún mecanismo de torniquete, en fin… De este modo se podría regular el paso de turistas quienes, además, deberían llevar cascos protectores. Un proyecto de desarrollo turístico tendría que incluir, por ejemplo, un instructivo para saber qué hacer si un sismo sorprende a personas en su interior. Igualmente para los que se arrepientan de cruzar a último momento brindarles la opción de un sendero mejorado por encima, sitio por lo demás desde donde el paisaje es ideal para tomar fotografías.
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