Demos un vistazo, así de memoria, a este sector de Penco antiguo, que incluye el barrio estación. Hablamos de comienzos de los años 50 (1950). La foto nos habla de una escena algoe distinta a la que podemos ver hoy en día.
1. La red de rieles tenía una capacidad para cuatro convoyes cortos simltáneamente; dos de ellos junto a la estación para un eventual cruce de trenes de pasajeros. Los viajeros que venían en el tren que usaba el carril derecho respecto de la foto también disponían de un andén; las otras dos vías quedaban a la derecha.
2. La foto está captada desde La Planchada, la que entonces no tenía el muro alto que le pusieron después, cuando fue intervenida de modo inconsulto. En la imagen el antiguo límite del Fuerte se ve al centro como un ancho "radier". En el lado derecho del cuadro, se alcanza a apreciar un poste de luz.
3. A la izquierda se ve la antigua estación de madera con una vistosa galería. Adentro había asientos para los pasajeros que daban las espaldas a las ventanas y en la parte central: la ventanilla de la boletería, la puerta para la bodega de los equipajes y las oficinas del personal ferroviario; el piso era de baldosas. Nótese el estilo arquitectónico con un segundo techo en el medio. Esta construcción fue destruida por un incendio y reemplazada más tarde por el actual edificio, donde ahora funciona la Casa del Adulto Mayor de Penco.
4. La línea dos se ve ocupada temporalmente por algunos vagones de carga, los que eran de acero. Uno de ellos, en la mitad, es un carro para el transporte de petróleo. Y al fondo, un vagón cargado aparentemente con madera.
5. Más hacia atrás, por el lado derecho se levantaba la antigua bodega para cargas. Era de madera. Posteriormente se la reemplazó por una bodega de concreto la que recientemente fue demolida por inservible para la era post ferrocarril.
6. Se advierte un cierro al costado derecho y no se observa aún la construcción del restaurant Oriente.
7. Al fondo a la izquierda, el cerro Bellavista con el aspecto de una loma despejada, desprovista de casas. Arriba, atrás se ven pinos. Hacia la vertiente que da a la línea existía entonces un tupido bosque de aromos extranjeros. La gente se surtía ahí de largas varillas para guiar sus plantas de porotos en sus huertas o para las enredaderas de sus jadines.
8. A la derecha se advierte la silueta del muelle de la Refinería de Azúcar que engarzaba con calle Talcahuano.
Y 9. Más allá del muelle, por el borde de Playa Negra se aprecia claramente el manchón de bosque de pinos que fue plantado, sin duda, para contener las salidas de madre del río Andalién en su desembocadura.
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