martes, junio 25, 2019

UN CUENTO DE LA MINA DE CARBÓN DE LIRQUÉN

Instalaciones de la antigua mina de Lirquén.

           En Penco y Lirquén donde uno hunda una pala en el suelo, sale carbón. Ese era el decir de los antiguos mineros. Se referían a la generosidad y abundancia de ese combustible fósil en el subsuelo. Ciertamente el dicho popular es una hipérbole, una exageración si lo leemos al pie de la letra. Sin embargo, algo de cierto había si consideramos que en Cerro Verde, Cosmito y Lirquén funcionaron minas por décadas de las que se extraía carbón. No de excelente calidad calorífica, pero suficiente para poner en marcha industrias, generar electricidad y mover ferrocarriles.
           Del aforismo de aquellos mineros salían otros cuentos y éstos agarraban vuelo derechamente en la ficción. En esos tiempos circulaban muchas revistas de historietas que suplían la falta de televisión e internet. En una de esas publicaciones se incluía un relato de un delincuente que se había construido  una máquina para viajar en el tiempo. Entonces concibió una idea: ir al remoto futuro, cometer un robo y regresar al presente con el botín producto de su delito. Y planificó asaltar alguna joyería de alguna ciudad del porvenir.
         Antes de abordar la máquina del tiempo, se sobó las manos pensando en lo perfecto de su plan: asaltar una joyería y regresar sin que nadie en el futuro supiera de él ni pudiera hallarlo jamás, un crimen perfecto.
         La historieta añadía que el tipo llegó a una ciudad miles de años en el futuro y que cometió el asalto en la joyería más cara del lugar. Tuvo incluso tiempo de sobra cargar grandes cantidades de diamantes en unos sacos. Huyó con el botín, se subió al vehículo del tiempo y regresó al presente feliz de volver con su carga millonaria. Al fin rico.
        Ya en la tranquilidad de su casa, abrió los sacos con los diamantes y cuál fue su sorpresa que el contenido de las bolsas eran solamente trozos de carbón… El hombre no se había informado que los diamantes provenían del carbón, están constituido por el mismo elemento carbono y que la diferencia sólo estriba en la pureza y en el ordenamiento de sus estructuras microscópicas. El carbón deriva en diamante con el paso del tiempo. O sea, una piedra de diamante al retroceder en el tiempo regresaría a su forma original: carbón
        Demás está decir que esta publicación se conoció en Penco y que fue tema de conversaciones y de risas en algunos círculos. Muchos llegaron a soñar que la mina del Lirquén sería con los años un yacimiento de diamantes. Sin embargo, los científicos afirman que sería necesario que pasaran no sólo algunos sino varios millones de años antes que el carbón sometido a gigantescas presiones y elevadísimas temperaturas pudiera derivar eventualmente  en diamante. 
         Pues la mina cerró en diciembre de 1958 por razones comerciales. 

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