Un aspecto de la sala de ventas de Fanaloza, ubicada en la planta industrial en Penco. |
La actividad fabril de Penco exhibe
una larga historia de dolorosas situaciones de despidos de personal, una veces
en menor número, otras en cifras muy altas. Podríamos citar fieros impactos en
los intereses de los trabajadores como, por ejemplo, el cierre de la Refinería
de Azúcar en 1976; la fuga del ex dueño de Loza Penco, Feliciano Palma, por
fraude al fisco en los 90’ con el abandono de sus obligaciones de pago para los
loceros; en 1958, el término de operaciones de la mina de carbón de Lirquén, con la
consecuencia fue varios centenares de jefes de hogar sin empleo. Y ahora en
2019, cuando se pensaba que lo anterior era una pesadilla del siglo pasado, se
repitió, esta vez en Fanaloza, por causas a las que hay que buscarles una
explicación.
Las duras realidades de los
mercados tanto internos como externos ponen en jaque la producción de bienes en
Chile, particularmente cuando manufacturas importadas ingresan como una
avalancha al país a precios imposibles de igualar. Es el caso de los sanitarios
Fanaloza que deben competir en forma desventajosa con similares traídos desde
el extranjero donde los estados de origen otorgan fuertes subvenciones para su
fabricación. Una sala de baño básica (tasa, estanque, lava manos y pedestal)
hecha en Penco, por ejemplo, tiene un valor referente de costo de 25 dólares;
mientras que una importada es de 18
dólares. En consecuencia, el consumidor
que actúa siempre por conveniencia de precio, adquiere, obviamente, el producto
más barato.
Luis Ascencio, pdte. del sindicato N°1 de Fanaloza, Nelson Palma y Manuel Suárez, de la Sociedad de Historia de Penco. |
Esta diferencia brutal ha
significado la menor salida de sanitarios, los que se han ido acumulando en las
bodegas de la fábrica de Penco. La situación desfavorable para la empresa se
venía arrastrando desde hace un año, sin embargo, la gerencia había pospuesto
la adopción de medidas drásticas en la expectativa de que se materializaran compras
de sus productos en Argentina, hecho que no ocurrió debido a la crisis que vive
en vecino país. Tampoco resultaron tratativas en México. Cuando ambas opciones
se descartaron, la gerencia pencona se vio en la necesidad de despedir a más de
un centenar de trabajadores, es decir un turno completo. La empresa venía
trabajando a tres turnos. La lamentable medida se adoptó en los días previos a
las Fiesta Patrias.
La gerencia general en un
comunicado sostuvo que «el mercado en que participamos ha venido incorporando
cada año productos de menor precio que se pueden conseguir en la región y desde
Asia en general. Estos productos alternativos están con precios muy por debajo
de nuestros costos, razón por la cual nos vemos en la dolorosa necesidad de
reducir ciertas líneas de producción, con las que hemos venido obteniendo
pérdidas durante todo el 2019 y que nos hace imposible continuar». En su nota
del 13 de septiembre de 2019, la gerencia general añade: «De todas maneras mantendremos
a un importante número de colaboradores y un importante número de piezas que
debieran superar las 600.000 unidades anuales en nuestra fábrica. El resto de
productos deberá ser importado para poder suplir y no desaparecer en los segmentos
de mercado que son necesarios para mantener las mezclas tradicionales
producidas y vendidas por Fanaloza en Chile». El gerente Héctor Saavedra hizo
un llamado a los trabajadores que permanecen en la industria a redoblar
«desempeño, esfuerzo y dedicación para sacar esta tarea adelante».
Por su parte, el presidente del
sindicato N°1 de Coprosa (Fanaloza), Luis Ascencio, en conversación con nuestro
blog, dijo que estos despidos causaron un profundo impacto y que la respuesta
de la organización fue inmediata en orden a prestar apoyo a los exonerados.
«Por primera vez el sindicato que presido se ha comprometido en no dejar solos
a nuestros ex socios y hemos encaminado una serie de iniciativas para
ayudarlos. Por ejemplo, hemos tomado contacto con parlamentarios de las más
diversas tendencias de nuestra jurisdicción para buscar soluciones. Al mismo
tiempo estamos trabajando con la Municipalidad de Penco para avanzar en ideas
de reconversión laboral y la respuesta ha sido favorable. Los ex socios han
permanecido cerca de nosotros y participan en reuniones, de manera que entre
todos podamos reencauzar sus actividades productivas en otras fuentes laborales».
A esa iniciativa inédita han adherido también los otros sindicatos N° 2 y N° 3
de la empresa, puesto que los exonerados pertenecían a todos ellos. Lo
importante será ver resultados —ojalá pronto— que favorezcan a esos
trabajadores como el fruto de toda esta actividad de apoyo y solidaridad.
Una de las bodegas de Fanaloza en Penco repletas de productos esperando su turno para salir al mercado. |
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