miércoles, febrero 26, 2020

UN NUEVO ANIVERSARIO DE PENCO Y UNA NUEVA PLAZA PÚBLICA

En una ceremonia encabezada por el alcalde Víctor Hugo Figueroa y por el Concejo municipal se celebró un nuevo aniversario de la fundación de Penco, a la vez que se inauguró una plaza frente a la Casa del Adulto Mayor. El siguiente texto corresponde al discurso que pronunció el presidente de la Sociedad de Historia de Penco, Jaime Robles en dicho evento.
JAIME ROBLES, presidente de la Sociedad de Historia de Penco. (Fotos de Antonio Garrido).


Penco, el peso de la Historia

       Un valle que mira al mar, rodeado por ondulantes colinas, cada una con carácter propio, dado por sus habitantes... los de hoy y los de antes, de aquel 23 de febrero de 1550.
        Es que ya son 470 años, los que sobre el Penguco atávico, viniera a instalarse la empresa de conquista, para tomar como su bastión la comarca de Ainavillo, "señor de los pencones y caudillo" en letras de Ercilla.
     Los cronistas que acompañaban la hueste en campaña hicieron saber en sus escritos repartidos por el imperio que en el “nuevo mundo”, existía el valle que ellos, castellanizando la voz mapuche llamaron Penco, desde aquel remoto verano, justo en la mitad del siglo XVI.
     Pedro de Valdivia, se impresionó con la belleza y abundancia de ésta bahía, flanqueada por cursos de agua, el Andalicán por el sur y por el norte un estero de límpido torrente, nuestro remozado y turístico estero Penco.
   Estas fuentes de agua resultarían fundamentales para la subsistencia del nuevo asentamiento hispano, el que daría paso 7 meses más tarde, a la fundación de Concepción en su primera cuna, en este valle de Penco.
   Sería por esos días la más meridional de las posesiones de la corona española en América.
   El avance del conquistador y su gente fue relativamente calmo desde su salida del Cusco hasta el valle del Mapocho, con la excepción del levantamiento de Michimalonco de 1541; conforme se avanzaba hacia el sur, la hostilidad crecía, pasado el río Maule, el escenario sería por siglos la antesala de la guerra de Arauco; por ello que la frontera se establecería al norte del río grande, del Butalebu o Bio Bio, según la piel y el habla de quien lo cruzase.
   Valdivia da las coordenadas al emperador Carlos V en sus misivas, hace ver que ha dado con un lugar estratégicamente singular, del cual ya tenía referencias previas...
   Escribe el Conquistador:
" Yo fui a mirar donde había los años pasados determinado poblar que es legua y media más atrás del rio grande que llamo BíoBío, en un puerto y bahía, el mejor que hay en las indias, y un río grande por un cabo que entra en el mar, de la mejor pesquería del mundo, de mucha sardina, céfalos, tuninas, merluzas, lampreas, lenguados y otros mil géneros de pescado, y por la otra otro riachuelo pequeño, que corre todo el año de muy delgada y clara agua”.

   Hasta ahí, pareciera que el paraíso se abre ante sus ojos; pero a menos de un mes de la llegada al valle de Penco, una batalla quedará grabada en la historia, el 12 de marzo, una recién levantada empalizada se verá asediada por guerreros mapuche, que a pesar de ser vencidos, darán fama del coraje de la gente de tierra, que hará de ésta guerra una fuente pródiga de inspiración para crónicas y poemas épicos, no por nada a éste territorio se le conocerá como el "Flandes Indiano", como un mal recuerdo de la guerra de Flandes, hoy Países Bajos, que significara 80 años de desgaste militar y político para el imperio español, fue ese episodio su gran derrota en Europa, y en América, se comenzaba a repetir la misma historia.
   Uno tras otro, cada Toqui a su tiempo, tomará la toquicura para liderar la defensa del wallmapu.
    Lautaro ha sido el ícono de esa resistencia, se convirtió en la némesis de Valdivia y luego de vencerlo en Tucapel, repite la victoria en Marigüeñu esta vez sobre Francisco de Villagra, el sucesor del gobernador caído.
    Lautaro entonces vuelve a Penco, ya no como lo fuera 4 años antes, de sirviente del conquistador, en la Batalla de Penco, sino que ahora, como líder de su pueblo, logra que los castellanos muevan su línea de ocupación más hacia el norte, recuperando por un tiempo la comarca del penguco nuevamente para su gente.
    En febrero de cada año, estos pasajes de la historia se nos vienen a la mente, porque como se indicó al inicio de estas líneas, un 23 de este mes, hace 470 años, las primeras páginas de esta epopeya comenzarían a escribirse, en una tierra que desde los cerros mira al mar, desde Penco “agua de peumo” en la voz ancestral, nuestra ciudad histórica.

Jaime Robles Rivera
Presidente
Sociedad de Historia de Penco.


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