domingo, marzo 15, 2020

UNA POESÍA NOS DA NOTICIAS DE LOS ANTIGUOS HORNOS CALEROS DE PENCO

Un horno calero de España. (Foto tomada de www.mondoñedo.net).

               La historia también se conoce a través del arte, la poesía. Los versos de Homero, por ejemplo, han servido para conocer la guerra de Troya, hecho acaecido en la nebulosa de los tiempos. El trabajo del historiador es estudiar el poema, seleccionar los datos razonables y coherentes y construir un modelo aceptable del pasado del que no se dispone de más información para triangular. A escala nuestra y muchísimo más reciente, no tenemos una prosa que nos aporte pistas, por ejemplo de unos hornos para fabricar cal que hubo en Penco, conocidos entonces como hornos caleros. A riesgo de incurrir en una exageración y tal vez en una irreverencia al citar a Homero en esta nota, podemos decir que hemos hallado información de los mencionados hornos en una poesía del profesor pencón Enrique Fernández escrita en 1990.

           Los hornos caleros de Penco estaban en el talud entre la línea del tren y la playa en el camino a Cerro Verde. Eran de estructura circular y construidos, al parecer, con ladrillos refractarios. Los obreros caleros cargaban la capacidad de los hornos con conchas mayormente de locos y en la base les allegaban fuego. El proceso de transtormación de las conchas en cal tardaba 3 días, puesto que los hornos debían alcanzar altas temperaturas para lograr el proceso químico de conversión del carbonato de calcio en óxido de calcio. Una vez alcanzado el máximo de calor, que se advertía por la tonalidad blanca de los ladrillos, los hornos se apagaban y se esperaba el enfriamiento total durante otros tres días. Transcurrido ese tiempo se retiraba la cal. Esta se utilizaba en blanquear fachadas y también con fines de higiene. Existía un mercado para el producto en Penco y concepción.

          Los hornos caleros de Penco fueron abandonados durante los años 50 y después desmantelados para usar esos espacios en la edifición de casas. Los dos hornos se ubicaban entre la línea y la playa a unos 100 metros al norte del cruce ferroviario de calle Infante por el camino a Cerro Verde.

        A continuación reprocimos los versos del profesor Fernández sobre esos hornos:

HORNOS CALEROS
                               Por Enrique Fernández Salgado (Penco, 1990)

Progenie formal de familia Roa, con tesón,
en 1850, auscultando el ambiente trabajador,
moluscos, dureza triturada, Cal de Concha ideó.
…..
En 1934, siguieron moliendas de caparazones.
Don Pedro Roa Valenzuela (hijo), continuó
igual obra, la Línea Férrea-Infante, al fondo.
Instaló dos Hornos Caleros, aplicando hombro.
La Cal de Concha se vendía bastante en Penco,
codiciada en Concepción, “La Mocha” del tiempo.
Su padre daba ritmo a: pesca, teja y ladrillo.

Original escrito por el profesor Fernández. Este material fue cedido
a nuestro blog por Luis Navarrete.



No hay comentarios.: