CLUB BARRIO SAN VICENTE (1957, aprox.)
De pie: Ascanio Ravanal, Andrés
Figueroa, Francisco Cartes, Claudio Figueroa, Humberto Aedo
(arquero), Manuel Aedo, Rolando Alarcón, Belisario Sanhueza,
Santiago Moncada (DT); Agachados: Gabriel Muñoz, Adrián Sepúlveda,
Juan Romero, Jorge Latorre,
Humberto Monares.
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POR ABEL SOTO MEDINA
ABEL SOTO MEDINA |
La calle San Vicente de Penco, a la izquierda, por años fue el límite sur del plan de la comuna. |
Don Miguel Maldonado su señora Fidela y sus hijas y don
Rafael, quién la oficio de peluquero del barrio. Luego venía un
sitio vacuo donde el abuelo Chequelo, tenía una pesebrera para sus
bueyes. Hacia el cerro se avecindó la Familia Molina, que eran
varios hermanos, me recuerdo a don Segundo, René, Juana, Olga, más
hacia Freire don Pancho Seguel, formó familia llegando sus hijos
Ester, Norma, Waldo, Pancho, Willy, Luzmira, y el Molo. Este lugar
que pertenecía a don Fernando San Martín, se comenzó a poblar,
llegando la Familia Sagredo, don Santiago Villegas y su señora Elba,
sus hijos Fernando, Mireya, Santiago, Elba, y Nancho. Los Ulloa de
don Pancho, su sra. Irma, sus hijos Orlando, Eduardo, Ángela, Jando.
Los Pedreros Sagredo, con la comadre Eloísa y sus hermanos. El
Viejo Tapia con la sra. Maggie y sus hijos. Luego venía un blok de
albañilería similar al del frente de la calle, y dónde vivía don
Osvaldo San Martín, La srta. Irma Pachi y su hermano, la familia de
don José y Señora, con su negocio de leche con plátano, y sus
hijos Chapolo, Ruth y Elías, La sra. Delia y la Mirsa, la familia
Pino con los hijos, el mayor no recuerdo el nombre pero le decían
Naranjita, Lucho, Teresa y Flor, Ricardo, luego había una sra. que
sus hijas eran de apellido García, Anita, Elvira, Magdalena, y en
la esquina el zapatero Abdón Vásquez, con sus hermanas Eva,
Margarita, posteriormente también estuvo ahí el zapatero Salazar,
todo esto por el lado del cerro, y atravesando calle Freire, por el
mismo lado, la casa esquina de don Santiago Peña, refinero y
futbolista de Coquimbo. Apegada a esa casa había un negocio que lo
atendía el sr. Urbina, que después hizo famoso su local en calle
Maipú, y que dio origen al nombre de un conjunto que se llama «Los
Parroquianos de Urbina»,
hay más casas, pero no recuerdo su gente. Los Ascencio sus hijos
Santiago, El Cocheco, Manuel. La familia Poblete, sus hijas Inelda,
Raquel, María Lorena, Segundo. Don Miguel Maldonado y sus hijos,
Miguel y Fidela, Nina. Los hermanos Concha, Manuel y Fernando me
recuerdo con especial cariño a Fernando un funcionario público que
ayudó a muchas personas por su calidad humana y la de servidor
público, entusiasta dirigente deportivo a través de su vida.
Llegando a la calle Heras, se estableció un matrimonio con apellido
extranjero don Otto Wedel, familia que falleció trágicamente en un
accidente, dejando a un hijo del mismo nombre que con los años
encontré en el área marítima específicamente como tripulante de
un remolcador. En la primera casa de la esquina pasado Heras, vivió
la familia Riffo, que una de las hijas se casó con el afamado
futbolista Campeón con Coquimbo Crav el año 1963, me refiero al
Chaguito Nova, hombre sencillo, afable y siempre sonriente,
proveniente de una familia de Lirquén. Luego venía la familia de
los Latorre, cuyo padre fue estibador de Huachipato, uno de sus hijos
el Lalo con los años se transformaría en unos de los sastre de
importancia de Penco, y Jorge que aparece en fotografía integrando
al equipo de San Vicente; el barrio los conocía como Los Juaños,
junto a sus hermanos Beto, Manuel, Juan, Gabriel otros que se me
escapan sus nombres. Vecinos de ellos había un señor de apellido
Soto, y también un poco más hacia Concepción. Los Sandoval que
eran varios hermanos, El Goyo, Lorenzo, y en otra casa casi frente a
la entrada de Galería del teatro Crav, vivía el sr. Sandoval,
celador (guardia) de Refinería y que también se desempeñaba ad
honorem como portero del Teatro, su hijo se destacó en las lides de
fútbol de Penco como Arquero, y sin que sea peyorativo le decían
«El
Pavo Sandoval»,
y a propósito de porteros del teatro me recuerdo a Reyes, Coco Mora,
Chepito Martínez, Baeza. Después mi recuerdo alcanza a una familia
Chávez, que uno de los hermanos también era celador, otro joven de
entonces estibador, a otro le decían El Corocho, y al final una
familia Astudillo que eran varios hermanos y hermanas.
Calle San Vicente. |
El antiguo Teatro CRAV, San Vicente al costado izquierd. |
Cómo se
termina la calle por el sector del cerro, regreso hacia Freire por la
vereda del Teatro Crav, en cuya esquina cada tarde llegaba la sra.
Santos, con su hija Blanquita, que fue el amor platónico de muchos
adolescentes y jóvenes del barrio y de otras partes que llegaban al
Teatro diariamente; ellas vendían productos como avellanas tostadas,
piñones, castañas, dulces y golosinas, misma misión realizaba el
sr. Careaga y su señora Berta. Todas esas delicias eran devoradas
dentro del teatro mientras se exhibía alguna película mexicana o de
cowboys. A propósito de películas, recuerdo Lo que el Viento se
Llevó, Ben Hur, Los Diez Mandamientos, Al Este del Paraíso,
Espartaco, 12 del Patíbulo, La Violetera, y las mexicanas El Gallo
Colorado, Juan Charrasqueado o las de Cantinflas, Resortes o Tintán.
En el estrado del Teatro recuerdo haber ido a ver la final del
Radioteatro de Moya Grau, El Padre Gallo, y escuchado al conjunto de
Rock de Penco, que se denominaba Los Truenos, cuyo cantante era un
Joven de apellido Alarcón, y Omar Contreras tocaba el Bajo. Quienes
conocimos las dependencias de todo ese edificio que incluía el
teatro, había un ring de entrenamiento de box al que se ingresaba
por el sector de la cancha de fútbol, los camarines de los árbitros,
los 2 pabellones de baños que servían para el gimnasio y la cancha,
y también para los púgiles, u otros deportistas que albergaba el
complejo Deportivo Refinero. Cómo olvidar sus famosos bailes en el
gimnasio, tanto para año nuevo como fiestas patrias, resaltando en
la orquesta el sr. Candia, Chepito. Las inolvidables veladas de box
con el peneca Rivera como ayudante, recordar a Misael Vilugrón un
avecindado en Penco que participó en un torneo Panamericano; para
los más viejos Peter Johnson, un ciudadano Peruano que residió en
Penco, cuyos hijos siguieron su huella del box, siendo César un
destacado Vice-Campeón Nacional Amateur en la categoría Pesado; sus
clásicas peleas con Leandro Ortaly, un recuerdo a Cachano Burgos,
Quico Jara, Tolé Jara, un medio mediano que con el Cachupín
Sandoval sacaban chispas en cada encuentro, Vítoco Montesinos, Nova,
Ulises Durán, Molina, aunque no lo vi pelear un recuerdo al Cacharro
Tibaud de Concepción, y a los más jóvenes, Valencia, Peñailillo,
De la Rosa, Cruces. El Club Social un restaurante que estaba dentro
de las dependencias, y que atendía especialmente a los trabajadores
de refinería, también fue parte de historia. Recuerdo de un señor
de apellido Polaco, Mancowszky, que falleció quedando su señora y
sus hijos Klauss, Johanna y una guagua que no pasaba de 3 años y que
llamaba la atención por su pelo rubio y lo hermosa que era.
JUAN MUÑIZ VILA |
En el
Gimnasio que ya no está, todavía retumba el vozarrón de don Juan
Muñiz Vila, un uruguayo, profesor de Educación Física, que había
incursionado como DT en básquetbol y fútbol en Iquique sacando
Campeón Nacional a sus equipos allá por los años 50, y que en
Penco, con Coquimbo Crav salió Campeón a lo menos 4 veces en el
Fútbol Regional. En básquetbol con el club Federico Carvallo, don
Juan fue vice campeón de la liga de Concepción, Crav lo trajo para
hacerse cargo de las actividades deportivas y que impuso sin duda su
impronta, tanto en el fútbol, como en el básquetbol, grupo de
scout, y todo lo que tuvo a su cargo que comprendía la recreación y
deportes para los trabajadores de crav. Debo recordar también que
fue entrenador del Club Alcázar obteniendo el Campeonato de Recopa
de la Octava Región, dónde compiten los Campeones de cada liga
comunal, un recuerdo también a los otros clubes pencones que
obtuvieron el mismo palmarés, me refiero a Gente de Mar, Membrillar
y Deportes Lirquén.
En estas
humildes líneas y a través de ellas, un reconocimiento a todas las
destacadas basquetbolistas de entonces, Amalia Villegas, las hermanas
Figueroa, Lidia Monares, Rosita Cartes, Margarita Riffo, Estela
Vergara, y por los hombres, Titín Figueroa, El «Sordo»
Nova,
Juan Esparza, Suárez, Carlos Romero, Esteban Cartes, Chamaco
García, en este ámbito hay que obligadamente hacer mención
especial, no sólo porque es más joven que los nombrados, sino
porque sin duda ha sido el más grande basquetbolista de la comuna me
refiero a don Sandro Figueroa.
EL
CARVALLO DE PENCO: 12 Carlos Romero; 15 Suárez; 7 Esparza; 5 García;
8 Muñoz; 9 Figueroa; 10 E. Cartens; 4 L. Cartens; 11 Ascencio y 6
Cabrera.
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Siguiendo
con mi recorrido ahora hacia el mar por el costado oriente de la
calle, en toda la casa esquina Heras con San Vicente, vivía don
Santiago Moncada, un enfermero que trabajó en la Clínica que tenía
Crav justamente frente a su casa por Heras, pero que el terremoto del
año 39 la derrumbó cambiando su ubicación a la calle
Membrillar,
entre Freire y Línea Férrea. Pues bien, don Santiago aparte de sus
labores en la rama de salud fue un entusiasta dirigente deportivo del
Barrio, y precisamente aparece él como entrenador del equipo según
registra la fotografía, cuyo encuentro fue con un equipo de la
capital, encuentro que gestionaó él; cómo vecinos estaban la
familia Herrera Pedreros, la abuelita Nina y sus hijos Margot, Nubia,
Luis, Boris y mi compadre Williams, destacaba el negocio de las
señoritas Pedreros, Nena, Trini, Nina, Carmela, y las sobrinas
Alicia y Ana María, al lado un afamado y querido restaurante de la
Señora Celfa, encontrándonos con la casa del señor Ériz,
futbolista de Coquimbo en los años viejos. Luego venía la casa de
la familia Dueñas, al lado en una vivienda antigua pero de material,
vivió Carlos Vera con sus padres y hermanos, al llegar a la esquina
había un local donde vendían pescados y mariscos de la sra. Zoila.
Ya por Freire, mencionaré a la sra. Elda y Lolita con un negocio de
abarrotes, hoy vemos al Miguelito prosiguiendo con la tradición
familiar, recordando que él fue hijo de la sra. Elda. Más hacia el
centro, las familias Salazar, Osorio, Matamala, y por el frente Los
Millán, Chandía, Cuevas y la sra. Alicia y don Pancho. Atravesando
la calle Freire había un edificio continuo de un piso, construido de
albañilería y las ventanas tenían rejas de fierro, su construcción
podría haber sido de los años 1850 en adelante, dado los deterioros
que se apreciaban a simple vista; en esa esquina vivía la Familia
Monares, los más conocidos el «Chiflín»
y el «Chiflón»,
éste último es quién registra la fotografía. Don Pedro Zambra
seguía a continuación, él fue un refinero que destacó cómo
deportista especialmente en atletismo, su hijo Enrique lo hizo en el
Ciclismo de Crav. El sr. Jerez y su familia, los Bustos, a cuyo hijo
con cariño le decíamos el «Lauchita»,
al terminar ese bloque vivía don Carlos Romero, casado con una
señora María Canales, sus hijos, Juan, Roberto y otros que no
recuerdo. Había un pasillo y estaban las familias Hermosilla,
Figueroa, precisamente Claudio está en la fotografía, junto a Juan
Romero, hermano de Carlos y que vivía en el sector, El Chamiza ,
personaje que siempre hizo de Tony en las veladas bufas que
organizaba Crav, especialmente para la navidad.
La desaparecida Clínica de la ex Crav en calle Las Heras al llegar a San Vicente |
MARÍA CANALES |
Luego venía
la gran puerta (que no existía) de los pabellones de madera que
tenía su salida por el costado de la línea férrea, dichas
construcciones vinieron a solucionar problemas habitacionales del
personal de Crav por la destrucción del terremoto de año 1939.
Aquel era un mundo aparte y escribían su propia historia, pero
siempre ligados al barrio San Vicente, más bien eran el Barrio
propiamente tal, le daban vida y anécdotas, vaya para cada
integrante de familias como, Manuel Riffo, Benigno Varela, Guillermo
Salgado, Pazmiño, Retamal, Canales, San Martin, Montesinos, Cabrera,
Barriga, Pradenas, Bustos, entre otras y los Aedo; justamente los
hermanos Manuel y Humberto Aedo, aparecen en la foto, éste último
como arquero, mismo puesto que desempeñó años más tarde cuando
fue campeón con Coquimbo Crav. En la última casa del barrio, por
ese costado y la primera desde la línea vivía el señor Amador
Corona, que era tornero de Crav, su descendencia a nivel de nieto, la
tenemos con el profesor de música y su sobrino, hijo de Carlos que
trabaja en una oficina pública de la comuna.
No quiero
dejar pasar en éste viaje la casa de arriendo que tenía el sr.
Pérez, en las laderas del cerro que nosotros llamábamos Hugo. Tenía
su acceso por la misma calle que hoy sube hacia la Villa Belén y que
poseía escalera con una cantidad infinita de escalones.
VIPLA (1955, aprox.)
De pie: Cisternas, Soto, Casanueva,
Cañulao, Olmos y Zapata.
Agachados: Pedro Flores, Bello,
Puentes, Barraza y Baeza.
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En esa casa,
tuvieron su paso destacados futbolistas que llegaron a Penco,
especialmente a Fanaloza, pero me detendré en uno de ellos don Pedro
Flores, quién había jugado fútbol profesional en Magallanes, y
terminó jugando por Vipla de Lirquén, formando delantera con Bello,
Fuentes, Barraza y Baeza, pero aparte de eso en los tiempos que
todavía funcionaban los casinos en la playa de Penco, como El
Bahamonde, Cuartito Azul, Bahía, Huambaly, él hizo construir unos
flotadores de madera, una especie de catamarán que se impulsaban con
un remo tipo kayak, total novedad para esos años. En tiempo de
verano, nosotros nos ofrecíamos para llevarlos en las mañana desde
de Playa Negra al sector de los casinos y los arrendaba a los
turistas. y ya que estamos en ésta casa, y de ahí se aprecia
claramente la caleta o calle playa negra, y como buenos vecinos del
barrio San Vicente, un recuerdo para la Sra. Carlina Gutiérrez y sus
hijas, las familias, Lagos, Solís, Ortega, Luthi, Jara, Ascencio,
Franchís, Chandía, Careaga, Parra, Torrealba, Chandía, Neira,
Llanos, Jara, Vásquez, Zambrano, Mardones, Contreras, González,
Ruiz, la señora Marta y el Chinuna, y su hermana Toto.
Quiero
mencionar, aunque no es de esa época a Sebastián Alarcón El Chatán
que se avecindó con su restaurante Le Chatán, y que se fue a la
eternidad hace unos años, pero que se identificó plenamente con
Playa Negra, lo mismo que está realizando el amigo Mario San Martín
con su restaurante llamado El Rincón de San Martín que es muy
apreciado por vecinos y turistas.
En las
líneas finales quiero mencionar al Chinito Muñoz, quién aparece en
la foto junto al sr. Ravanal, quienes de una u otra manera
representan al San Vicente del Cerro, hoy sector Bellavista, que en
sus orígenes formaron las familias Latorre, Palma, Maldonado,
Cabrera, Castillo, Carrasco, Ferrada, Pereira entre otras, así como
también, Velásquez, Smith, Escalona, Novoa, Moncada, Amigo, Eriz,
Cáceres, Aguilera, Lavín, Bustos, Vergara, Cabrera, Rivera,
González, Bravo, Flores, etc,
Personajes
inolvidables como, El Pelao Chuma, Zambo, Huaica, Tata Nino, Pata de
Goma, Moroco, Chamiza, Cachúo, Chino Cabrera, Pata Gorda, Patas
Cagá, Pelao Naty, Choño, Memo, Sanzón, Chundo, Juan Malo, Güeñe,
,Juan Cacho, Chipilín Zapata, Tito Castillo, Carlos Bandido, Pata de
Guala, Chundo Vergara, Caco Monares, Mario Canilla, Chundo Bravo,
Yeyo Bustos, Ñato Osorio, Perla, Chueco Challo, su hermano Quique,
Huiche, Patanga, Mario Bala, El Baila, Chula, Chico Antonio, Teresa
Monje, y los cantantes Cabeza de León, con sus canciones mexicanas,
El Chaco con las románticas, y tantos otros que no afloraron en
estos momentos, pero que también formaron parte del paisaje de
entonces del Barrio San Vicente.
He dejado
como epitafio a mi familia, resaltando a mi abuela Chepa, mi madre
Hilda, mis tíos Carlos y Segundo, mis hermanos, mis primos, todos
juntos formamos parte de ese barrio, nuestro Barrio San Vicente, y
todo esto por haber observado una simple fotografía y que me hizo
viajar por la memoria de mi infancia.
Abel Soto
Medina
Aficionado a
la historia
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Revisión de estilo Nelson Palma
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Revisión de estilo Nelson Palma
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