LA HISTORIA DE esta fotografía --de estos ex jugadores del fútbol de la región-- está desplegada más abajo en este blog. Aquí nos referiremos solamente al aporte de sus individualidades tanto en sus clubes como dentro del campo de juego. Cada uno de ellos con sus jugadas escribió parte de la historia futbolera del desaparecido Campeonato Regional de Fútbol.
POR ABEL SOTO MEDINA
OSVALDO Chanca ELGUETA, se inició en su tierra de Lirquén con Vipla, pasando posteriormente a Fanaloza. Si se nos permite la expresión, fue un uténtico «canterano» de Lirquén, localidad que ha sido semillero de recordados jugadores de fútbol.
OSVALDO Pelao BELLO, nunca emigró de su eterno Lirquén, ni tampoco cambió los colores azules de Vipla. Los cronistas deportivos de la época lo eligieron como el mejor puntero (wing) derecho del año 1957. Probó en Audax Italiano, pero los aires de Lirquén siempre fueron más de su agrado. No hubo ningún jugador de su generación en el Regional que lo superara en velocidad en los contra golpes. Bello fue un puntero extraordinario.
DANIEL Casero Bueno CHÁVEZ, estamos aquí frente a un centro delantero, rápido, hábil, dribleador y por si fuera poco, buen cabeceador, nunca daba una pelota por perdida. Se inició en Coquimbo CRAV pero por trabajo defendió al Caupolicán de Chiguayante. En la inauguración de la iluminación del Fortín CRAV volvió locos a los defensas de Coquimbo y marcó 4 goles, una cifra récord, a favor de su Caupolicán.
MIGUEL Minero VERA, sus inicios de barrio fueron en su querido Gente de Mar de Penco. Medio campista de excepción con quite y apoyo, fue campeón del Ascenso Regional con Coquimbo CRAV en 1962 y formó parte de los planteles de Coquimbo en los campeonatos mencionados con Aedo. Minero Vera destacó además en Penco por su calidad de gran persona.
JUAN Romerito ROMERO, un mediocampista con buena técnica, propia de los que exhibían el número 8 en sus camisetas. Partió en su natal Lirquén con Vipla pasando a integrar el equipo de Universitario de Concepción. Romerito desempeñó un destacado papel en la U penquista, pero nunca de alejó demasiado de Lirquén, donde ha sido admirado al igual que Pelao Bello.
MANUEL Manolo OLEA, un tiempo estuvo defendiendo a Fanaloza, para posteriormente incorporarse al Universitario. Para entonces Lucho Vera estaba en el club de la U penquista, quien no dudó en llamar a Manolo para que defendiera la camiseta amarilla universitaria.
FERNANDO Cabezón LÓPEZ, su carrera fue simular a la de Olea, de Fanaloza al Universitario. Aunque aquí estamos ante un personaje, por todas sus andanzas e historias y conocido por todo el mundo, «Xelente» como él mismo diría. No podríamos omitir señalar que Cabezón echó las bases para el renombre que después alcanzaría el club Loza-Penco.
RAÚL Raulito AGUAYO defendió siempre los colores azules de Vipla de Lirquén. Otro jugador que generó la localidad lirquenina minera, portuaria y vidriera. Raulito, como le decían cariñosamente lo hinchas locales, defendió a concho su querido Vipla.
HERNÁN VIDAL, un avecindado en Penco que llegó a Fanaloza para destacar en el medio campo, con marca y apoyo, su regularidad lo llevó a ser el mejor en su puesto el año 1956. Bueno. Sagaz en el manejo del balón intuía adonde dar un pase con expectativas de gol.
FELICIANO Loco SAN MARTÍN, un jugador que podía desempeñarse de alero o centrodelantero. Se destacó en Fanaloza para pasar después a Fernández Vial, siendo campeón los años 1958 y 1959. También tuvo paso por Huachipato en los 60 y tantos... Luego de retirarse del fútbol, San Martín trabajó para el departamento de prensa del ex Canal 5 de Concepción.
PEDRO
CANIULAO, jugador que marcó su paso por el Regional, nominado como el mejor en su puesto, número 10, los años 1952 y 1953. A Fanaloza
llegó en 1949 para el inicio de los Campeonatos Regionales. Después
de algunas temporadas, pasó a Vipla de Lirquén. Es recordado como
un gran caballero, de eterna sonrisa. Vino como un 10 pero con el
tiempo se quedó en el medio campo. Caniulao jugó antes en Santiago
por Audax y por Bádminton. En nuestra zona, fue un aporte al fútbol
regional.
PEDRO Peyo Chúcaro AVENDAÑO era de Lirquén donde defendió los colores de Minerales (camiseta blanca), para pasar muy pronto a Fanaloza, donde desarrolló su carrera a plenitud, a veces como un defensa central otras como lateral izquierdo. Hombre de gran personalidad y un caballero irreprochable. Peyo Chúcaro fue realmente un jugadorazo.
ROBERTO Chueco PARDO, hijo del famoso jugador de Coquimbo CRAV conocido amistosamente como El Vaca Pardo. Roberto fue un mediocampista defensivo, que pudo ir fácilmente al Everton de Viña del Mar. Extraordinario jugador que fue siempre titular en Coquimbo CRAV los años 1963, 1966, 1968 y 1970, además del campeonato del Ascenso Regional 1962.
LUIS Chancharrita LEAL, el mejor representante de Naval en los encuentros sociales organizados por Abel Soto Medina. Leal integró la Selección Chilena en las Olimpiadas de Helsinki en 1952 y en la inauguración del Estadio Nacional de Lima, enfrentando a la Selección de Perú. Excelente jugador y gran persona. Los navalinos de corazón no se olvidan de Chacharrita.
JUAN Boldo CAMPOS, un pencón que se desempeñó cómo arquero de Fanaloza y tuvo también un paso por Fernández Vial. El nombre y apodo de Juan Boldo no pasó inadvertido en la comunidad pencona a lo largo de su trayectoria deportiva. Hay gente que lo recuerda con cariño, epecialmente en el ámbito futbolero.
OSCAR Cototo NAVARRETE, jugador de gran habilidad con la zurda, puntero izquierdo, jugó en Fanaloza. Después pasó a integrar el plantel de Coquimbo CRAV Campeón en 1963. Deportista de amplio espectro, incluso más allá del fútbol. En sus años dorados se dedicó a entrenar las series femeninas de básquetbol de Penco.
ISIDORO Chumpel TORRES, jugador de Vipla, provenía de su querido Cerro Verde, y a pesar de su físico aparentemente frágil, tenía una fuerza increíble para luchar cada pelota. Su habilidad y destreza lo llevaron a ser nóminado en 1964 como el mejor centro delantero del año. Un jugador escurridizo, un verdero dolor de cabeza para los marcadores más empingorotado.
PEDRO Peyo Chúcaro AVENDAÑO era de Lirquén donde defendió los colores de Minerales (camiseta blanca), para pasar muy pronto a Fanaloza, donde desarrolló su carrera a plenitud, a veces como un defensa central otras como lateral izquierdo. Hombre de gran personalidad y un caballero irreprochable. Peyo Chúcaro fue realmente un jugadorazo.
ROBERTO Chueco PARDO, hijo del famoso jugador de Coquimbo CRAV conocido amistosamente como El Vaca Pardo. Roberto fue un mediocampista defensivo, que pudo ir fácilmente al Everton de Viña del Mar. Extraordinario jugador que fue siempre titular en Coquimbo CRAV los años 1963, 1966, 1968 y 1970, además del campeonato del Ascenso Regional 1962.
LUIS Chancharrita LEAL, el mejor representante de Naval en los encuentros sociales organizados por Abel Soto Medina. Leal integró la Selección Chilena en las Olimpiadas de Helsinki en 1952 y en la inauguración del Estadio Nacional de Lima, enfrentando a la Selección de Perú. Excelente jugador y gran persona. Los navalinos de corazón no se olvidan de Chacharrita.
JUAN Boldo CAMPOS, un pencón que se desempeñó cómo arquero de Fanaloza y tuvo también un paso por Fernández Vial. El nombre y apodo de Juan Boldo no pasó inadvertido en la comunidad pencona a lo largo de su trayectoria deportiva. Hay gente que lo recuerda con cariño, epecialmente en el ámbito futbolero.
OSCAR Cototo NAVARRETE, jugador de gran habilidad con la zurda, puntero izquierdo, jugó en Fanaloza. Después pasó a integrar el plantel de Coquimbo CRAV Campeón en 1963. Deportista de amplio espectro, incluso más allá del fútbol. En sus años dorados se dedicó a entrenar las series femeninas de básquetbol de Penco.
ISIDORO Chumpel TORRES, jugador de Vipla, provenía de su querido Cerro Verde, y a pesar de su físico aparentemente frágil, tenía una fuerza increíble para luchar cada pelota. Su habilidad y destreza lo llevaron a ser nóminado en 1964 como el mejor centro delantero del año. Un jugador escurridizo, un verdero dolor de cabeza para los marcadores más empingorotado.
SANTIAGO Chaguito NOVA, aunque era originario de Lirquén, hizo el mismo recorrido como los nombrados en Coquimbo CRAV, un mediocampista creativo un 8 de esos de antaño, muy bueno, gentil, de fácil sonrisa y condescendiente con todo el mundo, apreciado y querido.
ADRIÁN Ratón PÉREZ. Integró los planteles de Coquimbo CRAV en los campeonatos de los años 1962 y 1963. En las canchas fue un buen puntero izquierdo. A su habilidad con su pierna izquierda habría que agregar la velocidad para jugar especialmente apegado a la raya y proyectar centros.
---------
1 comentario:
El tio Adrián, que alegría verle.
Publicar un comentario