EL DETALLE y la identidad de las personas que aparecen en esta fotografía de archivo está en el texto que sigue. |
Por Abel Soto Medina, aficionado de la Historia
Tengo
una frase que en ocasiones registra un instante, ya sea para hacer un
brindis o simplemente relativizar el día a día. Dice: «La
vida está hecha de momentos, y éste es el momento».
Dicho lo anterior, vamos con la nota.
Recientemente,
me encontraba comprando
en una bencinera en el camino de Penco a Concepción y me encontré
con Walter, una persona que conocí hace algunos años ya, y en forma
instantánea nos saludamos muy afectuosamente. Cumplido lo
protocolar, le comenté, que yo a veces escribía algunas cosas en el
Blog Penco Chile, de Don Nelson Palma, y que había escrito sobre los
orígenes de los puertos de Lirquén y Penco, y que había insertado
en un preámbulo a la empresa NUN y GERMÁN. Recordaba allí a su
Administrador Don Alejandro Landerretche, y que me habría gustado
disponer de alguna fotografía de los trabajadores de la empresa para
que hubiera sido parte de la nota. En el instante, Walter expresó:
«Creo
tener algunas».
Después de esos cruces de palabras nos despedimos, con el afecto de
siempre, él subiéndose a su camión para seguir su camino, oficio
que ha sido parte de su vida. Por eso las rutas hacia el sur no le
son ajenas, vendrían siendo como los pasillos de su casa, porque las
conoce muy bien.
Walter
fue trabajador de NUN y GERMÁN, a cargo de los camiones que tenían
para la distribución de fertilizantes, rubro que complementó la
empresa, con la exportación de pellets de afrechillo, que ellos
mismos hacían prensándolos con vapor. Los citados pellets, por su
curiosa forma, los trabajadores los llamaban «Los
Bollocos».
Traídos al día de
hoy serían cómo los alimentos para perros o gatos muy comunes, pero
que en esos años fueron toda una novedad.
Volviendo
al tema, le envíe a Walter el link
http://penco-chile.blogspot.com/2024/01/los-origenes-de-los-muelles-de-penco-y.html
para
que leyera lo que había comentado sobre su ex empresa NUN y GERMÁN,
hecho esto, esperé. Con gran sorpresa y tal como me dijo me hizo
llegar algunas fotos de un día de campo de trabajadores e invitados.
Una de ellas resaltó a mi vista, pues dentro de los rostros había
personas, que más allá de su calidad de Trabajador, fueron muy
importantes también, en el ámbito deportivo de Penco, y
precisamente en tres ramas del deporte refínero (Crav).
Iré
repasando la fotografía que aparece en el comienzo de este texto. En
el extremo derecho, y al lado del cordero ya faenado se encuentra
Agustín Titin
Figueroa, su delgada figura era inconfundible, la cual se acrecentaba
dentro de un gimnasio cuando lucía orgulloso los colores del equipo
de básquetbol del Federico Carvallo (Crav). Recuerdo que una vez
enfrentaron a un equipo de marinos norteamericanos y su papel de
jugador de calidad no se vio afectado para nada, sin duda alguna, fue
un ícono cómo jugador de ese deporte, bien vale recordar a sus
compañeros, Esparza, Muñoz, Suárez, Romero, Márquez, Cabrera, los
Hermanos Cártes y el goleador insigne Chamaco
García.
En
el mismo al lado de Titín, y de cuerpo entero, posa Roberto Chueco
Pardo, un jugador de fútbol que fue Campeón con Coquimbo Crav los
años 1963-1966-1968-1970, del fenecido Campeonato Regional de
Fútbol. Para quien no lo vio jugar, puedo manifestar que nada tenía
que enviarle al Chita Cruz seleccionado chileno, 3ro del mundial de
1962, traducido a los jóvenes de hoy, un tipo como el Pitbull
Medel, que físicamente no era tan alto, más bién bajo de estatura,
pero dentro de la cancha, crecía, saltaba y cabeceaba como los que
saben, un aplauso para Roberto Pardo (en la foto de abajo, indicado por la flecha).
El Primero de los agachados en la foto de inicio, otro inconfundible en el deporte, pero éste en el rudo BOXEO, nos referimos a Don César González, perteneciente al club Roberto Ovalle (Crav). Su gran estampa física y genes lo condujeron a este deporte, obteniendo el título de Vice Campeón de Chile (amateur), en la categoría mediano. Sus aficionados habíamos dicho que provenía por sus genes, sí porque su padre Don Humberto González tuvo su fama conociéndose en sus años mozos como Peter Johnson. La apacible figura de César lo hacía ser querido y muy respetado por sus pares y no me cabe duda, que tuvo mucho aprecio y cariños de sus compañeros en su paso por los «Bollocos».
Al centro de los que están en cuclillas en la imagen original, se encuentra José Chito Pipa Torres Pérez, un invitado a ese encuentro de camaradería. Entre los trabajadores de Nun y Germán él fue un digno representante del Colegio Salesiano, del área Técnica, un hombre que respiraba metal alrededor de un torno, su innata vocación en ello, y su profesionalismo en el ramo, traspasó más allá de las empresas de la comuna, y realizó trabajos y creó piezas importantes para las áreas productivas de la papelera y embotelladoras, su apodo de Pipa, proviene como legado de su Padre Don Abel Agua de Pipa Torres, un estibador del barrio San Vicente, donde tenía una Bodega de Vino, y como no existió ninguna bodega que tuvieran nombre que las identificaba, los vecinos y parroquianos, eran los encargados de bautizar los locales, y en éste caso, «Vamos donde el Agua de Pipa», era el dicho a voces. Aunque no es lo sustancial de nuestro tema, pero para graficar más lo comentado, ese local con los años lo arrendó un señor proveniente de los campos, o sea un Huaso, y como su estampa era bastante robusta, lo que le permitía caminar con grandes pasos, le pusieron de apodo El Siete Leguas. Posteriormente lo arrendó otro campesino, pero como éste era de estatura baja lo bautizaron como El Huaso Chico. Es decir, que de un alias no se escapaba nadie.
TITÍN FIGUEROA, indicado por la flecha, jugador del Carvallo. |
Los otros que logro identificar plenamente y por ello están sus nombres, son trabajadores que fueron de Cosaf, y por las circunstancias se acomodaron en la empresa Nun, además fueron vecinos del barrio san Vicente y Playa Negra, todos hombres de bien y muy conocidos en el sector, es el caso de Karin Careaga, Hernán El Baila Durán, Mario Bala Aguilera, Humberto Malao Zambrano.
Para el último y para cerrar la nota, he dejado a Walter Codito Contreras, hijo de un destacado dirigente de los trabajadores de la empresa Refinera, Crav Penco, a quién todo el mundo lo llamaba simplemente Codito Contreras, he ahí, el legado de Walter. El padre fue un gestor de varios beneficios para su colegas de esos entonces, baste recordar que dicho sindicato era dueño del Fundo La Rinconada de Hualqui, donde los trabajadores iban a veranear, recuerdos deben haber muchos de los niños de esos años, quienes a las órdenes de Don Juan Muñiz Vila, enfilaban todos los años a la recreación y vida de camping.
Todo lo comentado fue origen simplemente por observar una de las fotos que me envío Walter, a los demás los ubico bien, pero sus nombres se me han desvanecido con el tiempo, Igualmente, un cariñoso saludo y recuerdos para ellos. Otro de los que se identificó con la empresa NUN y GERMÁN, fue Willy Smith, que aparece en otras de las fotos, debo agradecer también, a Ramón Chipe Ramírez, quien en otra actividad, aparece entre otros con el Luchito y Lito Sandoval, Lincoyán Zenteno, Chipe está detrás de la señorita más alta que registra la foto.
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