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MERECE UN COMENTARIO la corrección del vestuario de los jóvenes pencones. |
Por Abel Soto Medina
Hoy
en día los que tenemos algunos años, hacemos esfuerzos para
incorporarnos a la tecnología actual, pues el teléfono de hoy, lo
es todo, prácticamente tu identidad, en él se registra todo,
imagen, voz, conversaciones, acorta distancias entre las personas,
pero también debemos admitir, que separa a los que están cerca. Son
tantas las cosas que se exponen, en las plataformas, que cualquier
imagen, ya no nos llama la atención, prácticamente de nada, más
aún cuando las fotos, videos incluso comentarios, ya no nos distraen
mayormente. Es aquí, donde los guías, padres, tías, profesores,
jefes en los trabajos, autoridades en las diversas áreas del
mundanal ruido, que deben según el infrascrito y en todo momentos de
sus actos frente a sus discípulos, no pueden perder el norte.
Hoy,
la educación pública, básica o media, la instruye el Estado, y ya
hace algunos años, para no denigrar a nadie por sus ropas y que
todos los alumnos vistieran igual, se ordenó que deberían vestir un
Uniforme, el cuál incluía Chaqueta y Corbata, prenda ésta última,
que las empezaron a usar la mujeres, mayormente, cuando los colegios
comenzaron a aceptar, así como también la sociedad, que los
establecimientos educacionales fueran mixto.
El
pasado mes de diciembre, en las escuelas de Penco, se realizaron
varias licenciaturas, dónde se pudo ver claramente la preocupación
de cada madre, padre, profesor, inspector, director, para que cada
Alumno, luciera con la mayor prestancia, y garbo posible, para que la
escuela sacara pecho en un buen chileno frente a la comunidad… Y
así se observaron, con prestancia, firmeza y glamour, para recibir
el ansiado documento de Licenciatura, porque es posible que dicho
Diploma, se lo entregue una autoridad comunal. Por eso ahí se les
ve, prestos a escuchar su nombre para salir al estrado, al escuchar a
la profesora maestra de ceremonia, la cual ha hecho también sus
mejores esfuerzos para vestir de la mejor forma, pues la ocasión así
lo exige.
Qué
vemos cuando llegado el momento de Zacarías Concha, Juan Soto,
Hipólito Cárdenas, Lucía Ávalos, Josefa Muñoz, o Victoria
Riquelme, nombres sólo para el ejemplo, deben subir a la escena a
recibir tan preciado Diploma que lo distingue, que ya concluyó un
Ciclo de Enseñanza. Y qué vemos, a una Autoridad posando para la
foto de la eternidad, vistiendo casual, de sport, y en el mejor de
los caso, lleva una chaqueta, sin corbata y sin ninguna pisca de de
Protocolo para el Evento, tan significativo e inmortal para los
Alumnos Licenciados. Eso me da que pensar, para qué exigir uniforme
con corbata a los alumnos, si la autoridad comunal, se viste como
quiere, pues estamos en un mundo libre, basta ver a otros personeros
con más altos cargos políticos, vestirse al talco, o sea tal como
se levantó. Respecto de la Comuna, pareciera que el desprecio por
los Educandos Pencones, tiene ya arraigo. Basta haber visto el Primer
Concejo Municipal, dónde ninguno de los Concejales, al momento de
elegir presidencia de comisiones, quiso asumir tal cargo, hasta que
se eligieron las presidencias de las otras, y algo parecido pasó
cuando correspondió elegir al Vicepresidente.
Dejo fuera de este comentario a las Damas integrantes del Concejo, pues ellas como mujeres, siempre deben estar bien presentadas y mejor para las ocasiones especiales como son Las Licenciaturas de los Octavos Años, y/o de Enseñanza Media.
En la Ceremonia de Juramento de Alcalde y Concejales, todos lucían como corresponde, elegantes, buena prestancia, respetables de presencia. ¿Qué diferencia tiene la Ceremonia de una Licenciatura de Estudio?, ¿es considerada acaso un actividad de menor grado y cada cual puede asistir como le dé la gana? (como decimos regionalmente). Más de alguien frente a esta nota quizás un poco abstracta, dirá, «desubicado, Chile cambió». Es más, por la vestimenta no se puede descriminar, y existe la ley y todas aquellas normas que no hay que menospreciar a nadie. Mi planteamiento es que justamente se descriminó y menospreció a los alumnos que se graduaron con una formación, en que la sociedad los obligó, y en su último día de aula, ve claramente que todo lo enseñado respecto a la presentación personal, se puede saltar, al momento de recibir la Licenciatura.
Finalmente, quiero hacer recuerdo de una frase ya muy vieja, «El Hábito, no hace al Monje», desprendiéndose, que no hay que juzgar a las personas, por su vestimenta, pues lo exterior no representa lo interior. Pero debemos coincidir también que el Hábito o Uniforme, identifica plenamente el interior de la persona, que lo lleva puesto, ejemplo simple, un cura sin sus atuendos, no es sacerdote, menos un Carabinero, sin su uniforme.
Como una de las Licenciaturas fue de la Escuela Isla de Pascua, (ex N°31 de Hombre y Ex N° 32 de Mujeres), les comparto las palabras finales de la alumna Cynthia Soto de un octavo año…precisamente de esa escuela. Quien melancólicamente decía: quería irme riendo, quería irme cantando, la emoción no me deja, mis ojos están llorando...
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