A partir de ese día 4 de febrero, habría una conexión directa entre los puertos de Penco y Tomé, el túnel de Punta de Parra construido en 1914, simbólicamente marcaría el tan esperado encuentro.
En 1865, se habían presentado los primeros estudios técnicos y financieros para desarrollar un ferrocarril que pudiera proyectar la modernidad de este medio de transporte, desde el rio Maule hasta el Bio Bio por la costa.
La topografía de la cordillera de la costa implicaba enfrentar elevados costos, con un trazado de muchas curvas, túneles y puentes.
Por ello, se privilegió la conectividad entre el valle central de Chile, con la zona pencopolitana, por la alternativa menos costosa y más rápida de ejecutar por los distintos gobiernos que apoyaron con decisión que los rieles y el progreso llegaran a todos los rincones de Chile. El 30 de marzo de 1874 se hace el viaje inaugural entre Concepción y Chillán, vía San Rosendo.
Producto de lo anterior, el “Ferrocarril Costero”, se vio largamente postergado. Para conectar Chillán con Concepción por este trazado debieron trascurrir 42 años, desde la puesta en operación del ferrocarril a Chillán por San Rosendo.
El auge industrial de Penco, la disponibilidad de carbón de piedra, de los yacimientos de Lirquén, Cerro Verde y Cosmito, apuraron la construcción del Ferrocarril Particular de Concepción a Penco.
Durante la administración del presidente José Manuel Balmaceda, el 24 de noviembre de 1889 se pone en servicio el Ferrocarril de Concepción a Penco, entre las estaciones de “La Pampa” en Concepción, con “Playa Negra”, en Penco.
Pocos años después en el gobierno del presidente Jorge Montt Álvarez, se impulsará la extensión de las vías hasta el puerto textil de Tomé.
Así es que el 22 de agosto de 1892, se concede permiso al industrial Julio Dittborn para construir un Ferrocarril a Vapor entre Penco y Tomé.
Decir que en la autorización se instruye que la trocha (ancho de vía entre rieles), sea la misma que la de los Ferrocarriles del Estado (trocha de 1676 mm), para asegurar que en algún momento el tren particular de Penco se pueda conectar con el ferrocarril estatal que partirá en Rucapequen.
Todo fue tremendamente demoroso; recién en 1906 la Empresa de Ferrocarriles del Estado, a través de concesionarios inicia las obras de la faja vía en Rucapequen. En 1909 se llegaba a Confluencia.
La construcción y diseño del ramal en el tramo inicial hasta Coelemu, se debió al ingeniero Jorge Vargas Salcedo En las labores de construcción le sucedió Pedro Soto. El tramo Coelemu-Menque fue diseñado por Miguel Ángel Droguett y el tramo Menque-Tomé-Lirquén-Cerro Verde por Juan Taulis. El último contratista designado fue el ingeniero Gabriel Quiroz.
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