miércoles, marzo 08, 2006

LOS PENCONES SIEMPRE TIENEN TEMA PARA CONVERSAR

Memo Cartes, Juan Luis Quiroz y Nelson Palma.
 En el Tavelli de Príncipe de Gales desfilaron --en nuestra conversación-- personajes que, aunque desaparecidos, no estaban del todo olvidados. Los protagonistas de este encuentro amistoso en ese café, con el ánimo y el propósito de hacer memoria, fuimos Guillermo “Memo” Cartes, Juan Luis Quiroz y yo, Nelson Palma. Y la lista parcial de aquellos en el recuerdo fue la siguiente:

El Chepo, que tenía una mueblería en Maipú y antes en Alcázar. A mí me regaló un par de ruedas de madera que me sirvieron para fabricarme un monopatín. A Juan Luis, una vez le ayudó con sus trabajos manuales, con lo que obtuvo la mejor nota.

Rolando Sandoval, mi vecino, un fondista que alguna vez ganó el premio Roto Chileno, tenía su casa atiborradas de copas de bronce, efigies de caupolicanes de bronce, platillos de plaqué. Todos con las inscripciones bajo relieve con la información del año y el porqué del premio. Por Dios, no había espacio para más galardones en el comedor y otros muebles. 

En el fútbol recordamos a Piturra, ese arquerazo de Fanazola, quien siguió su carrera en Ferrobadminton; “Peyo” Chúcaro mediocampista formidable; el Peto Vega, ¡qué defensa central más imponente!; Raúl Cañulao, un negro pelo pincho con unos cuadriceps como los del galáctico Roberto Carlos. Montoya, imparable en velocidad por el costado derecho; Onofre Pino, quien llegó a ser el guardameta del combinado de Concepción…

El señor Fernández, profesor del Insuco, que tenía su librería, de nombre Colón, en Freire con Penco. El turco Marcos, el que hacía ricos helados artesanales de bocado en una centrífuga de hierro con una paleta de madera. Lo malo es que cerraba la fábrica en invierno y había que esperar un año entero. Tuvo que salir Savory para imponer el consumo todo el año.

Don Juan Muñiz, un profesor uruguayo de educación física, a cargo de las divisiones de menores de Coquimbo Crav. Parecía un roble y lucía tapaduras de oro. No era raro encontrárselo en los bosques de Penco cortando leña, otra de sus aficiones. Fanfarria, entre chistoso y malas pulgas era el chofer de la micro de estudiantes de la Refinería.

En el ámbito del comercio salieron a la palestra Mario Zúñiga y las familias de origen italiano: Zunino, Maccinelli, Queirolo, Gardella.

Recordamos que las veladas de boxeo no tenían parangón. El gimnasio de Fanaloza vendía todas las entradas. Las peleas se dirimían por puntos, porque no recuerdo ningún nocaut. Eran jornadas sabatinas rotativas en ese recinto, en el Deportivo de la Refinería, después en Tomé, en Bellavista, etc.

Hubo otros episodios vividos u observados en esos años, que nos alegraron en este encuentro de tres amigos de Penco. Concordamos en que fortalece el espíritu el reencuentro con las raíces. Por eso, nos convocaremos para otra reunión muy pronto, de la cual comentaremos también en este blog.

1 comentario:

Marcelo Avendaño San Martin dijo...

Peyo” Chúcaro mediocampista formidable...
Al leer esta frace se me viene a la memoria las historias de mi padre cuando jugaba a la pelota el es don Pedro Avendaño "peyo chucaro" o "Sacalargo peyo" el llego Hacer unos de los mejores jugadores del regional.
Atte
Marcelo Avendaño S.