(Peto Vega muestra una foto de un clásico pencón en el que posan cinco jugadores, tres de Coquimbo Crav y dos de Fanaloza, nacidos futbolísticamente en Gente de Mar).
Recientemente, Julio Méndez, uno de nuestros colaboradores, conversó con Peto Vega en la cancha de Gente de Mar. En realidad su nombre es Pedro Vega, pero todo Penco lo conoce como Peto. El ex jugador de Fanaloza es historia viva del fútbol pencón, toda vez que comenzó a jugar por el equipo en 1946. Igualmente, quisimos ahondar en su vida y en sus ricas experiencias dentro y fuera de la cancha. Él tuvo la gentileza de recibirnos en su casa de calle Los Olivos 7 y mostrarnos fotos de esos buenos tiempos.
--Peto, yo sé que usted lo ha explicado varias veces, ¿pero, nos podría contar el incidente del supuesto clavo con el que habría agredido a un jugador contrario en la cancha?
--Primero, nunca existió un clavo. La historia la inició el delantero Teodoro Blake, de Temuco, y el periodismo de la época le dio color. Ocurrió durante un partido entre Fanaloza y Temuco, en la cancha de la Refinería por el torneo regional, en los años sesenta. Saltamos los dos a cabecear una pelota dentro del área y él me hizo el banquillo. Yo tuve una caída muy peligrosa, porque Blake actuó de mala fe. Me paré y le advertí que eso no iba a quedar así. Tomé un puñado de tierra y me quedé con un trocito de madera en la mano, un palito. De nuevo saltamos juntos. Pero, yo salté después que él. De modo que cuando yo me iba elevando, él venía cayendo. Y ahí lo pinché en la espalda con el palito…
--¿Un palito o un clavito?
--Definitivamente, un palito. Si hubiera usado un clavo, me habría acusado de agresión con arma blanca dentro de la cancha. Blake se quejó al día siguiente y le dijo a los periodistas que yo lo había atacado con un clavo. Me citaron al tribunal de penalidades para dar mi versión, que es la que le estoy contando. Me presenté acompañado de Lucho VeraY un médico ratificó que ni siquiera había la más mínima evidencia de una erosión por clavo en la espalda del jugador. Un palito, no un clavo, esa fue la verdad.
Peto Vega tiene 75 años, nació deportivamente en el club Gente de Mar y de allí emigró a Fanaloza, donde protagonizó jornadas épicas, en un club de gran arrastre popular y el eterno rival de Naval de Talcahuano. Los encuentros entre ambos equipos eran a muerte, con 25 mil personas en el estadio El Morro y en Refinería a tablero vuelto.
En los cincuenta y los sesenta, el torneo regional de fútbol alcanzó gran nivel y tuvo miles de seguidores. Los equipos que participaron entonces de norte a sur fueron los siguientes:
Temuco, Los Ángeles, Angol, Mulchén, Lota, Schwager, Caupolicán, San Vicente, Gente de Mar de Talcahuano, Naval, Huachipato, Lord Cochrane, Fernández Vial, Universidad de Concepción, Coquimbo Crav, Fanaloza, Vipla, Minerales, Fiap, Marcos Serrano, Bellavista, Español de Chillán, Ñublense y Lister Rossel, de Linares.
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