Demos gracias porque se ha salvado de la mano devastadora del hombre este pequeño bosque de pinos, que caracteriza el cerrito situado al noroeste de Penco.
Esos árboles añosos son el testimonio viviente de los antiguos bosques que había en todo el sector donde hoy existen conocidas poblaciones.
En la primera fotografía tenemos una perspectiva de Penco a través de cuatro troncos rectos de esos pinos, que semejan oscuras columnas.
En la foto dos, apreciamos un grupo de árboles pendiente abajo. Y en la tercera ilustración tenemos el bosque visto desde los cerros.
Las tres visiones del pequeño bosque nos plantean el desafío de conservar esos árboles, pero al mismo tiempo darles un destino como la creación de un gran mirador en forma, vinculado a esos pinos, para desde allí ver Penco, la bahía y, en la distancia Hualpén y Talcahuano.
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