lunes, agosto 18, 2008

GALERÍA PENCONA: LOS SINHUESOS, EL ÑAJITO, EL DUENDE Y EL SUNCO SOTO

N. de la R.: He recibido la siguiente carta de Iván Ramos, desde Isla Margarita, en Venezuela.
En su nota, me recuerdó a algunos personajes de Penco. ¡Me trajo a la mente a ese carretonero que conducía su caballo sin manos, el sunco Soto!. He aquí las imágenes narradas de esos personajes, muchos olvidados.

Por Iván Ramos Castro
Siempre en todo pueblo o ciudad, existe alguien cuya identidad sobresale ya sea como personaje típico o de cierta relevancia social en su comunidad. A principios de la década del los años cincuenta, recuerdo que vivíamos en los Pabellones de Emergencia, en la calle Freire con Alcazar. Mi mamá solía asustar a mis hermanos mayores con el cuento de que se los iban a robar "Los Sinhuesos”. Ellos eran una pareja mayor que pasaban casa por casa recolectando huesos los cuales guardaban en sus sacos de arpillera, que a su vez cargaban sobre sus espalas. Cuando "Los Sinhuesos" tocaban a la puerta mis hermanos corrían a esconderse debajo de las camas.

Otro personaje era un vagabundo que dormía por las ruinas de "El Molino", al cruzar el puente del estero Penco camino a Penco Chico. Le llamaban "El Ñajo" y era común verlo por ese sector vestido con su pantalón negro a rayas amarrado con unas tiras de color rojo, chaqueta negra y sombrero tipo hongo del mismo color. El Ñajo siempre andaba descalzo y con mirada extraviada, pero curiosamente como de felicidad, flaco y de espesa barba negra. Se ponía en cualquier esquina de Penco a soplar su peineta envuelta en papel al tiempo que efectuaba una acompasada danza al pie de su música, al terminar pasaba el sombrero, recogía lo que le daban y se marchaba a otro sitio. Cuando le le preguntaban por su nombre, respondía: - yo soy el Ñajito." - y se escapaba dando brinquitos.

Muchas veces recibía agresiones de parte de muchachos que se daban a la tarea de divertirse a sus costillas. Una mañana de invierno al pasar por el "Molino", lo vi acurrucado sobre el hueco de un ventanal de la pared que daba al camino. Al medio día, al regresarme por el mismo lugar, el Ñajito seguía en la misma posición, inmóvil e inmutable. Así fue como este hombre solitario, quién bailara al son de su peineta a cambio de muy poco se alejó de nuestra vida cotidiana. Cuando querían menoscabar la condición de alguien, le decían que era más pobre que "el Ñajo", lo que equivalía a "pobre diablo".

Otro personaje era el "Sunco" Soto, quien conducía un carretón tirado por un caballo, aun cuando sus brazos estaban amputados hasta la altura de los codos, era un experto en manejar su carretón, dando muestras de entereza y superación únicas.
El "Sunco" Soto, emocionado, lloró en una ceremonia.

Para terminar, desearía me ampliaran sobre otros personajes, como el de "El Duende" que se aparecía por un callejón del Recinto de la Refinería, dándose a la tarea de aparecerse pasadas las once de la noche. Otra era una leyenda sobre la plaza de Penco, en donde si alguien pisaba una baldosa en particular, perdía la noción del tiempo y del espacio. Se cuenta de algunos que recobraron el sentido vagando por los cerros del sector Villarrica. Saludos a Julio Méndez, sus crónicas sobre Penco son excelentes. Atentamente: Iván Ramos Castro.

5 comentarios:

Unknown dijo...

En el tintero se deben quedar un montón más de personajes.....el chico de los pitos (no recuerdo su nombre pero era de apellido Donoso), el chelín (que era la personificación del viejo del saco), la Marta Rosa (muchos más reciente).......

perrol dijo...

Cada cual representaba algo propio de nuestra ciudad o en particular algo de un barrio. Viví mi infancia y juventud en Cruz con Membrillar . De este sector era oriundo "El Sinhueso" apodo que provenía de su apellido Sanhueza. Creo no equivocarme, y esto lo guardo desde entonces, fue este personaje uno de los mejores fabricantes de volantines, esos de papel de color, palillos de caña de azúcar y cola en barra como pegamento. En la canchita de La Cruz nos juntábamos niños y adultos a encumbrar un volantín, un imponente pavo o una simple ñecla; enviando un mensaje hasta alcanzar su objetivo; una rajadita de ala recurriendo sólo a la destreza sin hilo envidriado. Este pequeño recuerdo para quienes ya pasaron los cincuenta y haga nos haga sentir niños otra vez.

Marcela dijo...

Hoy, en realidad ayer ya que son pasada las dos de la mañana y tipo 23:00 hrs. navegando por internet encontre es maravillos blog y no e podido parar de leer tantas lindas historias y encontrarme con la sorpresa que muchos recuerdas a parte de mi familia, como al profesor Montero (padrino y tio politico), Carmen Donoso Aguayo (mi madre) y al famoso Chico los pito (mi querido tio) que ya esta descansando y a quien tuve el privilegio de tener en mi hogar despues de que algunos familiares lo olvidaran, lo acogi en mi hogar y estuvo con mi familia hasta que fallecio, pero tengo la tranquilidad que el tiempo que le quedaba estuvo feliz con el amor y cariño que le entregamos, porque a pesar de ser un curadito, es del único tío materno que guardo recuerdos de infancia. Yo actualmente vivo en la V región y a pesar que viajo cuando puedo a mi Penco, extraño mucho mi comuna y guardo hermosos recuerdos. Felicidades a los creadores de este blog.

Marcela Jara Donoso

Unknown dijo...

dificil que viviera en casa de alguien siempre vivió en calle robles casa de de su madre y murió ahí despues quisieron ser sus herededos cuando todo penco lo tenía como personaje

Marcela dijo...

Después de más de un año y sin querer vengo a leer el comentario de la Sra. O Srta. Margarita, refiriendose a mi tio Edmundo Donoso Aguayo "el chicolospito", quisiera aclararle que mi tio vivio en mi casa en esos años ubicada en Talcahuano, bajo los cuidados de mis hermanas, mi madre y mios, fallecio en mi casa y posteriormente cumpliendo su voluntad fue trasladado a Penco para sus funerales. Si le queda alguna duda puede preguntar al Sr. Ramón Fuentealba quien siempre estuvo al pendiente de mi tio miestras vivio en mi hogar. Por lo visto las personas que hablan por hablar y se dejan llevar por chismes sin saber la verdad, no merecen ni siquiera ser tomadas en cuenta, pero como esto es un blog público me molesta sus comentarios sin fundamentos, como decia mi querida abuelita Carmen Donoso, oon clase se nace.