Penco ha acogido a ciudadanos de otras partes del mundo, quienes han hecho su aporte al bienestar de los pencones en los ámbitos más variados. Uno de ellos destacó por el enorme impulso que le dio al deporte, en particular al deporte refinero. El nombre que permanece en el recuerdo de una gran cantidad de gente es el del uruguayo Juan Muñiz Vila, entrenador por muchos años de Coquimbo CRAV.
Juan Muñiz nació en Paysandú y de joven se interesó por el fútbol. En su país se convirtió en arquero profesional, pero su sueño era llegar a ser director técnico. Alcanzada esa categoría y aun soltero miró hacia Chile y decidió buscar nuevos horizontes en nuestro país. Se instaló en Valparaíso y de ahí se fue a Iquique.
De vuelta en Valparaíso, Juan Muñiz se vinculó con la Compañía Refinería Azúcar de Viña del Mar, CRAV, en el ámbito de su especialidad: el deporte. Alguien de CRAV le ofreció trabajo estable en Penco. De esa forma Juan Muñiz llegó a la comuna con el firme propósito de impulsar y organizar el deporte refinero. A cambio había un buen contrato y una hermosa casa en el recinto de la Refinería.
Y se dedicó de lleno al propósito de su compromiso como DT de Coquimbo CRAV. Pero, no sólo eso, Juan Muñiz organizó la división de menores de la familia refinera, se hizo cargo del club deportivo, desarrolló el básquetbol potenciando el equipo masculino de Carvallo y también impulsó el baloncesto femenino. El quinteto de María del Río de la refinería tuvo su época de oro, bajo la conducción de Juan Muñiz. Tampoco descuidó el atletismo. No era extraño hallarlo en los bosques de Penco dirigiendo algún cross country. Muñiz hizo de todo y se entregó con todo. Nada más acertado fue el hecho de haberlo traído. Pero, él se enamoró de Penco.
Tenía una voz áspera. Hablaba con fuerza. No podía ocultar el acento del Río de la Plata. No comunicaba, simplemente ordenaba. Un tipo de acción de pocas sonrisas, pero de un corazón enorme. Los jóvenes le tenían un tremendo respeto, le creían. Juan Muñiz era querido por los niños y muy estimado por sus padres.
Juan Muñiz vino a Penco y se quedó aquí para siempre. Miembros de su familia uruguaya lo visitaron algunas veces en su casa de la refinería. Llegó a ser un vecino conocido y renombrado. Coquimbo fue cinco veces campeón al mando del uruguayo. A los 76 años una trombosis selló su vida tan fecunda y recordada. Sus restos descansan lejos de su Uruguay natal, en una tumba en el cementerio pencón.
De vuelta en Valparaíso, Juan Muñiz se vinculó con la Compañía Refinería Azúcar de Viña del Mar, CRAV, en el ámbito de su especialidad: el deporte. Alguien de CRAV le ofreció trabajo estable en Penco. De esa forma Juan Muñiz llegó a la comuna con el firme propósito de impulsar y organizar el deporte refinero. A cambio había un buen contrato y una hermosa casa en el recinto de la Refinería.
Y se dedicó de lleno al propósito de su compromiso como DT de Coquimbo CRAV. Pero, no sólo eso, Juan Muñiz organizó la división de menores de la familia refinera, se hizo cargo del club deportivo, desarrolló el básquetbol potenciando el equipo masculino de Carvallo y también impulsó el baloncesto femenino. El quinteto de María del Río de la refinería tuvo su época de oro, bajo la conducción de Juan Muñiz. Tampoco descuidó el atletismo. No era extraño hallarlo en los bosques de Penco dirigiendo algún cross country. Muñiz hizo de todo y se entregó con todo. Nada más acertado fue el hecho de haberlo traído. Pero, él se enamoró de Penco.
Tenía una voz áspera. Hablaba con fuerza. No podía ocultar el acento del Río de la Plata. No comunicaba, simplemente ordenaba. Un tipo de acción de pocas sonrisas, pero de un corazón enorme. Los jóvenes le tenían un tremendo respeto, le creían. Juan Muñiz era querido por los niños y muy estimado por sus padres.
Juan Muñiz vino a Penco y se quedó aquí para siempre. Miembros de su familia uruguaya lo visitaron algunas veces en su casa de la refinería. Llegó a ser un vecino conocido y renombrado. Coquimbo fue cinco veces campeón al mando del uruguayo. A los 76 años una trombosis selló su vida tan fecunda y recordada. Sus restos descansan lejos de su Uruguay natal, en una tumba en el cementerio pencón.
7 comentarios:
Tuve la suerte de conocer a Don Juan, me crié en Heriberto Urzúa, muy cerca de su casa y uno de mis mejores amigos de la infancia era su nieto mayor, el que también falleció
Tuve la suerte de conocer a Don Juan, me crié en Heriberto Urzúa, muy cerca de su casa y uno de mis mejores amigos de la infancia era su nieto mayor, el que también falleció
Soy nieta de Juan Muñiz y a modo de información les cuento que mi abuelo no llego soltero a Penco, llego casado y con dos
hijos , esta enterrado en el Cementerio de Penco junto a quien fuera el amor de su vida, (mi abuela) y su nieto mayor
Andrea Souper Muñiz
Señor Palma
Debería hacer su trabajo de manera profesional ya que lo que usted señala no es así, podría preocuparse que la gente de la cual escribe SI TIENE familia y leer este tipo de calumnias solo generan rabia y dolor, lo más probable es que usted ni siquiera lo conoció si no habría sabido que tenía familia y que falleció en la casa de su hija, mi madre rodeado de toda su familia
Para la próxima sea más profesional e investigue con quien corresponde
Gratos recuerdos de mi adolescencia y mis inicios en el deporte tengo en especial de Don Juan, mi DT del básquetbol en intermedia y juveniles en el Federico Carvallo. GRANDE DON JUAN.
Carlos Yáñez
San Vicente 250
Al Frente del Gimnasio
Él es mi bisabuelo... estoy buscando fotos de su hijo mayor, Juan Federico, era militar y profesor, ¿alguien me podría ayudar?
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