jueves, junio 07, 2012

LOS "CAÑONES", HERMANOS TEMIDOS EN CERRO VERDE



S
in quererlo, los hermanos Alegría Ampuero construyeron el mito: se convirtieron en los únicos “dueños” de la playa de Cerro Verde que mira hacia Penco. Literalmente se la tomaron. Quien ponía un pie ahí, me dicen, corría el riesgo de recibir una paliza aunque no hay testimonios de supuestas víctimas. Quizá por eso se ganaron el alias "los cañones".

Esa es la  leyenda.

Y sigue el cuento, que los cañones fueron cuatro hermanos entre los que sobresalieron José y Miguel. Los cuatro se inclinaron “por el lado oscuro de la fuerza”, dicen, y que eso causó algún temor infundado, tal vez, en gente de Cerro Verde y Penco por años.
 
Otros agregan que su "esplendor" fue a comienzo de los sesenta cuando "arrastraban el poncho" por la calle central cerroverdina. La gente de Penco tenía que pensarlo dos veces antes de tratar de ingresar a Cerro Verde ¿sería tan así?, sin duda ésta es otra arista del mito. Dicen que no tenían respeto, pero no hay pruebas, y que bebían a placer, es probable. Agregan que como hermanos no había quién los enfrentara. Era mucho mejor hacerse amigo de los cañones que intentar darles una lección. Se creían los reyes en un pueblo sin ley, dicen los más exagerados. Basados en estos relatos de esos años,  aquellos muchachones no tenían contrapeso.

Estos jóvenes rebeldes de Cerro Verde eran hijos de un minero que se ganó la vida en el fondo de la tierra extrayendo carbón, pero ellos jamás bajaron a un pique, los cuatro trabajaron en la pesca.

En una oportunidad me encontré supuestamente con ellos, frente a frente, caminando por la línea. Yo iba con un amigo. Era de noche, no se veían ni las manos. A la distancia oí que se acercaban algunas personas en silencio. Iban de Penco con destino a Cerro Verde. Mi amigo me dijo en voz baja: “¡ten cuidado, son los cañones!” En ese mismo momento me bajó un terror indescriptible, por primera vez yo mismo estaría tan cerca de los sujetos más temidos del planeta.

Los hombres caminaban aparentemente bebidos. Tomamos las providencias y nos alejamos de la pista por la que avanzaban estas personas. Hasta que nos cruzamos.  ¿Habrán sido los cañones? No lo puedo asegurar.

Los cañones vivieron del mar, pescando y mariscando. Como actuaban unidos y hacían maldades, según cuentan, crearon el mito, pero no se supo que hayan cometido ilícitos. Hoy sólo queda el recuerdo de ellos en Cerro Verde, cuyos miembros todos, ya pasaron a mejor vida. 

Sin embargo, justo es reconocer que no se los vio enfrentando a la justicia por algún delito y que eso de los hermanos más temidos de Cerro Verde también pudo tener una buena cuota de leyenda.

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