martes, enero 15, 2013

VIAJE DE PENCO A CONCEPCIÓN: UNA AVENTURA


                                                                                  Colaboración de Max Wenger, desde Pucón.


 

Pocos pencones, en la incesante marcha del tiempo, recordarán quizá la verdadera aventura que significaba viajar a la metrópoli, a Concepción, hacia fines de los 40 e inicios de los 50. Naturalmente se contaba con el sistema ferroviario, que disponía de un par de servicios al día. Y el ritmo de crecimiento de Penco, hacía cada vez más necesario viajar a la capital provincial. Por esa misma necesidad fue seguramente que surgió otra, la de la movilización colectiva terrestre más frecuente entre ambos centros urbanos. Fue así como algunos emprendedores se dieron a la tarea de implementar un servicio de micros y de góndolas con frecuencia de salidas de una hora primero y media después. El éxito, dicho esto de manera general, coronó sus esfuerzos.

Penco y Concepción estaban situadas a unos 12 kilómetros de distancia, que hoy seguramente son menos y no porque las ciudades se hayan movido de donde las conocemos, sino porque la progresiva pavimentación del camino hasta llegar a la auto-pista de hoy, echó por tierra literalmente algunas pequeñas cuestas y curvas de la vía acortando el tiempo de viaje, que en los comienzos requería de alrededor de una hora.

La odisea de la que hablamos previamente, tenía que ver con el estado del camino de ripio y el hecho de que los vehículos se abarrotaban de pasajeros, incluso con algunos tres o cuatro literalmente colgados de gruesas manillas niqueladas, apernadas en el exterior de las pisaderas.

Hacíamos una distinción entre micros y góndolas, pues no se sabe porqué razón, a aquellos vehículos con carrocería de madera y cubierta de latón, fabricadas por expertos carpinteros incluso del propio Penco, que contaban con sólo una puerta delantera, se les llamaba micros y a los que estaban dotados de puerta delantera y trasera, se les denominaba góndolas en la jerga de conductores y por extensión luego, del público usuario. Como el uso del lenguaje cambia con el tiempo, hoy las góndolas se encuentran en los supermercados y... también en la italiana Venecia, navegando por sus canales.

Aún se podrá recordar por los más antiguos, la enorme expectación que despertó la noticia de que un día cualquiera, la familia Nova probablemente, que ya contaba con algunos de estos medios, pondría al servicio de los pencones dos micros nuevecitas... Cuál sería el grado de curiosidad de la gente, que más o menos a la hora señalada, alrededor de las 5 de la tarde, se fue congregando en la Plaza para ser testigos de excepción de ese notable acontecimiento. Primero arribó una micro con carrocería del tipo Blue Bird, que todavía se ve en el cine estadounidense en el traslado de escolares.
El ómnibus era nuevo y parecía nuevo. Era de marca Chevrolet, del año 49 al parecer, carrozado en metal, con asientos tapizados y blandos,con puertas accionadas por sistema de aire comprimido, de color azulino, que llegó sólo con la indispensable presencia de su chofer y se instaló frente a la plaza, por calle Maipú, en donde le esperaban colegas, propietarios y público. De inmediato los balbuceos de admiración y de agrado, se dejaron sentir entre la concurrencia.
Pero... muy pronto empezó a cundir un germen de desencanto entre las personas, mayores, mujeres, hombres, jóvenes y niños.
 
Ocurrió que la comunicación "de boca en boca" (no había medios locales), las versiones y los rumores habían dicho con buen grado de certeza que se trataba de Dos nuevas micros. Y...hasta ese momento, por muy bonita y nueva que fuera, la que estaba ante sus ojos era solamente uno de esos vehículos. A los pocos minutos, apareció en calle Heras pasado el puente de calle Penco, el segundo vehículo, con lo que la emoción de la multitud volvió a mostrar otra de sus facetas, ahora nuevamente de alegría que se reflejaba en los rostros de las personas.
 
Era esta nueva "máquina", por usar un término de la jerga de la actividad, una Ford del año 46, es decir, no era lo que se debe llamar nueva, pero lo parecía porque estaba recién pintada de azul y gris, su carrocería era de madera y latón, "made in Chile" y era conducida por uno de los más jóvenes miembros de la familia Nova, que gustaba usar chaquetas de gamuza tipo "cowboy", lo que para el mundo femenino al menos, debe haber sido un "plus". El júbilo de los pencones, testigos de este acontecimiento, volvió a extenderse como un estallido de satisfacción y legítimo orgullo. Con estos dos nuevos vehículos en el servicio, comenzaron a quedar atrás los tiempos de otros transportes de pasajeros más antiguos, como la famosa "Fargo" que solía manejar un personaje locuaz y pintoresco, a quien se conocía como "El Chiruca".
Lorenzo Varoli, campeón de la velocidad.
Esta micro tenía en su bitácora varias peripecias al mando de "El Chiruca". Una vez llegó la noticia a Penco que la Fargo se había "dado vuelta" por el pésimo estado del camino. Este simpático personaje, hay que decirlo, parecía creer que las micros o góndolas tenían en su estructura un componente de goma. Y, además, era fervoroso hincha de Lorenzo Varoli, el famosísimo piloto chileno (Talca) de autos de carrera. Era como lo fue Eliseo Salazar, en los tiempos modernos.
 
El camino, también nobleza obliga, en verano estaba cubierto de tierra y piedras, en tanto que en invierno, el agua y el barro se alzaban como amos y señores. Esto dicho en abono de las peripecias del querido "Chiruca". Los tiempos ya no son los mismos, hoy no se escucha tanto como antes hablar de micros ni menos de góndolas. Reinan los buses y los taxibuses.
El camino Penco-Concepción, es una real maravilla, provisto de dos asfaltadas vías independientes que permiten hacer el recorrido en unos 10 minutos, dependiendo ello de cómo marche el negocio en manos de los conductores, como esté su estado anímico y del número de usuarios de los servicios en cada "vuelta". Estas son precisamente algunas "vueltas de la vida" en lo que a locomoción colectiva concierne, en sus albores en Penco.

1 comentario:

Camila dijo...

Todo lo que sea viajes, siempre me ha interesado porque me da ideas para mis próximos viajes que suelo hacer. Como ya tengo todo arreglado para ir a México, estaba intentando conseguir un lugar donde Renta de autos para su viaje a Cancún