miércoles, febrero 06, 2013

RELATOS DEL «MONSTRUO» DEL TRANQUE DE PENCO


Foto de "nessie", el monstruo del lago Ness, Escocia.
     El tranque que existía en el fundo Coihueco cubría una superficie más larga que ancha. El acopio hídrico respondía a la necesidad de la Refinería de realizar sus procesos con el azúcar de caña, hecho que requería una gran cantidad de agua. De allí entonces que la CRAV, en acuerdo con su empresa subsidiaria Forestal S.A., mantuviera esa toma en el curso superior del estero Penco. Pero, el fin de esta historia se relaciona con la represa misma. El tranque estaba rodeado de árboles nativos y el dique desde donde se controlaba el flujo era una excelente vereda para cruzarlo. En el verano los chiquillos se lanzaban piqueros desde esa vereda, puesto que en ese punto el tranque alcanzaba su mayor profundidad. Y, en realidad, puchas que era profundo. 
Aspecto actual del espacio que cubría el agua del tranque.

       Las veces que fui, no me atreví a nadar en sus aguas que presentaban siempre un aspecto turbio, pero para el resto era una diversión de tono mayor. En más de una oportunidad mientras permanecía junto a las quietas aguas del tranque oí las historias de la existencia de un cuero, un animal acuático escurridizo con el aspecto de un pellejo de vacuno de color oscuro. Era un cuento parecido a la historia del monstruo del lago Ness, en el norte de Escocia. Acerca de ese supuesto animal (sólo existe una foto que bien podría tratarse de un montaje) científicos dicen que a juzgar por el aspecto se trataría de un plesiosauro, una especie medio pez medio reptil que vivió en la era de los dinosaurios y que ése sería el único ejemplar sobreviviente sobre la faz de la tierra. Igual, súper huidizo el monstruo del Ness si se tiene en cuenta que hay personas pacientes que hacen guardia día y noche a la orilla del lago para apostar a la posibilidad de fotografiarlo nuevamente.
Las cristalinas aguas del estero Penco, más arriba del tranque.
          En los años ochenta estuve en ese lago escocés y comprobé que había gente interesada en ese tipo de avistamientos. Vivían en casas rodantes instaladas en la playa de Loch Ness con sus cámaras listas. Por unas monedas esos expertos o aficionados narraban historias acerca de apariciones de "nessie" no registradas en fotografías o videos. Lo cierto es que el cuento estaba vivito y el enorme lago con el aspecto de un fiordo cobraba interés por su extraño y elusivo huésped.
         El tranque del fundo Coihueco también tenía su “nessie”, decían los niños y los mayores escuchaban. Sería el cuero negro que atrapaba a bañistas y se los llevaba para siempre a las profundidades, según la leyenda. El mito de los cueros es vastamente conocido en Chile. Testigos dicen que moran en ríos y fuentes de agua como lagos o lagunas (1). Algunos entendidos dicen que se parece a una manta raya de agua dulce. Pero, en lugar de clasificarlos científicamente, los cueros acuáticos son un mito. Nunca supe de un caso de algún improvisado bañista del tranque del fundo Coihueco en Penco de ser amenazado por una de estas alimañas.  Pero, se oían cuentos de avistamientos imaginarios a baja profundidad sobre el lecho barroso de la toma.
En este lugar estaban el dique y la compuerta.
          Con el desaparecimiento del tranque, el agua contenida se fue río abajo, las historias terminaron y el supuesto cuero se evaporó o en el fondo o entre a las raíces de los árboles que lo rodeaban. Un amigo mío de esos años me comenta, recordando lo que fue la belleza del lugar, que igual hoy vale la pena caminar por esos parajes pencones, es un lindo paseo.
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(1) «La leyenda quiere explicar lo que no tiene explicación». Cuento Prometeo del libro La Muralla China, Franz Kafka.

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