domingo, febrero 07, 2016

EL CAMINO VIEJO A LIRQUÉN SE CONVIRTIÓ EN UNA CALLE MÁS




Cerro Verde Alto visto desde Cerro Verde Bajo, la línea del tren que se divisa al final de la calle marca la separación de ambas poblaciones.
El camino viejo a Lirquén cruzaba los bosques de pino al final de la calle Toltén y después de avanzar por la cima del cerro bajaba suavemente la colina que se orientaba hacia el norte. Las lomas despejadas que venían tras pasar el bosque estaban sembradas de trigo y por allí iba el camino rodeado de manchones de retamillos. Los bosques y los lomajes, me dicen, que eran propiedad de don Juan Pérez Flores, un adinerado pencón y ex alcalde de nuestra comuna. Pérez Flores hizo su fortuna, me cuentan, a partir de una bodega de vinos en la esquina de Cochrane e Infante. Era un comerciante, pero un tipo generoso. De su bolsillo salió el financiamiento del puente de calle Freire, por ejemplo. El hombre se puso con la plata porque comprendía que la carencia de un puente sólido frenaba el desarrollo de Penco. Don Juan pertenecía a las filas del Partido Radical. Quienes lo conocieron me añaden que era un hombre de pocas palabras y me insinúan que eso pudo tener su origen en una poca preparación. Por tal motivo en las concentraciones de campaña no hablaba al público, otros lo hacían por él. En los tablados de los oradores, don Juan recibía el apoyo de profesores, directores, vecinos con buena labia y la táctica le funcionó.
 
Pero, volvamos al cuento del camino viejo a Lirquén. Esa propiedad de don Juan que era un hermoso campo de trigo y retamillo con una espléndida vista sobre la bahía de Concepción, pronto dejaría de ser una zona rural. A medida que fue creciendo la población de la comuna (1960), comenzó a ser colonizada por casas que más tarde adoptaron nombres de poblaciones. De ese modo el campo dio paso a calles con intrincados recovecos a las espaldas del cementerio parroquial. El antiguo camino de ripio se convirtió en una pista pavimentada, así como la mayoría de las calles de ese sector pencón. Fue precisamente por el crecimiento experimentado que esa área recibió el nombre de Cerro Verde Alto. El villorrio original junto al mar llamado Cerro Verde a secas, pasó a denominarse Cerro Verde Bajo.
 
El camino viejo bajaba toda esa suave pendiente hoy llamada Cerro Verde Alto hasta alcanzar el nivel de la línea ferroviaria. Ése era el sector del Refugio (por un balneario construido entre los pinos frente a la playa –que no existe hoy-- por al Automóvil Club de Chile). Desde ese punto la ruta subía una empinada cuesta en curva que al lado norte daba a Lirquén. El camino se convertía en calle al llegar a la estación del tren. La línea férrea, en cambio, eludía la subida gracias a la construcción de un pronunciado corte en el cerro, conocido entonces como “el corte de Lirquén”.





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