miércoles, febrero 22, 2017

LAS HAWAIANAS LLEGARON A PENCO PARA QUEDARSE (EN 1962)

Foto de Internet.
         Antes de 1962 muchos pencones lucían zapatos rotos y en verano, especialmente los niños, optaban por ir a pie desnudo. No había qué ponerse a precio módico para esquivar el calor. Hasta que a mediados del verano de ese año irrumpieron masivamente las hawaianas, creadas y producidas en Brasil a inspiración, dicen, de las sandalias “zori” que usaban las geishas. Porque sus creadores tuvieron que viajar a Japón para estudiar cómo harían la pata de gallo (esa tira que pasa entre el dedo gordo y el resto). Resuelto eso, agrega la historia, regresaron a Sao Paulo y se lanzaron a producir. Hoy en día, añade la información paulista quince pares se fabrican a cada segundo. Pues bien, en Penco la primera tienda que las ofreció a sus clientes fue el almacén Gardella, en la esquina de Yerbas Buenas y Freire, que para entonces administraban los hermanos Urtubia. Una vidriera del recinto destinada a las novedades se inundó de esas chalas de alegres colores confeccionadas en caucho resistente, flexible y poroso. Gardella dio en el clavo, las hawaianas se vendían como pan caliente y en Penco, todos querían un par. No eran prohibitivas tampoco. Primero compraron las mujeres y las niñas, después los niños y finalmente los hombres. Ya no había justificación para andar a pie pelado, salvo por placer, las hawaianas habían llegado para democratizar el vestir; todos las usaban desde los ricos a los más dejados de la mano de Dios.
La hawaiana (Havaiana) con la bandera brasileña.
          El fenómeno no fue una moda –esos usos que vienen y se van--, no, se quedaron para siempre. Vamos transitando para los sesenta años del reinado de esta sandalia veraniega que usa todo el mundo. Rui Porto, ejecutivo de la empresa que las produce dijo al sitio web www.infobae.com: “El origen de este tipo de sandalias data de antes del principio de los tiempos, casi en la misma época en que se inventó la rueda. Tal vez por eso es que no hay patente para ellas".
Foto de Internet.

     Añade la publicación: “Las hawaianas, fabricadas por Alpargatas S.A., vienen en cualquier combinación de 23 colores diferentes, algunas adornadas con llamativos estampados en las suelas o con añadidos de hule en las correas. En la tienda de la marca en la Rua Oscar Freire, que es la versión de la 5ta Avenida neoyorquina en San Pablo, los aficionados a las sandalias pueden obtener unas hechas a la medida con especificaciones de color o con sus iniciales”.
      Si bien las hawaianas nacieron para resolver el problema de la pobreza y su consecuencia en los pies desnudos, hoy en día están tan popularizadas que cruzan todo el abanico de clases sociales. La marca Stern de joyas, por ejemplo, vende algunos modelos a los que les agregó brillantes y oro. Este hecho demuestra con creces el uso universal de estas chalas que en Penco de aquellos primeros años también fueron furor. 
Venta de hawaianas en el centro de Santiago.

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